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Doctor Jekyll y Mr. Hyde, versión charrúa: la metamorfosis de Bielsa

Los malos resultados de la Sub 23 uruguaya en el Preolímpico sacaron a la luz la peor versión de un DT que le hizo honor a su mote de "Loco".

Por Redacción EG ·

29 de enero de 2024

MARCELO BIELSA causó una verdadera revolución en el fútbol uruguayo desde su llegada en mayo de 2023. Su tradicional impronta se vio reflejada rápidamente en la Selección Celeste que muestra en las actuales Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial 2026 una versión que convence en lo futbolístico y suma éxitos resonantes que se traducen en puntos.

A sus pies cayeron rendidos primero Brasil en el Centenario, en una noche en la que el equipo charrúa minimizó a la Verdeamarelha a su mínima expresión, y después Argentina en la Bombonera, que lejos estuvo de mostrar su habitual versión atildada y dominante y perdió sin atenuantes, sometida por la supremacía oriental.

En su afán de transmitir los mismos conceptos e idea integral a la Sub 23 que pelea por un boleto para los Juegos de París en el Torneo Preolímpico de Venezuela, el rosarino decidió tomar las riendas del plantel y sentarse en el banco para dirigir al equipo, que arrancó de lo mejor y en los primeros 10 minutos del debut con Paraguay ya ganaba 2-0.

Sin embargo, todo cambió en un abrir y cerrar de ojos y el gesto de corrección y caballerosidad se vio empañado por intempestivas reacciones de desagrado ante algunos errores conceptuales e incluso por protestas airadas al árbitro que le valieron la tarjeta amarilla. A Uruguay, que se imponía 3-1, le dieron vuelta de forma inexplicable el partido que terminó 4-3 y Bielsa masticó bronca a pesar de su hidalgo saludo al entrenador guaraní que le propinó una duro golpe.

Incluso no se presentó en la conferencia de prensa posterior, la que afrontó su ayudante de ampo Pablo Quiroga: “Marcelo tomó la decisión de no hablar durante esta competencia, y yo fui asignado para comparecer ante los medios y responder preguntas vinculadas al partido”, explicó su colaborador.

En la segunda presentación uruguaya el panorama no cambió. Al argentino no le gustó nada lo que vio y otra vez ofreció un concierto de señales de desagrado y contrariedad con el arbitraje. De hecho, se ganó otra amonestación matizada por sus propias palabras contra los jueces: "Son un desastre", repitió con bronca, desde la comodidad de su ya habitual trono en forma de heladerita que utiliza para ver los partidos sentado, aunque incómodo por el mal juego y el resultado.  

Pero la frutilla del amargo postre llegó después, en la conferencia de prensa, cuando protagonizó un momento caliente con un periodista que le marcaba errores defensivos de su equipo. Mientras el hombre de prensa se explayaba, Bielsa negaba con la cabeza y después directamente lo interrumpió: "¿Cuál es la pregunta? ¡No pierda el tiempo!". Cuando el interlocutor profundizó en los errores que veía en el equipo, el DT contestó con vehemencia: "Estoy totalmente en desacuerdo".

"Los resultados que merecimos no los obtuvimos, eso lo ve un ciego", manifestó el Loco, más loco que nunca. Lo que también se ve claramente es que la performance de Uruguay en el Preolímpico, en el que se puso muy difícil el pase a la siguiente instancia, lo puso fuera de eje y le hizo perder la calma.