Copa Davis

La nueva vida de Federico Delbonis, el héroe menos pensado

El ganador del punto que le dio a Argentina su única Copa Davis experimenta un rotundo cambio de paradigma después de su retiro.

Por Redacción EG ·

20 de marzo de 2024

FEDERICO DELBONIS es el héroe menos pensado del deporte argentino. Gracias a él, la Argentina obtuvo uno de sus logros deportivos más importantes y más esperados de su historia. 

Lo que buscaron sin éxito una leyenda como Guillermo Vilas, un prócer como José Luis Clerc o un crack como David Nalbandián, lo obtuvo este oriundo de Azul, en la provincia de Buenos Aires, de bajo perfil y convicciones claras que inscribió su nombre con letras de oro en el tenis al obtener el quinto punto de la final con Croacia en Zagreb cuando venció a Ivo Karlovic en tres sets.

En febrero de este año y con 33 años de edad le puso fin a 16 años de carrera cuando quizá le quedaba todavía hilo en el carretel. "Me retiré porque venía lidiando con problemas musculares y dolores de espalda. Estaba jugando bien pero no la cantidad de partidos que quería jugar para volver al top 100, no podía entrenar como quería. Lo más sano fue haber dejado", expresó en una entrevista con radio La Red.

 

Imagen El equipo que ganó la Davis en 2016 gracias al último punto de Delbonis.
El equipo que ganó la Davis en 2016 gracias al último punto de Delbonis.
 

Hoy por hoy, su vida cambió por completo y la desarrolla en su ciudad natal. "Estoy en una etapa de ver qué hacer. Por suerte tengo una familia cuyo día a día es muy lindo y muy intenso, con muchas actividades. Tengo ciertos proyectos abiertos pero no lo decidí, quiero estar 100 por ciento seguro de lo que voy a emprender. Hay tantas cosas lindas dentro de nuestro deporte que elegir un camino se hace complicado", aseveró.

Pero lo más importante para Delbonis es disfrutar lo que no pudo durante tantos años de sacrificio, que se encuentra "no solo en lo que uno come y en lo que deja de hacer, sino en dejar de lado vivencias que un chico de entre 20 y 30 años suele tener: amigos fijos, estar en tu casa. Viajaba a todos lados pero fui 25 o 30 veces a París y no conozco la Torre Eiffel de cerca. Es un mundo lindo pero es totalmente irreal y contrario a lo que piensa la gente", aclaró.

El 8 de febrero de 2022 le ganó a Juan Martín del Potro en el Buenos Aires Lawn Tennis Club por 6-1 y 6-3. Ese día, la Torre de Tandil se retiró entre lágrimas aclamado por el público en el que fue su último partido profesional y Delbonis, que se convirtió un poco en el villano, encontró la kriptonita para desactivar a un Súperman del tenis nacional.

 

Imagen Delbonis, amigo de Del Potro, le ganó a la Torre su último partido.
Delbonis, amigo de Del Potro, le ganó a la Torre su último partido.
 

Delbonis, que es amigo de Delpo, confesó que "hasta el día de hoy vengo hablando seguido con él y me lo dice que lo maté a drops. Pero lo más sano en el deporte es jugar al 100 y hacer lo mejor que uno tiene. Es lo bonito del deporte: gana el que hizo mejor las cosas o arriesgó un poco de más. Yo sabía lo que lo complicaba, no quería lesionarlo pero sí forzarlo a que esté al 110 por ciento para poder ganarme".

El recuerdo de su hazaña

Al rememorar la conquista de la Copa Davis explicó que "se juntaron cierta cantidad de cosas, se creó un grupo que desde lo humano estaba muy unido, muy bien desde lo anímico porque a todos nos tocaron situaciones lindas y no tan lindas de por ahí no jugar. Yo no jugué la serie de semifinales habiendo sido el número 1 del ránking. Había un ecosistema en el cual funcionaba todo armoniosamente. La incorporación de Juan Martín fue muy buena y que entrara al grupo de la manera que entró hizo que el equipo se hiciera muy fuerte. Eso hizo que en situaciones adversas como en la final, que estábamos 2-1 abajo, lo pudimos repertir".

 

El último punto de la hazaña de Delbonis ante Karlovic.
 

Del último game ante Karlovic con el que pasó a la inmortalidad del tenis argentino recordó que "estaba muy bien. Cuando le quebré por segunda vez el game que fue un poco más largo, sabía que se había terminado. La dinámica era muy favorable hacia mí y sentía una energía muy fuerte. Faltaban ganar sólo 4 puntos, que era un montonazo en esa realidad. En un momento le empecé a hablar a la Copa: 'ya falta menos', decía, e intentaba que no me coma la ansiedad. En la última pelota me desplomé y lo único que quedaba era festejar".