Paquito Navarro, un ex número uno que no pierde el hambre

MENDOZA.- La revolución con origen qatarí llegó el año pasado al pádel, el deporte que supo tener sus años de apogeo en la década del '90 y que, desde el crecimiento de los últimos tiempos, volvió a la escena internacional.

Una disruptiva y sorpresiva alianza de Qatar Sports Investment con la Federación Internacional de Pádel (FIP) y la Professional Padel Association (PPA) generó la temporada pasada el nuevo gran producto: el circuito Premier Padel, una iniciativa que nació para "democratizar el pádel", que desarrolla esta semana la segunda edición del Mendoza Premier Padel, la cuarta parada anual después de las que se jugaron en Doha, Roma y Madrid.

La aparición de Premier Padel tuvo lugar en medio del dominio absoluto de World Padel Tour, pero duplicó los premios oficiales y hasta saldó algunas deudas en términos de condiciones que solían reclamar los jugadores. Después del conflicto, parece haber en el horizonte una solución de convivencia en la que el WPT se sumaría para complementar a Premier Padel, el nuevo circuito madre. Mientras tanto la temporada está cargada con una gran cantidad de torneos obligatorios que desgastan a las mejores palas del mundo y generan, por caso, varios cambios de pareja con los años.

Francisco Navarro ya es, en el circuito del pádel, uno de los más experimentados, un verdadero trotamundos del pádel. Fue número uno del mundo en 2019, conquistó 24 torneos de WPT y fue el primer campeón de la historia de Premier Padel cuando se consagró en el Major de Doha, el año pasado, en pareja con el argentino Martín Di Nenno. Nadie puede dudar de que es una voz autorizada para hablar de todos los temas relacionados al mundo de las palas.

"Tenemos demasiada sobre-explotación de torneos. Es difícil mantener el nivel de concentración y de motivación después de tres torneos seguidos. Pero sabíamos que este año y el anterior iban a ser así por el bien del deporte: eso prácticamente conlleva a unir dos temporadas en una, con sus correspondientes cambios de pareja y su desgaste. Te puedo decir que veo mucho más a Chingotto que a mi mujer", contó, en una rueda de prensa en pleno Mendoza Premier Padel, al lado de Federico Chingotto, su compañero desde este año.

Y amplió, en torno a un anhelo conjunto de los jugadores: "Para la próxima temporada deseo y espero que haya un circuito único, con 20 etapas obligatorias y algunas opcionales. Necesitamos dividir el año por etapas: la americana, la europea, la asiática, para poder organizarnos de mejor manera. Fue un lío y, así y todo, el pádel no dejó de crecer: imaginate si remáramos todos para la misma dirección. Lo que nos llega a los jugadores es que las negociaciones avanzan y hay que cerrar algunos flecos, pero esperemos ver la luz al final del túnel y que el año que viene quede un circuito para todos pero única".

Minutos después, con la sala más despejada, atendió a El Gráfico para profundizar de algunos otros tópicos, sobre todo en relación a su presente, que lo tiene como el número seis del ranking de la FIT.

 

 

"Creo que estoy en una etapa muy buena de mi carrera: soy un veterano del circuito, con 34 años, pero me siento bien, me siento joven. Pienso que en el deporte, en el pádel en específico, me quedan tres o cuatro años bastante buenos. Tengo muchas ganas, mucha ilusión, y me despierto cada día con la ilusión de volver a intentar pelear por el número uno. Si no puede ser este año será el año que viene", analizó, con la misma pasión de sus inicios como jugador.

Ese recorrido transformó al sevillano de 34 años en un jugador más pensante y más integral, que domina todas las facetas del juego: "Con el tiempo vas adquiriendo ciertas habilidades, cierto conocimiento del juego. La contra es que vas perdiendo un puntito de físico, un puntito de explosividad, pero hoy me siento con las armas suficientes para pelearle de igual a igual a cualquier pareja".

El actual Paco, como suelen llamarlo sus colegas en las entrañas del circuito, no tuvo un origen a partir de alguna vivencia en particular, sino que es el resultado de una construcción, aunque sí asoma un aspecto que jamás se modificó con el tiempo en su personalidad: "No podría describir un solo momento en el que me convertí en el Paco de hoy, pero creo que el denominador común que me hizo llegar hasta aquí es mi odio a perder. Llevo muy mal las derrotas. Me trabaja muchísimo la cabeza cuando pierdo y enseguida estoy pensando cómo mejorar, cómo dar algo mejor de mí y cómo hacer que el próximo partido con la misma pareja sea diferente".

-¿Realmente te molesta tanto perder como hace años atrás?

-Sí, hoy me sigue molestando muchísimo perder. Lo puedo disimular, a veces mejor y otras veces peor. Pero te aseguro que me molesta muchísimo perder.

-¿Qué es el éxito en tu cabeza?

Hace no mucho me invitaron a ser el padrino en una graduación de universidad y justamente hablaba de eso: qué es el éxito, en el deporte, en la vida. ¿En el deporte qué es? ¿Ganar un título? ¿Ganar más? ¿Ganar menos?

Y en la conversación, casi por sorpresa, apareció Lionel Messi.

Paquito, entonces, continuó, una vez que quedó atrás su propia interrupción para pensar el ejemplo: "Yo creo que no, porque incluso... Te lo pongo así ya que estamos en Argentina: en el caso de Messi, hasta que no ganó el Mundial, mucha gente se hubiera atrevido a decir que no fue tan exitoso o no hubiera sido como Maradona. En ese sentido creo que sería muy injusto decir que tenés o no éxito deportivo en función de los resultados. Para mí el éxito es disfrutar de tu día a día, disfrutar del camino y levantarte cada mañana con una sonrisa por tener la suerte de hacer lo que hacés".

 

 

-¿Qué representa Messi en el mundo?

-En el resto del mundo realmente no lo sé, pero yo hablo por la gran mayoría de los españoles, salvo algún madridista de cuna que siempre te va a defender otra cosa (risas). En España tuvimos la suerte de ver a Messi durante muchísimos años en un nivel excelso. No tuve la gran suerte de ver a Maradona o a Cruyff, pero te puedo asegurar que lo que hizo Messi, domingo tras domingo, es una barbaridad. Y lo mantuvo durante muchísimos años. Para nosotros no hizo falta que Argentina ganara el Mundial para considerarlo el mejor de la historia. Cualquiera entiende que Messi es el mejor de la historia.

¿Quién es Paquito Navarro, en pocas palabras? La respuesta, sencilla: "Un chico pasional al que le gusta disfrutar de lo que hace y que tiene el gran privilegio de viajar por el mundo jugando al pádel".

Imagen de portada: prensa Mendoza Premier Padel