Del escándalo sexual a la polémica por un test de género: la Selección que no tiene paz

ZAMBIA no gana para sustos. En pocos días comenzará su participación en el Mundial de Fútbol Femenino, que se desarrollará desde el 20 de julio en Nueza Zelanda. Pero en lugar de preocuparse por sus rivales del grupo C, España, Japón y Costa Rica, está inmersa en cuestiones mucho más graves.

Este lunes se conoció la denuncia de una de las jugadoras del equipo que no reveló su identidad hacia el entrenador Bruce Mwape: "Si quiere acostarse con alguien, le tienes que decir que sí. Es normal que el entrenador se acueste con las jugadoras de nuestro equipo".

Ante tal acusación, la Federación de Fútbol de Zambia informó que abrió una investigación sobre el asunto y que se aplicarán sanciones. Pero cuando aún retumban los ecos del escándalo, se sumó otro: la capitana de Zambia, Barbra Banda será parte del equipo, aunque fue expulsada de la Copa Africana de Naciones 2022 por no pasar un test de género que mostró
niveles excesivamente altos de testosterona, la principal hormona sexual masculina.

 

 

Más allá del precedente, Banda, que convirtió un doblete en el amistoso ante Alemania, hace pocos días, estará en la lista de convocadas porque la FIFA permitió que los combinados nacionales realicen sus propias investigaciones internas. "Los participantes del Mundial aseguran que han llevado a cabo sus propias investigaciones y muestran claramente que sus jugadoras son mujeres", fue la respuesta del máximo ente rector del fútbol que publicó el diario alemán Bild.

La testosterona implica cambios en el desarrollo de los mismos durante su adolescencia, aumentando la densidad ósea y fuerza muscular entre otros procesos.

En el pasado, los test de género eran controversiales porque obligaban a las futbolistas a mostrar sus genitales. En la actualidad, se resumen a pruebas de ADN o análisis de sangre, y las pruebas físicas se reducen a casos excepcionales.

Así juega Barbra Banda, la futbolista de la polémica