"Vasco no va a bajar": el orgullo de Ramón Díaz por haber cumplido su promesa

RAMÓN DÍAZ llegó a Vasco da Gama en septiembre pasado con una difícil misión: salvar a un club grande del descenso. Sería un objetivo difícil de cumplir y al que no estaba acostumbrado: sus equipos suelen pelear títulos. Pero su halo positivo y su impronta ganadora sirvieron para lograr el cometido.

El conjunto de Río de Janeiro venció 2-1 a Bragantino en la última fecha del Brasileirao con un gol de Serginho a falta de 8 minutos y conservó la categoría en un durísimo torneo de 20 equipos en el que descienden 4 y que no perdona: sin ir más lejos, uno de los que bajó fue Santos, otro verdadero gigante.

Después del partido, el inefable Ramón tuvo uno de esos gestos que lo convierten en un personaje entrañable para todo el mundo del fútbol: encaró a la hinchada que coreaba su nombre y no sólo les regaló unos pasos de baile. Después obsequió como trofeo a la tribuna el saco que usó durante el partido, como si fuera una más de las camisetas que los guerreros de Vasco utilizaron para la dura empresa de seguir en primera.

Ya con menos euforia pero con la misma felicidad, el ex DT de River se sentó ante el periodismo: "Dije que Vasco no iba a bajar y esa promesa la cumplimos; nos sentimos orgullosos", manifestó.

Y continuó: "Todo se puede conquistar. Nos sentimos orgullosos de estar en una de las mejores ligas del mundo y poder haber hecho lo que hicimos. Pero la única forma es tener mentalidad, creer en lo que se hace, creer en el trabajo, en la disciplina, en la conducta. Transmitirle a los jóvenes que esa es la única forma de salir".

"Vasco no tiene que pasar nunca más por esta situación; es un gran club, un gran equipo", subrayó el entrenador, que destacó la tarea de su hijo Emiliano, que lo acompaña en todo momento: "Fue gran partícipe en todo lo que gestionamos, en cómo manejamos el grupo, en cómo le transmitimos ese optimismo".