Marcelo Gallardo, la Copa Libertadores 2018 y la Gloria Eterna
La conquista en Madrid contra Boca, el rival de toda la vida, fue el momento más alto de un ciclo repleto de éxitos.
Por Redacción EG ·
09 de diciembre de 2023
EL MOMENTO ETERNO de Marcelo Gallardo como entrenador de River en sus ocho años y medio al frente del equipo fue, sin dudas, la obtención de la Copa Libertadores 2018 ante Boca, su clásico rival, en aquella final épica en Madrid.
"No puedo más. No hay nada más que esto, no hay nada más", quedó como una de las frases históricas del Muñeco en el campo del estadio Santiago Bernabéu después del 3-1 ante el xeneize, la mayor alegría deportiva de su vida.
Boca y River jugaron la primera final de aquella Copa en La Bombonera el 11 de noviembre, tras la suspensión del día previo por lluvias torrenciales, y empataron 2-2.
Ramón Ábila abrió el marcador para los Xeneizes a los 34 minutos, pero Lucas Pratto empató un minuto después para los millonarios. Darío Benedetto volvió a poner en ventaja a Boca y luego un gol en contra de Carlos Izquierdoz dejó las cosas 2-2.
Gallardo, que estaba suspendido por la Conmebol, no pudo asistir a La Bombonera y tampoco podía estar en el banco en la segunda final.
La revancha estaba programada para el 24 de noviembre en el Monumental, más de 60.000 hinchas habían llenado el estadio con toda su ilusión, pero incidentes con el micro que trasladaba a los jugadores de Boca determinó la suspensión. Primero para las horas siguientes, luego para el día después y finalmente Conmebol decidió -en un hecho inédito- que el partido de vuelta de la final se jugara en España, el 9 de diciembre.
Toda esa previa y las idas y vueltas en la definición le dio más épica al título.
En Madrid, con miles de hinchas argentinos que coparon la ciudad y el Estadio Bernabeu, Boca se puso en ventaja con el gol de Pipa Benedetto y fue nuevamente el Oso Pratto quien marcó el empate para River. Igualaron en los 90 minutos y hubo suplementario, adonde llegaron los goles de Juan Fernando Quintero y el tercero de Gonzalo Martínez.
Gallardo cumplió con la suspensión y no dirigió desde el banco. Ese tercer gol en vivo del Pity Martínez no lo pudo ver porque estaba bajando del palco para cuando finalizara el tiempo extra. Pero una vez que salio al campo de juego, el Muñeco se encontró con la victoria consumada, con la Copa y la gloria en sus manos. Ahí se dio cuenta que todo lo que pasó en el camino recorrido para llegar a esa conquista había valido la pena.
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