Juegos Olímpicos

De Spyridon Louis a Betty Robinson: los grandes nombres de los Juegos Olímpicos

De los primeros Juegos en Atenas 1896 a Tokio 2020: una selección de deportistas que escribieron la leyenda olímpica por sus récords, sus proezas y sus vidas fuera de lo común.

Por Redacción EG ·

10 de mayo de 2024

*Primera entrega

Spyridon Louis: el primer maratoniano olímpico era aguador

Spyridon Louis trabajaba en los campos y llevaba agua a Atenas varias veces por semana. Era un joven de 24 años muy bien entrenado. Cuando el 10 de abril de 1896 entró en el Estadio Panatenaico luego de haber corrido el primer maratón de los Juegos modernos en 2h58:50, no mostró ningún signo de fatiga. Su primer rival entró siete minutos después.

Muy enamorado, quería impresionar a su futura esposa Helena, algo que logró. El Comité Olímpico le regaló un carro para transportar agua y 25.000 dracmas, una cantidad muy importante en esa época. Pero el atleta bigotudo renunció al dinero, asegurando haber corrido por su país. Se convierte en héroe nacional y fue el abanderado griego en la ceremonia de apertura de los Juegos de Berlín en 1936. En Grecia existe la expresión "correr como un Louis".

Paavo Nurmi, cinco oros en 1924

Campeón solitario y ascético, el 'Finlandés volador' es el dominador absoluto del medio fondo y fondo entre 1920 y 1932, acumulando doce medallas olímpicas (de ellas nueve de oro) y 22 récords del mundo, desde los 1500m a los 20km.

Huérfano a los 13 años, Nurmi se hace cargo de su familia ejerciendo diversos oficios manuales hasta que descubrió su vocación de atleta, a los 19 años cuando realizaba su servicio militar.

Debutó en unos Juegos en 1920 en Amberes, donde ganó dos oros y una plata. Cuatro años después, en París, se convirtió en el primer (y hasta ahora único) atleta en ganar cinco preseas doradas en una sola edición.

Venció con facilidad en los 1500m y apenas una hora más tarde, conquistó los 5000m. Dos días después, compitió en la prueba de cross con 45 grados a la sombra. De los 38 participantes en la salida, 23 abandonaron, pero Nurmi, impasible, se llevó la victoria.

Habría que esperar a 2004 para que otro campeón, el marroquí Hicham El Guerrouj, hiciera el doblete 1500-5000m.

Nurmi revolucionó los métodos de entrenamiento: corre con un cronómetro en la mano, realiza tres sesiones diarias de preparación en distancias y terrenos variados, practica la gimnasia sueca, toma baños calientes y recibe masajes dos veces por semana. La federación internacional le acaba considerando un "profesional" por lo que fue excluido de los Juegos de 1932. 

Imagen Paavo Nurmi, cinco medallas de oro.
Paavo Nurmi, cinco medallas de oro.
 


Suzanne Lenglen, la primera estrella del tenis

Apodada la 'Divina', Suzanne Lenglen fue la primera estrella del tenis femenino. La francesa, nacida en 1899, jugó la final del Campeonato de Francia con 15 años. En 1919 conquistó el primero de sus seis títulos en Wimbledon.

Al año siguiente, fue una de las reinas de los Juegos de Amberes, con una medalla de oro en simples y en dobles mixtos y un bronce en dobles. Lenglen no perdió un solo partido entre 1919 y 1926. Murió de una leucemia el 4 de julio de 1938.

Imagen Suzanne Lenglen, una leyenda del tenis femenino.
Suzanne Lenglen, una leyenda del tenis femenino.
 

Johnny Weissmuller, del hombre-pez al hombre-mono

En el verano de 1924, los parisinos asisten a la piscina olímpica de Tourelles tanto para ver las proezas acuáticas de Johnny Weissmuller como para admirar su plasticidad: 86 kg de puro músculo repartidos en un cuerpo de 1m 90.

Para participar en los Juegos con la bandera estadounidense, este inmigrante rumano falsificó su certificado de nacimiento. Fue el primer nadador en bajar del minuto en la prueba de los 100m libres y ganó cinco medallas de oro en la capital francesa.

A lo largo de su carrera estableció 28 récords del mundo, entre ellos el de las 100 yardas estilo libre (1927), vigente durante 17 años. Fue gracias a Weissmuller que la natación se convirtió en el segundo deporte olímpico, por detrás del atletismo.

Tras su carrera en las piscina, este Apolo se convierte en estrella de la gran pantalla, encarnando a Tarzán en una docena de películas.

Tras haber dilapidado su fortuna en pensiones alimentarias - tuvo cinco esposas - y negocios fallidos, trabajó como vendedor de piscinas prefabricadas y cayó en el alcoholismo, tal como le ocurrió a su padre, fallecido cuando el joven Johnny tenía 10 años. Acabó su vida en un hospital psiquiátrico. 

Imagen Johnny Weissmuller, el hombre pez.
Johnny Weissmuller, el hombre pez.
 

Betty Robinson, la resucitada

Primera campeona olímpica de los 100m, sigue siendo la más joven en ganar el título olímpico en esta distancia: cuando disputó la final olímpica del hectómetro en Ámsterdam-1928, la estadounidense apenas tenía 16 años y corría su cuarta carrera.

Tras varias salidas falsas que provocaron la descalificación de algunas participantes, Betty Robinson se impone con un tiempo récord de 12.2, con unos centímetros de ventaja sobre dos corredoras canadienses.

Fue su maestra quien, viéndola correr detrás del tren, le animó a practicar el atletismo. En su segunda competición, poco antes de los Juegos, batió el récord del mundo con un tiempo no homologado.

En 1931, fue dada por muerta en el accidente de un bimotor, pero durante su funeral se dan cuenta que en realidad...¡sigue viva! Estuvo siete meses en coma.

Una pierna rota, un brazo aplastado y otras contusiones graves le privan de retomar los entrenamientos. En 1936, se presenta a los Juegos de Berlín. Las secuelas de su fractura, que le impiden doblar la rodilla, le dejan fuera de los 100m, pero sí corrió el relevo 4x100m, prueba en la que conquistó el oro.

Fuente: AFP