El presidente de la FIFA inflexible contra el racismo: sanciones, ya

GIANNI INFANTINO, presidente de la FIFA, está muy preocupado por la tendencia que es un lamentable clásico en los estadios de muchas partes del mundo y que no cede ni un ápice. De hecho, tuvo una demostración más hace pocos días, con los cantos racistas en el clásico entre Atlético de Madrid y Real Madrid, por la Copa del Rey, y este sábado hubo dos casos en Italia e Inglaterra que el dirigente consideró "totalmente aborrecibles y completamente inaceptables".

En tal sentido, este domingo la máxima autoridad de la casa madre del fútbol mundial propuso la aplicación de sanciones inmediatas para los equipos cuyos hinchas promuevan actos de este tipo.

"No hay lugar para el racismo ni para ninguna forma de discriminación, ya sea en el fútbol o en la sociedad. Los jugadores afectados cuentan con todo mi apoyo", afirmó Infantino, refiriéndose al arquero francés del Milan, Mike Maignan, y al mediocampista jamaiquino Kasey Palmer, del Coventry, de la segunda división inglesa.

Acerca de las condenas a aplicar a los culpables de situaciones discriminatorias, se explayó de este modo: "Además del procedimiento de las tres interrupciones: partido suspendido, partido reanudado y partido abandonado, debemos implementar la expulsión automática para el equipo cuyos hinchas hayan cometido actos racistas y provocado el abandono del partido. Además, se deben imponer prohibiciones de acceso a los estadios a nivel mundial y cargos penales para los responsables de actos racistas".

En el partido de este sábado entre Milan y Udinese en Udine, el arquero del equipo visitante recibió gritos racistas por parte de los aficionados locales, lo que llevó a la suspensión temporal del partido.

Un incidente similar ocurrió en Inglaterra durante el encuentro entre Coventry City y Sheffield Wednesday, de la segunda división, donde Palmer alertó al árbitro sobre un insulto racista recibido mientras buscaba una pelota cerca de los hinchas locales.