Diego Maradona y el arte: 12 camisetas en una imponente muestra

 

MARIANO ISRAELIT conoció a Diego Maradona gracias a Hugo, el hermano del 10, con quien compartió dos años en la escuela Comercial n°20 de La Paternal en el comienzo de la década del 80'. 

Productor de medios y eventos, Israelit vivió de cerca las andanzas de Pelusa en las entrañas de la intimidad de la familia Maradona. Gracias a eso atesoró distintas piezas de colección, que decidió exponerlas en una imponente muestra de arte y memorabilia.

 

 

La Galería Futbolitis, ubicada en la calle Thames 1876, en el corazón de Palermo, le abrió las puertas a “La Mano de Diego” para la exposición de las distintas reliquias que atesora Israelit. 

Un cuadro con el recorrido por los clubes en los que jugó Maradona, y el detalle de sus números, es la carta de presentación. 

 

 

El homenaje incluye la colección de 12 camisetas, algunas originales y otras retro, firmadas por Maradona.

 

 

La de Barcelona, con la que le hizo un gol antológico a Real Madrid, llegó a sus manos luego de compartir una extensa sobremesa con la familia Maradona. La de Napoli, obsequiada por su amigo Hugo, la azul del Mundial 90, un regalo de Maradona después de jugar al golf en Cuba, la de Boca retro modelo 81, firmada en uno de los últimos encuentros de Israelito con Maradona en Bella Vista. Cada una de las prendas tiene su historia detrás. 

La campera con la que realizó la emblemática entrada en calor que lanzó al estrellato el mítico “Live is life”, de la banda musical Opus, tiene un lugar de privilegio, mientras una pelota Tango, del Mundial 86’ con la firma del 10 se luce en una repisa. 

 

 

En un córner hay un cuadro con la conocida foto de Maradona en andas con la Copa del Mundo en lo alto, en el estadio Azteca, luego de consagrarse campeón del Mundial 86’. 

La imagen tiene cuatro autógrafos, de los que Israelit fue protagonista:“Había hecho un acuerdo con Japón para firmar 1000 fotos y Diego me mandó a comprar cuatro marcadores negros indelebles con distinta punta para ver con cuál le salía mejor el autoógrafo. Usó una foto de prueba, que es la que está acá”, detalla el Feo, como le decía Maradona a modo de broma.

De todo lo que vivió junto al 10, Israelit destaca el cumpleaños número 41 en Cuba, en octubre de 2001, en la previa al partido despedida en La Bombonera. 

 

En aquel entonces, el huracán Michelle azotaba al país isleño de Centroamérica y dejaba un saldo de 700 mil evacuados y 5 muertos motivo por el cual el aeropuerto de La Habana estuvo cerrado y debieron extender la estadía unos días. 

“Eran las 3.30 de la mañana y había un viento tremendo, no nos podíamos dormir. Había una palmera cerca de la casa y Diego lo llamó a Fidel Castro porque tenía miedo de que se nos cayera encima. Yo le dije que estaba loco, que no nos iba a dar bola. Al rato escucho un ruido y viene una grúa con 4 muchachos a tirar abajo la palmera. La dejaron ahí para volver a plantarla cuando pase el huracán. Diego nunca se enteró porque estaba en su habitación escuchando música a todo volumen. Fui a avisarle y me dijo ‘Fidel es amigo mío, no nos iba a dejar tirados’”, cuenta Israelit la anécdota que más le gusta de todas las que compartió con el 10.