Primera División

El índice Dibu del Superclásico: Armani, Romero y la valoración de un fenómeno

Los arqueros del River-Boca, símbolos de sus equipos, imbuidos por el aura de su compatriota: el mejor del mundo.

Por Adrián Wowczuk ·

19 de abril de 2024

DIBU MARTÍNEZ ES SINÓNIMO DE ARQUERO. En la Argentina y en todo el mundo. Es el mejor sin discusión y su aura lo embebe todo; incluso el inminente y definitorio Superclásico de la Argentina puede iluminarse con en brillo de su luz. River y Boca tienen en Franco Armani y Sergio Romero, respectivamente, dos enormes defensores de la valla, pero en algún punto se entrelazan y se produce una simbiosis que los conecta con el angelado número 23.

Por empezar, los tres poseen en común el ADN de la Selección Argentina. Romero es, por así decirlo, el primero que "se convirtió en héroe"a la usanza que después explotó a fondo Dibu: las series de penales. Literalmente de la mano de Chiquito Argentina batió a Holanda y llegó a la definición de Brasil 2014.

Su ejemplo es muy tenido en cuenta por el hoy indiscutido dueño del puesto en la Scaloneta, que lo tiene como un espejo en el que reflejarse: "Me falta dar mucho en la Selección. Romero jugó 100 partidos y tuvo 44 arcos en cero. No puedo decir que soy el mejor cuando me falta muchísimo para superarlo: llegó a la final del Mundo y a dos finales de América. Tuvimos la mala suerte de perder, pero hizo un gran trabajo".

¿Y qué opina Romero de Dibu? "Logró la Copa América, el Mundial, eso es admirable. Más que palabras de agradecimiento por lo que hizo por la Selección y por el país, no tengo otra cosa. Lo conocí en Inglaterra cuando nos tocó jugar en contra y es un orgullo que sea el arquero de la Selección Argentina", reconoce.

 

Sergio Romero y su valoración de Emiliano Martìnez.
 

La Premier League y no rendirse nunca son otros aspectos que los unen. Así como Emiliano supo de sacrificios y batalló muchos años en Arsenal sin darse nunca por vencido hasta encontrar la oportunidad de ser titular en Aston Villa, Romero debió lucharla en Manchester United durante varias temporadas y hacerse un verdadero cultor de la resciliencia.

Por el lado de Armani, su participación en el elenco nacional le hizo experimentar el oro y el barro.En 2018 estuvo en el Mundial de Rusia y disputó 2 partidos, pero fue reemplazado en medio de la competencia y vivió la misma pesadilla que sus compañeros en una aventura que nació mal y terminó peor de la mano de Jorge Sampaoli. Su revancha llegó 4 años después para consagrarse en Qatar, aunque desde el banco debido a la indiscutida presencia como titular de Dibu.

 

Imagen Dibu Martínez y Armani: sana competencia enmarcada en una gran relación.
Dibu Martínez y Armani: sana competencia enmarcada en una gran relación.
 

Más allá de la competencia, ambos mantienen un vínculo excepcional que los dos se encargan de resaltar. Sin ir más lejos, este miércoles, cuando se produjo la renovación de su contrato con el Millonario, Armani no dudó en expresar: "Tengo una relación muy buena con Emiliano, durante todos estos años que he compartido con él lo he conocido más y es una excelente persona. Como le dije cuando salimos campeones del mundo, que fui y lo abracé, la verdad es que todo lo que le está pasando lo tiene muy merecido; me pone feliz. Es un grande como persona y como profesional, lo demostró durante todos estos años en la Selección y en Aston Villa. Cada vez que nos reencontramos en la Selección hay muy buen ambiente, la pasamos muy bien".

 

Franco Armani y su opinión de Dibu Martínez.
 

Del otro lado, la sintonía es la misma: "Me dijo unas palabras después del Mundial que hoy en día las recuerdo. Me agarró y me dijo 'yo no le digo esto a nadie, te lo merecés por lo buen pibe que sos'. Casi me hizo llorar", rememoró el chico que un día dejó Independiente para instalarse en Inglaterra.

No cabe dudas de que en un hipotético encuentro, estos tres gigantes del arco se fundirían en un largo abrazo, señal de respeto mutuo y de agradecimiento por lo que cada uno le aportó y le aporta al fútbol argentino en general y a la Celeste y Blanca en particular.

River y Boca son irreconciliables, eso está claro, y las chispas de la rivalidad están en lo más alto a apenas dos días de un duelo definitorio. Pero también lo está que ambas parcialidades podrían ponerse de acuerdo en entonar un grito al unísono: "¡Olé, olé, olé... Dibu, Dibu!".

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