El dilema de Diego Martínez en una semana clave para Boca

BOCA tiene por delante dos compromisos de suma importancia con muy pocos días de diferencia. El sábado mantendrá un duelo crucial contra San Lorenzo por la Copa de la Liga en lo que puede ser un antes y un después en sus pretensiones en el torneo. Si no gana, sus chances de clasificación se reducirían a falta de 2 fechas para el cierre de la etapa regular.

Por otra parte, el miércoles 4 de abril será el debut en la Copa Sudamericana, su única carta internacional de 2024, una especie de premio consuelo tras la desilusión por no formar parte de la Libertadores y, por lo tanto, un certamen que está casi obligado a ganar.

 

 

Pero las cosas no serán fáciles al menos en el arranque, ya que su primer partido será a más de 4.000 metros de altura, en Bolivia, ante Nacional Potosí. Incluso la llegada al estadio propiamente dicho tendrá visos de raid ya que los jugadores tendrán que trasladarse el último tramo en vehículos 4x4.

Más allá de la aventura en el Altiplano, Martínez tiene por delante la resolución de otro intríngulis antes: qué futbolistas utilizar para ambos duelos. ¿Irá con elementos alternativos a Bolivia para enfocarse en la posibilidad de avanzar en el torneo local?

 

 

A ello debe añadirse un elemento para nada menor: la vuelta de aquellos futbolistas afectados a sus Selecciones en la Fecha Fifa: Luis Advíncula (Perú), Norberto Briasco (Armenia) y Nicolás Valentini y Cristian Medina, ambos con el elenco Sub 23 de Argentina que se prepara para los Juegos Olímpicos. A todos habrá que evaluarlos para saber si están en óptimas condiciones, además de supervisar la evolución de los lesionados Sergio Romero y Pol Fernández.

Recién el miércoles comenzarán a develarse las incógnitas, cuando el grupo vuelva a entrenarse tras el triunfo en Santiago del Estero ante Central Norte por la Copa Argentina que le dejó muy buenas sensaciones al conductor boquense.