El mediocampista chileno empezó a convulsionar y provocó el estupor general en todos los presentes en el estadio, sobre todo en el rostro de sus compañeros del Pincha. Enzo Pérez, Santiago Ascacibar y el entrenador Eduardo Domínguez salieron disparados al sector para solicitar la presencia médica por la urgencia del momento.
El departamento de prensa de Estudiantes confirmó el parte médico oficial: "El jugador Javier Altamirano sufrió un episodio convulsivo. Se encuentra en internación bajo observación y para complementar estudios. Se realizó TAC, la que resultó sin imágenes patológicas evidentes".
Y añadió: "Se encuentra estable. Por esta situación, el partido, detenido a los 27 minutos del primer tiempo, fue suspendido por las autoridades arbitrales".
Al futbolista se le realizaron estudios y continúa en observación, aunque en las primeras horas del lunes pudo saberse que se encuentra estable y descansó con normalidad tras haber recuperado el conocimiento y ser sometido a un electroencefalograma y un análisis completo.
Según recordó el historiador de Estudiantes @datazopincha pasaron más de 5 años desde el último partido del Pincha que debió ser suspendido. El mismo ocurrió el 22 de septiembre de 2018 ante Defensa y Justicia por razones climáticas y se completó el 18 de noviembre (terminó 1-1)
Por su parte, el último suspendido ante Boca había ocurrido el 30 de noviembre de 1986. En aquella jornada el Xeneize ganaba 1-0 en el Estadio Hirschi en el momento que se desataron incidentes en la tribuna local,como reacción a los gestos de burla realizados por Carlos Bertero. El partido continuó 3 meses más tarde con dos goles más de la visita.
Por el lado de Boca, el último compromiso suspendido también ocurrió en la capital de la Provincia de Buenos Aires, pero ante Gimnasia. El 6 de octubre de 2022 el cotejo se interrumpió a los 9 minutos por graves incidentes fuera del estadio y que dejaron como saldo la muerte de César Regueiro, de 56 años, quien falleció de un paro cardíaco mientras era trasladado al hospital.
Los gases lacrimógenos que lanzó la policía en las inmediaciones ingresaron al campo de juego y afectaron a jugadores, cuerpo técnico e hinchas. “Por falta de garantías”, la AFA confirmó la suspensión del juego que continuó dos semanas después (Boca 2-1).
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