Primera División

Boca arranca la semana sin Copa, sin Almirón y con obligaciones

Tras la traumática caída en la final de la Libertadores y la renuncia del DT, hay que dar vuelta la página rápido: en 48 horas habrá un clásico con San Lorenzo.

Por Redacción EG ·

06 de noviembre de 2023

BOCA no parecía estar preparado para la derrota y el sueño roto de la séptima Copa Libertadores se convirtió en una pesadilla de la que aún no despertó y que continuó con la renuncia del entrenador Jorge Almirón,cuestionado por rendimiento y resultados desde hace mucho, más allá de la llegada a la última instancia en el torneo continental.

El resultado desfavorable más ciertas rispideces en el seno del plantel por decisiones durante el desarrollo mismo del choque crucial, como la salida de Figal en el alargue, le quitaron la espoleta a una granada que estalló apenas consumada la desilusión en Río de Janeiro.

 

Imagen Una de las últimas imágenes de felicidad del plantel de Boca, en la previa de la final.
Una de las últimas imágenes de felicidad del plantel de Boca, en la previa de la final.
 A fin de año concluía el vínculo del técnico con Boca y lo más prolijo parecía aguardar que el tiempo transcurriera, pero las últimas fechas de la Copa de la Liga, en la que el Xeneize acumula muchas derrotas y tiene complicada la clasificación, más la semifinal de la Copa Argentina frente a Estudiantes parecen objetivos que el saliente cuerpo técnico entiende que deberían ser afrontados con aires renovados, o al menos en un clima de descompresión.

Por lo pronto, el trabajo desde este lunes lo encabezará Mariano Herrón, DT de la tercera y piloto de tormentas interino también tras la destitución de Hugo Ibarra. El show debe continuar y no hay tiempo que perder: asoma San Lorenzo, un clásico siempre complicado en el que el Ciclón suele prevalecer. Pero el club de la Ribera no puede darse el lujo de caer de nuevo en el torneo local, en el que ya registra 6 derrotas.

 

Imagen Mariano Herrón, el piloto de tormentas tras la salida de Almirón.
Mariano Herrón, el piloto de tormentas tras la salida de Almirón.
 

Será clave el impulso en lo anímico más que nada. El grupo está herido pero con sed de revancha y, como manifestó Edinson Cavani post caída con Fluminense, quiere pelear unido por los propósitos venideros. El más urgente es procurar un lugar en la próxima Libertadores y la instancia más a mano parece la Copa Argentina, en la que faltan dos peldaños.

Sólo un éxito en el Bajo Flores proporcionará el bálsamo inmediato para comenzar a generar las cicatrices de una herida profunda y dolorosa.