El metaverso xeneize: del "Esto es Boca" al "es un punto valioso"

BOCA decepcionó en Santa Fe. Protagonizó un pálido empate en 0 frente a Unión, aunque lo de protagonizar es una falacia. El actor principal fue el Tatengue, que podría haber ganado de no ser por la polémica anulación de un gol por fuera de juego que no pudo establecerse con claridad.

Boca casi no creó situaciones de gol, como le ocurrió en las últimas presentaciones como visitante por la Liga ante Arsenal y Godoy Cruz, con sendas derrotas, la última por un estrepitoso 0-4. Sin embargo, después del partido, las voces boquenses describieron una imagen que ni los medios, ni el espectador común, ni el más fanático hincha xeneize llegó a vislumbrar.

Sin ir más lejos, el entrenador Jorge Almirón, que totalizó una pobre cosecha de 31 triunfos en sus 100 últimos compromisos con DT,se retiró conforme y lo manifestó en palabras: "El punto es importante. Jugamos contra un equipo que por momentos nos superó. En el primer tiempo teníamos para jugar mejor. Pero nos quedamos con uno menos y fue complejo aguantar el resultado porque ellos tienen jugadores desequilibrantes y también porque el equipo está cansado, jugando jueves y domingo con casi los mismos futbolistas".

Otra voz estuvo más o menos en el mismo tono: "Se nos hizo muy difícil con un hombre de menos, pero hicimos un esfuerzo bárbaro, aunque no alcanza. Pudimos sacar un punto en una cancha difícil. Hoy se sumó más allá de las dificultades que tuvimos, hay que seguir sumando en la tabla".

Si bien parece la opinión de un futbolista de equipo sin aspiraciones mayores, se trata de Nicolás Figal, uno de los referentes del club que hizo de una frase un culto para significar que hay que ganar siempre: "Esto es Boca".

Sergio Romero, arquero con dilatada trayectoria europea, finalista del Mundial 2014 con la Selección Argentina y ahora custodio de la valla de uno de los equipos con más títulos en la historia del fútbol universal, manifestó tras la paridad con un rival que pelea por no perder la caegoría:  "Fue un lindo partido. Ellos tuvieron sus chances. Cuando quedamos con uno menos nos costó bastante, pero es bueno irse con el arco en 0, da confianza y afianza como equipo. Hay que seguir creciendo. Siempre que no perdamos y no nos hagan goles, es positivo", agregó.

Chiquito fue más allá: "se vio un gran cambio en este plantel desde que Almirón llegó hasta el día de hoy. Hoy en día se ve otro Boca".

Las afirmaciones de tres de las voces más calificadas del Mundo Boca en la actualidad causaron estupor en muchos fanáticos boquenses, que a través de las redes sociales marcaron su falta de coincidencia con tales afirmaciones.

Cuanto menos, las sorpresivas declaraciones marcan un aspecto positivo y otro negativo. Lo bueno: el discurso homogéneo que parece alinear a los jugadores con el conductor, lo cual no deja de ser auspicioso para construir desde la coincidencia y el espíritu de cuerpo una mejoría que Boca necesita para enderezar el rumbo en la Liga Profesional y reforzar las ilusiones en la Copa Libertadores.

Como contrapartida, parecerían reflejar las imágenes de un espejo distorsionado con el que el plantel y el cuerpo técnico están observando las prestaciones poco prolíficas que muestra el conjunto como visitante. Almirón lleva en esa condición 9 partidos de los que ganó 2, empató 2 y perdió 5.

Una cosa es segura: lo que se vio en Santa Fe, en Mendoza o en Sarandí por la competencia vernácula no fue del agrado de ningún portador del ADN boquense;ni del más anónimo al más encumbrado, como el máximo responsable del fútbol boquense en estos tiempos: Juan Román Riquelme.