El descarnado relato de Lucas Merolla y su calvario en Huracán

LUCAS MEROLLA, figura emblemática de Huracán y pretendido hace pocos meses por Boca, no renovó contrato con el Globo y desde el inicio del torneo local se entrenó a contraturno del plantel profesional. Este 30 de junio quedó libre y habló después de un largo silencio.

"Yo dejé la vida por Huracán en cada partido porque amo al club, es mi casa. Siempre quise renovar, pero llegar a este momento no fue culpa mía. Nunca quise quedar libre. No era la idea irme así, sino con una venta. Que me colgaran me pareció un acto de maldad", afirmó.

En diálogo con F90, por ESPN, el defensor afirmó, entre lágrimas: "Que mi hijo me diga: 'papá, ¿no jugás más, no puedo ir a la cancha?', es muy feo. Me considero un hincha más, porque Huracán para mí es lo mejor que me pasó". 

Merolla contó que durante dos años pidió la renovación de su contrato porque "quedó totalmente desactualizado. Hubo una oferta de Italia que rechacé porque a Huracán no le convenía la forma de pago. Lo acepté y seguí, hasta que me rompí la tibia. Creía que debía cobrar un poco más y me lo negaron rotundamente. Me dijeron una frase que me quedó marcada para siempre: 'no sabemos cómo vas a volver de tu lesión, así que vamos a esperar'".

Tras confesar que la operación la pagó con su obra social, continuó: "Volví a los 5 meses y medio y no sentamos a hablar. Yo podía por favor porque de verdad lo necesitaba, era uno de los salarios más bajos. Siendo el capitán del equipo sentía que debía cobrar un poco más. Les dije 'acá estoy' a los que no creían. Volví bien. Quiero que me actualicen el contrato. Pero me pateaban para adelante y nunca pusieron en la balanza lo que no habían hecho por mí".

"Fue feo no tener el respaldo que sentí que merecía por las cosas que viví en el club. Tengo hijos, tengo familia y sentía que no podía equivocarme en mi próximo paso. Es el paso de mi vida, porque si me equivoco con 28 años, me puedo arrepentir para el resto de mi vida", añadió el jugador que este sábado viaja a Mazatlán, México, para arreglar su futuro.

Hace algunos meses, Boca se interesó por el zaguero y hasta llegó a arreglar los números del contrato con él, pero no hubo acuerdo con Huracán. Después de eso, "la dirigencia me comunicó que iba a entrenar a contraturno y se me hizo difícil. Volví a la quemita y decía: 'qué hago acá, a quién maté, tengo que estar ayudando a mis compañeros'. Entrenaba solo, mano a mano con el profe, con los chiquitos de infantiles que venían y me abrazaban. Cada vez que terminaba un partido de Huracán esperaba que me sonara el teléfono porque siempre quise estar".

"Siento que Huracán va a ser mi casa siempre. Siempre tuve buena relación con los empleados y los hinchas. He recibido puteadas y es normal, lo entiendo. Ojalá un día pueda volver porque cerrar un ciclo así es muy triste e injusto", resumió.

La banca a Tobio

Sobre las declaraciones de su excompañero Fernando Tobio, que fue muy duro con algunos compañeros a los que acusar de "no dar la cara", el excapitán del Globo afirmó: "Lo banco a muerte porque si hay jugadores que no tienen la cabeza puesta en lo que se está jugando Huracán, no pueden estar en el plantel".