El Messi maradonizado y su primer enemigo argentino

LIONEL MESSI transita a los 36 años su etapa de mayor maduración futbolística, una era post obtención de la Copa del Mundo en la que exhibe un superlativo nivel cuando está al 100% en lo físico y que lo aleja por ahora del retiro.

En tiempos en que se lo comparaba con Diego Maradona, a Messi se le exigía ser más rebelde y contestatario, "enojarse más", por así decirlo, y agregarle bronca y enjundia a su carácter. En un momento dado, Leo pareció hacer un click y a adquirir tales características que se manifestaron en algunos cortocircuitos que mantuvo con enemigos de turno.

 

 

Desde 2019 a esta parte, casi de forma coincidente con la llegada de Lionel Scaloni a la dirección técnica de la Selección Argentina, el mejor jugador del mundo cambió hasta en un detalle menor pero que era muy observado por el afuera: su forma de cantar el himno argentino.

Así, pasó de aquellos tiempos en los que no se lo veía mover los labios a estos en los que su "¡Oh, juremos con gloria morir!" pone la piel de gallina de cualquier hincha. Y también los chispazos con sus oponentes de turno.

Lionel pasó de las críticas a la Conmebol por los arbitrajes supuestamente a favor de Brasil en la Copa América de 2019, a su gresca con Gary Medel que le valió la expulsión en la semifinal de dicho torneo.

También tuvo un rol decisivo al plantarse como líder en aquel choque con los cariocas por las eliminatorias para Qatar que fue abruptamente detenido por las autoridades sanitarias de Brasil que cuestionaron el ingreso de algunos integrantes del plantel a territorio brasileño en medio de las prohibiciones por la pandemia.

Ya en el Mundial de 2022, los enemigos tuvieron que sacar número para enfrentarse a la Pulga: 

1) Robert Lewandowski sintió el rigor de ser ignorado tras dudar de la honestidad del rosarino en su discurso al ganar el Balón de Oro de 2021.

2) Louis Van Gaal soportó el "Topo Gigio" que le dedicó el capitán albiceleste disgustado por las reflexiones del DT de Países Bajos acerca de que "no participa mucho del juego cuando el rival tiene la posesión".

 

 

3) Otro neerlandes, Wout Weghorst, se ganó una frase que pasó a la historia: "¿Qué mirás? ¡Andá pa' allá, bobo!", le espetó un enfurecido Lionel Messi tras el triunfo por penales en los cuartos de final, luego de algunas actitudes bravuconas del delantero que metió un doblete para la Selección naranja y le puso suspenso al desenlace cuando parecía cosa juzgada.

 

 

Puede agregarse un capítulo con Mathías Olivera y Manuel Ugarte, de la Selección de Uruguay, con quienes se picó la cosa en el último partido de Eliminatorias en el que la Celeste se impuso 2-0 en la Bombonera y que incluyó una reyerta en pleno partido. "Prefiero no decir lo que pienso, pero esta gente joven tiene que aprender porque tiene una buena camada. Tienen que aprender a respetar porque este clásico siempre fue intenso y duro, pero con mucho respeto".

El primer enemigo argentino

Lo cierto es que en la nómina de adversarios hasta ahora nunca había habido un compatriota. Pero el miércoles pasado se anotó el primero: Fernando Ortiz, entrenador de Monterrey y rival de Inter Miami en la ida de los cuartos de final de la Concachampions.

Sus declaraciones previas con la sugerencia de que hay que cuidar el negocio y que ello conlleva favoritismos hacia Messi y su equipo que condicionan al entorno y a los arbitrajes, fue ruido distorsionado en los oídos del capitán. Aunque no había participado del partido a causa de su convalecencia, bajó al vestuario después del 1-2 para cruzar al ex defensor.

En sus tiempos como futbolista que se iniciaron en Boca e incluyeron clubes como San Lorenzo, Estudiantes, Vélez y Racing, además de un extenso período en México donde defendió a Santos Laguna, América y Tigres, no sólo mostró condiciones como zaguero. También una gran irascibilidad que se tradujo en varias expulsiones.

 Pero ahora el Tano no quiso hablar del tema cuando lo consultaron, aunque redobló la apuesta horas antes de la revancha al dejar una frase que encendió de nuevo la mecha: "Somos Monterrey, Messi se tiene que preocupar por nosotros".

El desenlace de la historia se verá este miércoles cuando el 10 comande a los suyos en busca de una victoria obligatoria y la contienda recrudezca o apenas quede en una anécdota.

DISEÑO DE PORTADA: MATÍAS DI JULIO