Lionel Messi y Zinedine Zidane: encuentro mágico y clase magistral de fútbol

LIONEL MESSI Y ZINEDINE ZIDANE nunca se encontraron dentro de la cancha para tirar paredes y entablar un diálogo en el idioma de la genialidad futbolera que ambos hablan con fluidez única. Pero este jueves mantuvieron una charla en la que afloró la mística de ambos y en la que se notó una química que, de haberse combinado en un campo de juego, hubiese sido la envidia de cualquier alquimista.

El encuentro fue organizado en las instalaciones de Inter Miami por la firma deportiva que los auspicia pero la comodidad que sintieron, la soltura que exhibieron y la felicidad que demostraron, además de la admiración mutua que se profesaron, le dieron un valor único y con el condimento extra de sentir que parecía no haber cámaras de por medio.

El testigo privilegiado fue el balón, que no rodó en el verde césped para que entre los dos se prodigaran milimétricos pases, pero estuvo en todo momento presente en medio de ambos, sin que Messi pudiera en algunos tramos abstenerse de brindarle suaves caricias al pisarla con su pie izquierdo.

"Es una pena no haber podido jugar contigo, pero ahora es momento de darte el pase", bromeó Zizou, a lo que la Pulga respondió: "Para mí también es un placer, te admiro muchísimo, no tuvimos la suerte de jugar juntos, pero está siempre el respeto y la admiración por todo lo que hiciste y seguís haciendo".

Un momento fuerte de la entrevista fue, más que las respuestas en sí mismas, la manera en que uno escuchaba al otro y prestaba atención a cada una de sus palabras. Se trató de una verdadera master class de fútbol en la que dos profesores se turnaron para brindar cátedra.

Como cuando hablaron de la importancia del número 10, tanto de la función que cumple como del número en la camiseta.

"Ahora se perdió un poco la importancia del número 10. Se perdió la posición, que reflejaba el media punta, el enganche, como lo llamábamos nosotros. Es verdad que quedan pocos 10, ayora se transforman mucho en interiores o extremos falsos. El 10 argentino que caracterizaban Riquelme o Aimar, hay pocos ya o no hay, se perdió mucho", explicó un pocas veces escuchado Lionel Messi en modo DT.

Y prosiguió en su análisis: "El fútbol cambió mucho, la manera de jugar, los sistemas, de chicos empiezan con el 4-3-3 y línea de 3 o de 5, entonces el 10 característico no entra en ese sistema o es difícil meterlo. Por ahí por eso se perdió la formación de esos jugadores".

A lo que Zidane añadió: "Pero tiene que tener un poco de magia, porque es el líder del equipo, que tiene que crear: lo que tienes tú. La diferencia tuya con los demás es que sabes lo que vas a hacer con el balón antes de recibirlo. Vos, 3 segundos antes. Yo, 1 segundo. Eso es lo que tiene que hacer el 10, cuanto mejor lo haga, mejor para el equipo".

Si bien coincidieron en que se diluyó un poco la importancia de llevar el 10 en la espalda, para el rosarino "el 10 sigue siendo una camiseta especial". Y el crack galo lo avaló: "cuando te la pones, es una presión más".

En tal sentido, la Pulga recordó que "cuando me tocó estar en París no la tenía y estaba acostumbrado a usarla en Barcelona y en la Selección Argentina. Si bien no me importaba y no pasaba nada, sí extrañaba entre comillas un poquito no tener mi número. Pero el 30 era significantivo para mí porque debuté con ese número y tiene algo especial".

"Pero la gente si ve a Messi, lo quiere ver con el 10 en la espalda", señaló entre risas en campeón del mundo con Les Blues en 1998, y calificó a su colega con una palabra: "Messi es magia. Hoy es un día importante para mí, para decirle la admiración que le tengo. Hay jugadores con magia pero como él, no. Sólo hay uno".

La respuesta del actual jugador de Inter Miami no se hizo esperar: "Para mí es uno de los más grandes de la historia, siempre lo admiré y me gustó. Lo seguí mucho en Real Madrid y lo sufrí con Barcelona. La época de los Galácticos, él siempre fue el jugador diferente, elegante, con arranque, magia. Ya lo dije más de una vez que para mí es uno de los más grandes de la historia".
 
Cada uno le brindó su consejo a las nuevas generaciones de futbolistas: "Aprovechen la oportunidad que tienen y no hagan tonterías. Enfóquense en el fútbol. Como Leo, que así alarga su carrera y eso es para el bien del fútbol y de la gente".

Y de parte del líder albiceleste la recomendacíon a los chicos fue "aprovechar la oportunidad y sobre todo ponerle cabeza, porque hay muchos que tienen talento pero se quedan en el camino porque no sólo vale el talento sino también el trabajo, el sacrificio y la suerte. Todo el mundo quiere jugar al fútbol, es el deporte más deseado del mundo, pero oportunidades hay pocas".

Hubo espacio también para la memoria emotiva, como cuando Zizou evocó la primera pelota y, sobre todo, los primeros botines que le regaló su padre. "Me acuerdo prefectamente porque eran muy caros", señaló.

Leo subrayó el sacrificio que los padres hacen para que sus hijos puedan jugar, y en ellos vio reflejada la figura de los suyos propios: "Me llevaba muchas veces mi mamá porque mi papá trabajaba, se iba a las 5 de la mañana y volvía a las 5 de la tarde. Tomaban un mate rápido y me llevaban a entrenar".

El acontecimiento, que duró media hora pero que quedará para la posteridad, terminó con el intercambio de camisetas con dedicatoria incluida. Posaron para una nueva foto que renueva aquella tomada en 2008 y retrata la cumbre entre dos artistas que comparten el ADN de la genialidad.