Lionel Messi

De Brasil a Miami, los 9 años que forjaron al Messi campeón del mundo

En un nuevo aniversario de la final de Brasil 2014, una revisión de lo que padeció el capitán de la Selección Argentina.

Por Pablo Bomarito ·

13 de julio de 2023

LIONEL MESSIhabía sufrido una estocada letal. El camino construido por el grupo de jugadores junto a Alejandro Sabella en Brasil 2014 terminó por derrumbarse. En el Maracaná propios y extraños festejaban el título del mundo alemán y nadie podía hacer nada. Como dijo alguna vez Marcelo Bielsa: “Traguen el veneno que al final todo se equilibra”.

Imagen Messi y el golpazo del 2014, el inicio del camino. PEDRO UGARTE / AFP afp
Messi y el golpazo del 2014, el inicio del camino. PEDRO UGARTE / AFP afp
 El post golpe de Brasil 2014 fue el inicio de un tiempo duro de la Selección Argentina, un grupo armado, el legado de Alejandro Sabella y el dolor de haber perdido la final de su vida -al menos en ese momento todos pensaban eso- era el mix adecuado para lo que vendría. Pero el fútbol es caprichoso, inexplicable y muchas veces cruel.

La revancha, del otro lado de la cordillera

El primer mojón para revertir el dolor fue la Copa América de Chile en el año 2015. Alejandro Sabella le había dejado su lugar al Tata Martino como una lógica continuidad del proyecto.
Argentina superó la fase de grupos de menor a mayor, empató con Paraguay y venció por la mínima a Uruguay y a Jamaica.

En cuartos de final se sufrió con Colombia, empate 0-0 y pase por penales a la semifinal. Allí apabulló a la Selección paraguaya con un brutal brutal 6-1. Mejor no se podía llegar.

Del otro lado lo esperaba Chile, que de la mano de Jorge Sampaoli -un misterio hasta esa época- llegó tras dejar en el camino a Uruguay y Perú. Además superó algo más difícil aún: Vidal, su gran figura, chocó con su Ferrari en circunstancias poco claras, pero la Copa América era un tema de estado no solo para el estratega de Casilda, sino también para la mismísima Bachelet. Siga, siga, el rey Arturo fue perdonado y siguió dentro del equipo.

Llegó la final, llegó el empate, pasaron los penales y también la segunda frustración: otro subcampeonato, otra estocada al ánimo de Messi que empezaba a frustrarse lentamente.

América, la tierra prometida

Como tantos inmigrantes que llegaron a los Estados Unidos buscando un futuro mejor, la Selección Argentina llegó con las valijas llenas de sueños, hambre de gloria y revancha.
Quizá la Copa América del Centenario fue la mejor versión del equipo de Tata Martino: en la primera fase desfiló, se impuso a Chile por 2-1 (una pequeña revancha), despachó 5-0 a Panamá y goleó a Bolivia por 3-0.

En cuartos apabulló a Venezuela por 4-1, en semis a Estados Unidos por 4-0 y en la final estaba Chile, otra vez, el moño para una revancha total.

El equipo de Pizzi llegó tras humillar por 7-0 a México y vencer a Colombia por 2-0.

La final fue un calco de la del año anterior, empate en cero, penales y otra vez los de Rojo con la gloria a cuestas. Pero esa vez, algo se había roto algo era distinto.

Messi renunció a la Selección antes de subir al micro y una vez arriba ya estaba arrepentido, pero no podía volver atrás, al menos en ese momento. Había que esperar.

Los años oscuros

Tras la muerte de Julio Grondona la AFA se convirtió en un corso a contramano. Malas decisiones, vaivenes inentendibles y una situación económica frágil hicieron todo un poco más difícil. Martino ya no era más el entrenador y en medio del cataclismo apareció Edgardo Bauza. El Patón fue entronizado como el restaurador del órden: en un viaje a España se reunió con Lionel Messi y lo convenció -mucho no hacía falta- para volver a la Selección Argentina. En medio de ese pandemónium, una figura empezaba a aparecer junto a los jugadores dándoles las soluciones que no tenían: Claudio Tapia empezaba a ser un hombre de referencia para los jugadores.

Imagen Messi y Claudio Tapia.
Messi y Claudio Tapia.
 

Sampaoli y el síndrome de Estocolmo

El entrenador de Casilda, el verdugo de la Selección Argentina al frente de Chile, reemplazó al pálido ciclo de Edgardo Bauza, que nunca tuvo la confianza de aquellos que lo eligieron y nunca pudo generar un vínculo fuerte con sus dirigidos.

Sampaoli llegó para revolucionar a la Selección, darle ese halo de misterio y de trabajos disruptivos para devolverle al equipo nacional el norte perdido. Pero no fue así.

La clasificación a Rusia llegó en la última fecha ante un equipo casi juvenil de Ecuador y con una actuación soberbia y maradoniana de Messi: tres goles y el ticket picado para la tierra de los zares.

Desde la famosa pretemporada en Barcelona, hasta el último día en Rusia, el andar del grupo tuvo que capear un temporal en una cáscara de nuez. No vale la pena ahondar en lo sucedido, pero sí marcar una salvedad: como Claudio Tapia fue omnipresente en la transición de la AFA, Lionel Scaloni empezó a tomar protagonismo entre el plantel.

Imagen Scaloni y Aymar en los tiempos de Sampaoli, el arranque de todo.
Scaloni y Aymar en los tiempos de Sampaoli, el arranque de todo.

El jóven e inexperto

El éxito de la Alcudia, la relación de los referentes con Scaloni y su cuerpo técnico sumado a la falta de candidatos claros, dio por resultado la primera “Master Class “ de Chiqui Tapia. Ante las críticas, las burlas, los análisis concienzudos de aquellos que nunca patearon una pelota, soportó los embates y Lionel Scaloni se quedó con el puesto de entrenador.

Con la confianza y el conocimiento del grupo, se encaró una renovación del grupo y se le dio el lugar a Messi que debía tener: el lider que repartía entre sus generales las reponsabiidades. Allí crecieron las figuras Di Maria -tras haber estado exiliado-, De Paul, Paredes y en ese entonces Papu Gómez.

La Copa América de Brasil de 2019 fue el banco de pruebas perfecto para Scaloni, quien empezó a mostrar lo que sería su equipo.

La santa trinidad

Como un condimento extra, la salida de Messi de Barcelona y su llegada a PSG, terminaron siendo un catalizador para su preparación, como Diego en La Pampa con Signorini o como Rocky antes de pelear con Ivan Drago en Rusia.

Imagen Lionel Messi en PSG, un paso sufrido y necesario.
Lionel Messi en PSG, un paso sufrido y necesario.
 El éxito llegó luego del trabajo, un liderazgo claro en AFA, un liderazgo claro en la Selección y un grupo de jugadores que se comprometió con una idea y un líder. Todo llevó a obtener la Copa de Brasil de 2021 ante el dueño de casa.
Es Difícil De Explicar Lo Que Sentí Haber Ganado La Copa América.
La Copa América fue la válvula de escape de la frustración, la mala onda y la demostración de que se podían lograr cosas. El joven inexperto era más alto, más inteligente y hasta más lindo entre los detractores. El parto de Rusia vio el nacimiento de una nueva era.

Luego llegaron la Finalissima y el objetivo más buscado por Messi, la Copa del Mundo.El final del camino del héroe que empezó el 13 de julio de 2014, terminó el 18 de diciembre de 2022 y, con él, la liberación.

Highlights Argentina Francia La Final
 Lionel Messi estaba preparado para disfrutar, para aflojar el músculo, para dejar de bruxar la mandibula ante las injusticias de los corre ve y diles, los sabios de los trajes y el perfume.

Lionel Andrés Messi Cuccitini estaba preparado para pagar lo que debía, la tranquilidad, el tiempo a su familia y lo más importante de todo, ser más feliz que nunca pateando una pelota.

Miami lo espera, el acento argento entre el cubano y el gringo que lo mira preguntando quién es. No es que más nada le importe, sino que todo ahora tiene la importancia que debe tener.