Guillermo Vilas

Tito Vázquez, sobre Guillermo Vilas: "Tenía una curiosidad muy grande"

El ex capitán de Copa Davis recordó la influencia que tuvo en la personalidad del astro argentino, a quien conoció a fines de los años '60.

Por Pablo Amalfitano ·

17 de agosto de 2022

GUILLERMO VILAS, además del mejor tenista de la historia de la Argentina, fue un ícono contracultural, porque demostró una profunda inquietud, de toda la vida, por la música, el arte, la poesía y la literatura. Mucho de su background tiene que ver con la influencia de Modesto Tito Vázquez, quien lo conoció en Tokio, a finales de los '60, después de haber vivido siete años en California, en plena revolución cultural.

“Yo conviví y compartí con Guillermo en el circuito WCT (World Championship Tennis , un tour nacido en 1967 que sirvió para impulsar la Era Abierta). Ahí lo conocí de manera más psicológica por compartir más de 15 semanas. En esa época advertí la curiosidad de Guillermo. Tuve que convivir con él en Tokio, en WCT, y yo venía de siete años en California, a donde me había ido a fines de 1966", recordó el ex capitán de Copa Davis, en diálogo con El Gráfico.

Y amplió, respecto de la personalidad de Vilas, mucho más que un tenista profesional: "En ese tiempo hubo un cambio profundo en la cultura del mundo. Me lo encontré a Guillermo que venía de Mar del Plata. De golpe vi que el tipo tenía una curiosidad muy grande y yo tenía una imagen del pelo largo y de la gente que va a cambiar un poco el mundo. Dos años después escribió su primer libro de poesía: Cientoveinticinco".

La música fue, además de la poesía, una de las bases en la personalidad de Vilas. Tenía mucho recorrido con el rock, era amigo de las estrellas, pero luego incursionó en el techno-house. "Tenía una de las colecciones de guitarras más grandes de la historia. Fue un tipo muy particular. En una navidad le llevó de regalo a Yannick Noah una Fender Stratocaster", contó Vázquez.

“En medio de esa generación empezó a tener una imagen alrededor del mundo. Nastase lo llamaba el Poeta. Tenía ese aire rockero porque era la época. El loco de Borg iba a Wimbledon y parecía que llegaba un Beatle. Nunca vi nada igual", retrató el entrenador respecto de lo que representaban los mejores tenistas en las décadas del '70 y del '80.

Después rememoró la época en la que Vilas intentó volver a jugar en el circuito, entre 1991 y 1992, una opción fallida dado que el tenis ya había cambiado y él tenía 37 años: “En la parte final de su carrera Guillermo siguió jugando de manera obsesionada. Mucho tiempo lo hizo en veteranos y algo de Challengers. No ganaba un partido. No hizo como Sampras que ganó el US Open y se fue a la mierda. Yannick Noah decía, en chiste, que estaba envejeciendo mal porque jugaba los torneos de veteranos; en el vestuario estaba muy concentrado y no podía ganar".

 

Imagen Vilas y el Flaco Spinetta.
Vilas y el Flaco Spinetta.
 

En los jóvenes años '90 el mejor tenista argentino, además de entrenarse y jugar en el circuito de mayores, tocaba y cantaba, tanto como vocalista de techno-house como en la etapa posterior de Dr. Silva, el nombre de la banda de rock denominada de ese modo por un anagrama de su apellido. “Lo vi cantar un par de veces en el Racket, vi varios conciertos, era muy techno. Guillermo quería triunfar: había triunfado en el tenis y quería hacer lo mismo con la música. Invirtió mucho en tiempo, músicos, promoción, guitarras. La música en ese momento iba por ese lado y, como lo vio en sus viajes a Europa, quiso ser uno de los pioneros de ese estilo acá en Argentina. Vino con esa alternativa y no estaba tan mal. Cantaba con su estilo", expresó.

Y se explayó sobre los momentos duros que le tocó vivir en cuanto a la opinión externa durante aquella etapa: "Fue bravo por las críticas: el ambiente del tenis es bravo y el ambiente de la música también. Un poco lo sufrió en la música, pero era amigo de muy chico de Spinetta. En 1974, cuando ganó el Masters, pasó a ser un tipo conocido, y los tipos conocidos tienen la posibilidad de conocer a otros conocidos. Se hizo amigo del Flaco y lo llevó una vez que se fue a jugar a Polonia. Imaginate que Guillermo es el padrino de Dante Spinetta".

También aclaró que, si bien hubo personalidades que tuvieron peso para que Vilas se convirtiera en el ícono contracultural que fue, él mismo tuvo mayor presencia en la conformación de su personalidad: “Guillermo siempre dijo que la influencia para la imagen emblemática que construyó fue Thomaz Koch. Creo que lo influencié más yo pero lo puso a él por el hecho de competir conmigo. Koch fue uno de los primeros que tuvo pelo largo, era zurdo, y venía por ahí. El otro tipo que tuvo mucha influencia en nosotros fue Torben Ulrich, de Dinamarca, el padre de Lars, el baterista de Metallica”.

Imagen de portada: Instagram Tito Vázquez