Pádel

Fernando Belasteguin: "Para el pádel haber llegado a Roland Garros es lo máximo"

El multicampeón y ex número uno del mundo de pádel contó las sensaciones de jugar el Premier Padel en la sede del Abierto de Francia.

Por Redacción EG ·

14 de julio de 2022

Fernando Belasteguin, el mejor jugador argentino de pádel de la historia y ex número uno del mundo durante 16 años consecutivos, admitió este jueves que "haber llegado a jugar en Roland Garros es lo máximo" y que "no existe nada superior", en alusión al Paris Major del circuito Premier Padel, que reúne a los mejores exponentes del planeta.

"Para el pádel haber llegado a Roland Garros es lo máximo, no existe nada superior a esto, más arriba no hay otra cosa", analizó el jugador nacido en Pehuajó hace 43 años.

Belasteguin, número uno del pádel mundial entre 2002 y 2017, compite en el París Major junto a su compañero español Arturo Coello, de 20 años, y en el debut confirmó su vigencia con una inapelable victoria sobre el ibérico Ricardo Martínez Sánchez y el brasileño Francisco Nunez Gómez por 6-2 y 6-3.

"Tengo la sensación de que me cerró todo a nivel profesional y lo que venga ahora es de regalo", añadió "Bela", dijo quien actualmente ocupa el noveno puesto del ranking mundial y admitió que no le quedan más de dos años de carrera, con fecha posible de retiro a fines de 2024.

El histórico jugador de pádel argentino atendió a Télam en una de las salas destinadas a la prensa debajo del imponente estadio Philippe Chatrier, el principal del coqueto complejo ubicado en el barrio parisino de Bois de Boulogne en el que Rafael Nadal construyó su leyenda con la conquista de 14 trofeos.

"Lo estoy disfrutando, venimos a ganar como lo hacemos siempre que encaramos un torneo y sería increíble poder llevarnos el título. Con Arturo tenemos la suerte de ser una pareja competitiva, podemos perder o ganarle a cualquiera, y que con mi edad llegue con esa sensación es algo para valorar", añadió el pehuajense en una entrevista con el periodista Christian Frigerio, de Télam, en París.



Belasteguin confesó que cuando se confirmó en abril de este año que el pádel iba a tener su Major en Roland Garros (los tuvo antes en Doha y Roma, y habrá un cuarto en Monterrey, México, a fin de año) en lo único que pensó fue en no lesionarse para poder estar.

"Luego de cuatro años seguidos castigado por lesiones, cuando se confirmó que se haría acá lo que pensé era en estar sano y bien para poder competir. A medida que se acercaba la fecha deseaba cada vez más estar en París", comentó Bela.

El jugador, quien presenció en la primera semana de junio la final que Nadal le ganó al noruego Casper Ruud para agigantar su leyenda, explicó que si bien está radicado en Barcelona desde hace 22 años no deja pasar un año sin visitar su Pehuajó natal.

"Vivo en España desde hace 22 años pero necesito estar en Pehuajó, la única vez en todo este tiempo que no estuve fue en 2020 por la pandemia de coronavirus, y lo sufrí bastante, al punto que tuve que acudir a un psicólogo",subrayó.

El jugador, casado con una odontóloga catalana y padre de tres hijos, todos nacidos en Barcelona, realizó mucho esfuerzo para poder jugar al pádel y su decisión de exiliarse se debe únicamente a que en Europa tendría más posibilidades de competir en los torneos.

"El pádel creció muchísimo y no es ajeno a la evolución de cualquier deporte, por eso hay que mejorar cada día en esta profesión porque sino te expulsa. No disfruto mi carrera, quizá lo haga cuando ya no juegue más, pero ahora no puedo porque únicamente pienso en mejorar", añadió Belasteguín.

El argentino comentó finalmente que la obsesión por mejorar cada día es lo que le permite competir a una edad en la que la mayoría de los jugadores ya están retirados hace rato.

"Me llena mejorar, gane o pierda en lo único que pienso es en mejorar, porque sé que compito con chicos de 20 años y jugar con ellos me mantiene vigente", concluyó Belasteguín en la calurosa tarde parisina en la que la ciudad celebró su fiesta nacional del 14 de julio, que recuerda la Toma de la Bastilla, en 1789, con un impresionante desfile militar en los Campos Elíseos.