Nadia Podoroska: "Me pregunté si iba a volver a ser la que fui"

Nadia Podoroska superó la pesadilla de las lesiones y, en Wimbledon pasado, volvió al circuito oficial después de diez meses se inactividad. En agosto último participó en su primer Grand Slam tras casi un año en el US Open, donde perdió en la primera ronda de singles ante la eslovaca Anna Schmiedlova.

La rosarina de 25 años dejó atrás una tendinopatía proximal en el isquiosural derecho, un dolor en el tendón del músculo de la cara posterior del muslo, muy cerca de la cadera. Fue una lesión de difícil identificación para ella y su equipo de trabajo.

Después de su gran temporada 2020, con la explosión mediática tras llegar a las semifinales de Roland Garros, la argentina nunca pudo hacer pie en el circuito mayor, en gran parte por la falta de continuidad que debió afrontar por los problemas físicos. Durante todo el año 2021 registró apenas 36 partidos, con un récord de 17 victorias y 19 derrotas.

Para encarar este fin de año, con la Billie Jean King Cup ante Brasil en Tucumán y el Argentina Open en Buenos Aires, Podoroska decidió cambiar de rumbo: finalizó el vínculo laboral con sus entrenadores Juan Pablo Guzmán y Emiliano Redondi.

“Fueron cuatro años maravillosos. No sólo en cuanto a rendimiento y por lo que crecí como jugadora de tenis, sino también porque los momentos que vivimos fueron muy lindos. Yo me fui a España por ellos, lejos de mi familia, y entendieron la situación. Tenemos una relación más cercana a la de una familia que a la de un equipo de trabajo, siempre con profesionalismo. Y tuvimos la suerte de que los resultados acompañaron”, le contó la rosarina.

Y agregó, en relación al largo parate por la lesión, en diálogo con ESPN Tenis: “Fue muy duro para todos no poder trabajar. Eso se sumó a mi regreso a la competencia y yo ya no recibía el mensaje de la misma manera. No era una relación desgastada porque era perfecta, pero no elograba lo que yo necesitaba en este momento. Por eso ambas partes decidimos lo mismo".

Además de la lesión, de extensa recuperación, Podoroska tuvo un contratiempo hormonal, un agravante que complicó los tiempos para el regreso. Así lo recordó: “Lo más duro estaba en la incertidumbre de no saber cuándo volvería a competir porque fueron varias lesiones. Llegó un punto en el que estaba recuperada de la tendinopatía en el isquiotibial pero no podía competir porque tenía un edema óseo en el pie. Tuve en el medio un problema hormonal muy grande. Fueron momentos en los que decía: 'Me recupero de esta y me va a venir otra'. En medio de esos pensamientos me preguntaba si iba a volver a ser la que fui".

Mientras Guzmán se encontraba con la francesa Caroline Garcia en las Finales WTA en Fort Worth, Texas, Redondi ayuda a Podoroska con la configuración de su nuevo equipo de trabajo. “Todavía no tengo idea cómo voy a seguir. Es una decisión que ya estaba tomada, pero fue hace poco. Quisiera mantener una base en Europa pero la pretemporada me gustaría hacerla en Buenos Aires, como siempre, por el clima y por la facilidad para viajar a Oceanía. Además, mi equipo físico (SportLab) y el de kinesiología (Diego Méndez) están también en Argentina. Pero al no tener tantas opciones en tan poco tiempo también estoy abierta a que se pueda hacer en otro lado", agregó, con vistas a 2023.