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Diego Schwartzman y la salud mental: "El alto nivel no me preparó para la frustración"

El Peque, número uno del tenis argentino, volvió a ganar luego de cuatro meses en el Abierto de Australia y habló de temas profundos para el deporte.

Por Redacción EG ·

25 de enero de 2023

DIEGO SCHWARTZMAN viene de sufrir un fuerte golpe en el Abierto de Australia luego de caer en la segunda ronda por 6-1, 6-4 y 6-4 ante el estadounidense J.J. Wolf (66º).

El Peque había llegado condicionado por su físico: arrastraba una distensión muscular en su pierna izquierda, una lesión que le impidió entrenarse con intensidad durante su estadía en Melbourne.

En la primera ronda jugó "empastillado" y pudo ganar su primer partido en el año: fue 6-4, 6-7 (8), 6-3 y 7-6 (5) ante el ucraniano Oleksii Krutykh (188º). Con ese partido cortó una malaria que arrastraba desde agosto del año pasado: acumulaba ocho derrotas consecutivas. La última vez que había ganado había sido en la segunda ronda del US Open, cuando derrotó al australiano Alexei Popyrin.

En plena estadía en Melbourne el número uno de la Argentina se tomó un tiempo para hablar de temas más profundos que abarcan el deporte: su permanencia en el top 25 del mundo -hoy es 26°-, la salud mental, las herramientas para manejar la frsutración y mucho más.

"En los últimos cuatro o cinco años tuve una carrera muy regular y de un nivel muy alto. Quizá nunca me pasó de tener un bajón de dos meses. Eso no me dejó ponerme a prueba. No sabía lo que se sentía. Ahora me lo tomé peor de lo que me lo tendría que haber tomado y eso afecta al juego, pero lo cierto es que es normal sentir cansancio y debilidad en el juego. Hice una buena pretemporada, por eso el retiro en Auckland me dolió mucho (NdR: por la lesión abandonó en el primer torneo del año)", explicó Schwartzman en una charla con Clay.

Después profundizó sobre su manera de jugar y la dificultad que requiere mantenerse entre los mejores, sobre todo por la velocidad con la que se juega hoy en día: "El tenis es mucho más moderno y la gran mayoría de los jugadores jóvenes tiene armas que les permite pensar un poco menos que lo que pienso yo. Tenemos que tener sensaciones muy buenas todo el tiempo. El tenis se va modernizando y esas sensaciones de los jugadores nuevos pasan más desapercibidas porque con dos tiros te pueden ganar los puntos. Nosotros tenemos que estar finos y sentir mucho tiempo todo".

Y agregó: "Lo empezás a notar cuando perdés algunos puestos y ves gente que te sigue y que te banca, que te empiezn a subir los números y las cosas que uno viene logrando en los últimos años. Ahí recién notás que te mantuviste mucho tiempo arriba. Vi que soy el cuarto argentino con más partidos de Grand Slam. Si te ponés a pensar es una locura. Pero con la vorágine del tenis es difícil de ver, es difícil de analizar; siempre uno quiere más".

En relación a su vínculo con la salud mental expresó: "Es un proceso que me cuesta. Me lo tengo que permitir. Soy alguien que mantiene los equipos de trabajo durante mucho tiempo. Sin embargo me cuesta encontrar respuestas rápidas. Los años pasados no me prepararon para la frustración. Fui cumpliendo siempre mis objetivos, siempre estuve subiendo en el tenis, mejorando. Y el año pasado no me sucedió. Logré muchas cosas positivas y aprendí a decir las cosas que me pasan. En este deporte solitario uno se las guarda demasiado. Siempre lo dije: si alguna vez iniciaba algún tratamiento no iba a ser directamente por ni para el deporte. Lo hago para disfrutar más de la vida. Si voy bien en el día a día, sea lo que sea que haga, me irá bien en el resto".