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Sebastián Báez: "Trabajo para ser mejor jugador y mejor persona"

El argentino de 21 años, ya asentado entre los 40 mejores del mundo, profundizó sobre la filosofía de trabajo que impulsa su entrenador, los objetivos y los consejos de Del Potro.

Por Redacción EG ·

24 de mayo de 2022

SEBASTIÁN BÁEZ no para de crecer en el circuito. Ya se codea con los mejores en los mayores escenarios del mundo, ya está instalado entre los 40 mejores del mundo y ya debutó en el cuadro de Roland Garros con una victoria. El foco, sin embargo, nunca deja de ser el mismo: la filosofía de trabajo.

El impulso más importante hacia las grandes ligas tuvo espacio el año pasado, cuando el argentino de 21 años conquistó seis títulos Challengers y finalizó la temporada en el top 100 del ranking ATP. El costo fue triple por tres razones: su condición de sudamericano, por la lejanía con los puntos neurálgicos; el congelamiento del ranking por la pandemia que protegía a los de arriba; y la falta de wild cards -no lo invitaron ni siquiera en los torneos de su país-. El mérito, entonces, tuvo otro sabor.

"El ranking estaba desordenado debido a la pandemia; era más difícil dar un salto significativo. Por eso también había muchos grandes jugadores en el circuito Challenger y era muy difícil ganar partidos. Fue complicado ascender en el ranking", recordó Báez, en diálogo con el periodista Saša Ozmo, de Tennis Majors.

Aquel 2021 que funcionó como catapulta ya quedó atrás: hoy la situación lo encuentra en el circuito mayor, con el respeto que le empiezan a tener los mejores jugadores del mundo. En enero ganó su primer partido en un cuadro de Grand Slam, en Australia ante Albert Ramos; en febrero alcanzó su primera final ATP en Santiago de Chile. El crecimiento es sostenido. En lo inmediato, lo mejor: acumula 11 triunfos en los últimos 13 partidos y, en el medio, conquistó su primer título de ATP en el torneo de Estoril.

"Soy de Argentina y todo fue un poco más difícil. Estamos muy lejos. Tardamos 13 horas en llegar a Europa y es mucho más caro. No tenemos el lujo que tiene la mayoría de los jugadores europeos: jugar un torneo y estar en casa en dos horas. En mi caso estaba motivado para lograr todo solo, con mi equipo. Me enorgullece que nadie nos haya regalado nada; todo lo logramos con nuestro esfuerzo y nuestro trabajo duro, sin mucha ayuda", reflexionó el ex número uno del mundo junior.

El gran faro de Báez en este largo camino en el circuito se llama Sebastián Gutiérrez y es su entrenador desde hace siete años. Las palabras del actual 36º del mundo hablan por sí solas: "Seba significa todo para mí. Esa es la verdad. Lo conozco desde 2016: estuvo conmigo en cada paso del camino. Me convertí en el número uno del mundo en juniors con él. Gané mis primeros puntos ATP con él. Me ayudó a comprender cómo funciona el juego".

También eligió profundizar en ese vínculo: "Nos unimos no sólo como jugador y entrenador sino también en lo personal. Me guió para encontrar las formas adecuadas de hacer las cosas y también me ayudó a desarrollarme como persona. Es un gran ser humano; probablemente sea la persona más importante para mí".

El trabajo duro es el sendero que genera mayores dividendos en la filosofía del tándem Báez-Gutiérrez. El jugador lo tiene muy claro y los objetivos se renuevan: "Sebastián y yo hablamos de que lo correcto es no tener metas en términos de puntos, ranking, victorias o derrotas. Pero a veces una persona necesita tener un objetivo determinado enfrente. A fines del año pasado, entonces, nos propusimos la meta de estar entre los 50 primeros, algo que ya logramos. Mi enfoque nunca estuvo en los resultados sino en el 'cómo'. Es decir, cómo llegar a esos resultados. Cómo prepararse, cómo entrenarse, cómo comportarse entre los entrenamientos, cómo actuar el día antes y el día después de los partidos. Me fijo en esos detalles para dar pasos firmes y llegar al nivel de elite al que aspiro. Trabajo para ser mejor jugador y mejor persona".

Báez, como cada jugador del mundo, tiene figuras en las que reflejarse. Los observa y absorve la información para aprender, crecer y mejorar. "Admiro mucho a Novak Djokovic porque es un gran luchador y mantiene la cabeza fría. Me gustaría aprender más de él. Es una leyenda de nuestro deporte. También admiro a Rafael Nadal y Roger Federer. Y a Del Potro, por supuesto: trato de estudiar sus formas para ser mejor cada día".

Juan Martín Del Potro configura una imagen muy especial para Báez por el trato cercano que tiene con su entrenador Gutiérrez, quien fuera parte del cuerpo técnico de Daniel Orsanic durante la conquista de la Copa Davis en 2016. "Mi entrenador y Juan Martín tienen una relación tremenda. Por eso siempre estamos en contacto. Me pregunta cómo me siento, si me puede ayudar en algo, para darme un consejo. Es un privilegio estar cerca de un gran jugador que hizo cosas increíbles en su carrera. Trato de tomar la forma con la que fue capaz de alcanzar un nivel tan alto".

"Con trabajo duro se puede conseguir cualquier cosa". El mensaje es de Gutiérrez y Báez lo rescata como uno de los mejores consejos: "Sebastian siempre me repite esa frase. Además dice que, con ser inteligente y soñar en grande, nadie puede detenerte. En una práctica Del Potro me dijo que siempre creyera en mí y en mis habilidades porque estoy en el camino correcto con el equipo correcto. Eso significa mucho".