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Polémica en Miami: el injustificado pedido de Federico Coria

El argentino perdió con el estadounidense Jenson Brooksby pero antes, en el tercer set, solicitó la descalificación de su rival por un incidente previo con un ballboy. ¿Tenía razón? Mirá los antecedentes y los videos.

Por Redacción EG ·

24 de marzo de 2022

FEDERICO CORIA se despidió este miércoles en la primera ronda del Masters 1000 de Miami, en el Hard Rock Stadium, después de perder 3-6, 6-2 y 6-3 ante el estadounidense Jenson Brooksby (39º), en un partido que tuvo muchos vaivenes y estuvo, sobre todo, envuelto en una desmedida polémica.

Coria le solicitó al umpire brasileño Carlos Bernardes, en un momento del tercer set, que descalificara a Brooksby por un incidente que protagonizó el jugador local con un ballboy. ¿Por qué?

Brooksby ya tenía un warning por haber roto su raqueta al finalizar el primer set. Ya en el segundo, cuando ganaba 4-1, la revoleó hacia atrás y golpeó los pies de un ballboy pero sin generar un daño mayor. Bernardes aplicó el segundo wawning y, según las normas, lo penalizó con un punto.

Coria le pidió a Bernardes una sanción mayor, incluso cuando no lo amparaba el reglamento. El brasileño le dijo que fuera él mismo a preguntarle al ballboy cómo se encontraba. La descalificación que pedía Coria no tenía sustento reglamentario.

En este caso Brooksby debiera haber sido descalificado con uno de los dos siguientes condicionantes: un tercer warning, que por sí mismo admite el default, o un daño mayor para el tercero en cuestión, como le sucedió, por caso, al serbio Novak Djokovic en el US Open 2020, cuando fue eyectado del torneo por pegarle un pelotazo a una jueza de línea y dejarla sin respirar por unos segundos.

En aquel momento Djokovic estuvo bien descalificado: no fue juzgado por la intención de golpear a la jueza, sino por la intención de impactar la pelota de forma negligente sin contemplar el riesgo ni las consecuencias. La infracción quedó encuadrada bajo la figura de "abuso de pelota" y la sanción resultó el "default".

Días antes, en el mismo US Open, el esloveno Aljaz Bedene impactó con la pelota a un camarógrafo y recibió un wawrning. ¿Por qué? La consecuencia no fue relevante y el hombre no sufrió mayores inconvenientes. En el caso Djokovic, por el contrario, la jueza debió ser atendida por la dificultad para respirar. La pequeña interpretación tiene que ver con la reacción del tercero, que fue muy diferente a la que tuvo el ballboy después del raquetazo de Brooksby.

"Creo que el reglamento tiene muchos grises. Considero que si vos agredís a alguien de la cancha debería ser default y no medir la fuerza o la potencia con la que va la raqueta. Cuando él revoleó la raqueta por segunda vez, porque ya lo había hecho en el primer set, lo tocó al ballboy. Ahí la ATP se va a tener que poner de acuerdo para ver cómo es el reglamento porque, creo yo, agredir a alguien de la cancha debería ser default si queremos un deporte blanco. Le dije al umpire: 'Carlos, me decepcionaste'. No sé por qué actuó así; mínimo debió preguntarle al ballboy cómo estaba", explicó Coria con Miche.

En definitiva el pedido de Coria quedó sin efecto y Bernardes actuó sin fallas, según el reglamento, y permitió que Brooksby pudiera terminar el partido, así como le sucedió, por ejemplo, a su hermano Guillermo, hoy capitán de Copa Davis, en la recordada semifinal de Roland Garros 2003.

Aquel partido, que terminó en derrota 7-6 (4), 6-4 y 7-6 (0) ante el sacador holandés Martin Verkerk, Coria revoleó su raqueta en el último punto del primer set y golpeó a una alcanzapelotas. El Mago, ante el temor de la descalificación, actuó de inmediato: se sacó la remera, se la regaló a la pequeña ballboy y le pidió perdón.

El umpire Cedric Mourier, después de consultar con los supervisores del torneo y con la propia alcanzapelotas, consideró que el daño había sido menor y que la intención no había sido golpear a la niña. Por eso decidió no penalizar con el default, aunque sí, como corresponde, le aplicó a Coria un warning, lo mismo que hizo Bernardes con Brooksby.