Grand Slam

La fuerte confesión de Diego Schwartzman en Australia

El Peque cortó la mala racha y venció 6-4, 6-7 (8), 6-3 y 7-6 (5) al ucraniano Oleksii Krutykh (188º) en su debut en el primer Grand Slam del año.

Por Redacción EG ·

17 de enero de 2023

DIEGO SCHWARTZMAN rompió la mala racha y ganó su primer partido de la temporada: se metió en la segunda ronda del Abierto de Australia tras vencer 6-4, 6-7 (8), 6-3 y 7-6 (5) al ucraniano Oleksii Krutykh (188º).

El número uno argentino se impuso en un choque que incluso tuvo un parate por la "regla del calor" extremo: cuando sacaba 5-3 para quedarse con el tercer parcial el partido se paró por la salud de los jugadores.

Además jugó con medicación dado que había estado en duda su presencia en la previa del torneo: padece una distensión muscular en su pierna izquierda, una lesión que le impidió entrenarse con intensidad desde su arribo a Melbourne.

”La preparación no fue la mejor. No pude entrenarme con otros jugadores y recién ayer hice algunos puntos con uno de los chicos de ‘sparring’ que te ofrece el torneo. Era un poco una incógnita y por suerte salió bien. Es difícil preparar así un partido pero también sé que me siento fuerte en los Grand Slams”, deslizó en diálogo con ESPN, después de cortar una malaria de ocho derrotas consecutivas. La última vez que el Peque había ganado en el circuito fue en la segunda ronda del US Open, cuando derrotó al australiano Alexei Popyrin. 

El partido ante Krutykh se extendió durante más de ocho horas por el parate impuesto debido a la regla del calor extremo. El Peque opinó al respecto: “Claro que hacía calor pero no sé si tanto como para frenar. En el vestuario nadie entendía por qué se habían parado los partidos. La regla no puede ser para un torneo; tiene que ser para todos. Ahora cuando juguemos en Buenos Aires y en Río de Janeiro deberían parar los partidos todo el tiempo. Cuando las máquinas llegan a un número se para sin tener en cuenta el momento del partido: yo estaba 5-3, a punto de ganar el tercer set. Eso no existe”.

Sobre su lesión habló sin tapujos: ”Jugué empastillado. El jugador al que me enfrenté no generaba peloteos muy largos y eso me ayudaba a no tener que correr tantas veces y no sentir dolor. Se hacían los puntos más cortos y me ayudaba. Si me tocaba un rival con más experiencia quizá no me presentaba”.

Y se extendió: “Cuando corría para el revés me molestaba. Por eso usé mucho el slice. Recién al final del partido me pude olvidar un poco de la lesión. Pero estaba recontra empastillado. Me empastillé a la mañana y otra vez a la tarde. Todo legal, obvio. A mí no me gusta tomar muchas cosas pero no me quedó otra. Todo lo legal que se podía usar estaba dentro de mi cuerpo”.