Grand Slam

RAFAEL NADAL: "MI LESIÓN NO TIENE SOLUCIÓN"

El español habló del problema congénito que arrastra en el pie izquierdo y contó cómo hizo para superar los inconvenientes y ganar el Abierto de Australia.

Por Redacción EG ·

01 de febrero de 2022

RAFAEL NADAL sorprendió al mundo cuando apenas tenía 19 años. Si bien ya había exhibido antes gran parte de su potencial, la temporada 2005 resultó consagratoria tras la conquista del primero de sus 20 títulos de Grand Slam en Roland Garros. Aquel año ganó otros diez trofeos, incluidos los Masters Series de Montecarlo, Roma, Montreal y Madrid, este último sobre cancha dura bajo techo.

Después de ganar el único torneo de su vida en cemento indoor contó que, al día siguiente, se levantó con una renguera: tenía una enfermedad del escafoides, partido a la mitad por ser más fino que lo común. Desde aquel entonces el español arrastra una lesión en el pie izquierdo llamada Síndrome de Müller-Weiss, una anomalía en el desarrollo del tejido del escafoides tarsiano que se produce en la infancia y se sufre en la edad adulta.

En junio pasado, después de Roland Garros, Nadal debió parar por los dolores en el pie izquierdo y, pese a haber intentado regresar en Washington, en agosto pasado, tuvo que volver a frenar hasta principios de este año. La vuelta resultó asombrosa. Cuatro meses atrás estaba en muletas pero enero fue soñado: hilvanó 11 triunfos consecutivos para consagrarse en el ATP 250 de Melbourne y ganar su 21° Grand Slam en el Abierto de Australia.

"Pensaba que a lo mejor era difícil volver a jugar. Porque estaba trabajando sin ver evoluciones positivas en el pie, con muchos días de frustraciones y momentos difíciles con el equipo. También conversaciones con mi familia sin ver un camino a seguir que fuera viable. Pero poquito a poco las cosas fueron a mejor, los tratamientos hicieron un poquito su efecto. Ya sabemos que lo que tengo no tiene solución, pero al menos había que intentar buscar algo que me permitiera poder jugar. Y estas tres semanas me han permitido hacerlo, algo que para mí es increíble", contó en diálogo con el diario español AS.

Además habló en relación al retiro, una opción que no fue demasiado lejana en los últimos meses, sobre todo por sus 35 años de edad: "Al final me gusta lo que hago, me apasiona el tenis, pero nunca he tenido miedo del retiro, porque tengo una vida lo suficientemente feliz fuera de este deporte para que no sea un trauma cuando ocurra. Pero cuando uno tiene la ilusión de seguir y se esfuerza diariamente como he hecho durante todos estos meses, tiene la ilusión de volver y sentirse jugador, profesional y competitivo. Para mí, evidentemente, ganar el torneo ha sido increíble, pero creo que verme realmente competitivo y otra vez como jugador de tenis profesional, ser capaz de entrenarme y de pelear con los mejores hace que esa sensación sea igual de bonita que llevarse el título",

 

Imagen Rafael Nadal, en la tradicional sesión de fotos en Melbourne.
Rafael Nadal, en la tradicional sesión de fotos en Melbourne.
 

Y amplió: "No he pensado en el retiro porque uno no quiere pensar eso cuando no quiere retirarse. Había alguna posibilidad, no de retirarme sin volver a jugar, porque al final hubiera vuelto a hacerlo, pero sí de no poder volver a jugar a un nivel competitivo"

"Después de la operación no mejoré como esperábamos o al menos tardé más. Después decidimos cambiar unas infiltraciones con factores, para ver si seguía mejorando, y ahí vi un poquito la luz. Tras casi dos meses di un pasito adelante que me permitió empezar a entrenarme un poquito, a moverme más y, aunque combinaba días correctos con días malos, al menos empezaba a haber algún día correcto. Para mí esto era la vida y a partir de ahí, aunque siguió habiendo días malos, poco a poco, con antinflamatorios, pude seguir con los entrenamientos. El hecho de que pudiera jugar en Abu Dhabi -la exhibición tras la que se contagió de covid- para mí significó mucho. Después pasó lo del virus, que supuso un freno tremendo", profundizó sobre lo que debió atravesar los últimos meses.