Selección Argentina

Lionel Scaloni, las "filtraciones" y para quién juega el periodismo

El entrenador de la Selección Argentina mostró su enojo con la prensa por dar a conocer una información en un entrenamiento cerrado.

Por Panqui Molina ·

08 de diciembre de 2022

 

UNA MOLESTIA MUSCULAR DE RODRIGO DE PAUL rompió la armonía y se convirtió en una cuestión de Estado, en la previa al partido contra Países Bajos.

El episodio escaló a niveles impensados, siempre en el terreno de los supuestos, ante la falta de una versión oficial. Hasta que Lionel Scaloni mostró su enojo con la prensa por dar a conocer una información en un entrenamiento cerrado.

Un problema menor en la larga historia de Argentina y la Copa del Mundo si tenemos en cuenta que antes de México 1986 hubo un plan orquestado por el gobierno, con la complicidad de un sector del periodismo, para terminar con el ciclo de Carlos Bilardo. O cuando en Francia 1998 el rumor de un supuesto caso de doping de Juan Sebastián Verón terminó la relación de los jugadores con la prensa. Se presentaban a las conferencias en masa y daban respuestas monosilábicas. En 2018, el Mundial del descalabro, Javier Mascherano llegó a plantear que tenía intervenido el teléfono y las versiones del conflicto interno entre los jugadores y el cuerpo técnico estaban a la orden del día.

 

Scaloni, de cara al duelo de mañana ante Países Bajos
 

 “¿Jugamos para Argentina o para Países Bajos?”, les preguntó Scaloni a los periodistas sin esperar una respuesta. En su intento de enseñar cómo ejercer la profesión hay un mensaje hacia adentro. ¿De dónde sale la información en una práctica a puertas cerradas hecha para que no se sepa lo que sucede? Siempre es más fácil enojarse con el periodismo y no con el que pasa la información.

El deseo de que a Argentina le vaya bien puede convivir con informar, que es, de mínima, el trabajo del periodista. Siempre hablando del terreno de lo que sucede (la molestia muscular de De Paul), y no de lo que se inventa (De Paul está desgarrado), hablar de “filtración” es una subestimación al rol de la prensa. Las cosas no “se filtran” solas. Es la búsqueda y la necesidad de dar a conocer lo que otros no quieren que se sepa. Es parte del oficio. Y el secreto de las fuentes tiene su fundamento constitucional.

La mejor manera de comunicar es haciéndolo y en este caso resulta curioso que no se hayan usado los canales oficiales de la Selección Argentina. Aunque suene una obviedad, no comunicar también es una forma de hacerlo. Es posible homogeneizar la información para desalentar las versiones periodísticas.

Que la derrota en el debut contra Arabia Saudita no haya sido una catástrofe mayor fue, en parte, porque los propios jugadores salieron a dar la cara y brindar un mensaje esperanzador. El “que la gente confíe, que este grupo no los va a dejar tirados” de Messi era todo lo que se necesitaba escuchar después de semejante derrota inesperada. 

Nadie gana o pierde partidos por saber comunicar, pero sí se puede evitar un problema innecesario como todo lo que se generó alrededor de la molestia muscular de De Paul.

FOTO DE PORTADA: JUAN MABROMATA / AFP