ATENCIÓN FUTBOLISTAS: SI VENDEN UN AUTO, MEJOR CUÍDENSE DE SUS PROPIOS COMPAÑEROS
Intentar robarle a un compañero no está nada bien, pero ocultar cadáveres en las rutas, decididamente menos.
Por Redacción EG ·
10 de enero de 2007ROBÓ, HUYÓ Y LO PESCARON
El cantito más temido del fútbol argentino, el "vayanse y no roben más", al final tiene mucho más de razón que lo que uno piensa. O al menos eso lleva a pensar la historia de Sergio Umpiérrez, hasta hace horas, jugador de Gimnasia y Esgrima de Concepción, hoy en la cárcel.
Al parecer, Umpiérrez se enteró de que su compañero de equipo, Cristian Cergneux, acababa de vender un auto por 15 mil pesos. Y quizás previendo escasez a la hora del cobro de sueldos y primas, decidió darse una vueltita por la casa de Cergneux.
Lo recibió la madre, que le abrió por ser compañero de su hijo en el equipo. Pero no muy buen compañero, porque una vez que estaba adentro, Umpiérrez sacó una pistola calibre 22 y pronunció la frase mágica: "Dame toda la plata". La madre de Cergneux se resistió, luego se produjo un forcejeo y la señora terminó en el piso, con la cabeza ensangrentada.
Umpiérrez, al ver que la cosa se complicaba, salió corriendo con la ropa llena de sangre. Fue detenido cerca del lugar. El club decidió darle de baja inmediatamente a él y a su hermano, Alejandro.
ÁRBITROS DESUNIDOS
Dos árbitros españoles, de 19 y 26 años respectivamente, murieron como consecuencia de un accidente de tráfico en Camargo, Cantabria. En el choque, en plena ruta, también resultaron heridos dos árbitros más: el que manejaba y un acompañante.
Lo curioso es que en el momento de ser atendidos, los heridos aseguraron que en el auto no viajaban más que ellos dos. Un par de días más tarde, los hombres de mantenimiento de la ruta descubrieron que cerca del lugar del accidente estaban los otros dos cadáveres. Los sobrevivientes podrán seguir su carrera como árbitros, pero seguramente en partidos de la cárcel, acusados de homicidio culposo, abandono de persona y falso testimonio.
