Las Crónicas de El Gráfico

1993. La Plata tiene un sueño único

Es el estadio que empezará a construirse el año próximo y que tiene a un arquitecto de lujo: el hijo del Nolo Ferreira. Un propósito postergado por mucho tiempo se pone en marcha.

Por Redacción EG ·

26 de marzo de 2020

 

La idea tiene sus años

Muchos intentos se acumularon y frustraron por casi tres décadas, y en más de un platense quedó clavada la espina, cuando "su" ciudad perdió la chance de ser sede para el Mundial '78. Pasó el tiempo y, por culpa de triperos o pinchas, de proyectos políticos inconclusos, o de enfrentamientos circunstanciales, la construcción del estadio único se pareció más a una quimera que a una realidad. Por eso, allá por noviembre de 1989, cuando la Municipalidad de La Plata invitó a los clubes Gimnasia y Estudiantes a participar de la creación de una comisión tendiente a reactivar el tema del estadio único, un camino firme y serio comenzó a recorrerse. Una idea que fue recibida con entusiasmo por la mayoría de los platenses, más allá de la bronca expresada por algún barrabrava. Un viaje que, con varias escalas intermedias, se espera que llegue a buen y definitivo destino a comienzos de 1996.

El desafío tiene sus porqué

Las canchas actuales de Gimnasia y Estudiantes se deterioraron con el paso del tiempo, y con esto disminuyeron su seguridad y capacidad. Los tablones ya no están como antes y las recaudaciones, en dos estadios que apenas pueden albergar a 20.000 personas cada uno, no son muy altas. Incluso, en muchos partidos contra los grandes, deben mudarse con la consiguiente desventaja deportiva que eso significa. Pero el nuevo escenario, además de llevar las localidades a 34.000 y terminar con esas dificultades, incluirá dos condimentos adicionales: será un importante centro de recitales y festivales como no existe hoy en La Plata, y también permitirá -debido a las amplias dimensiones del terreno- la práctica del rugby, que tomó un gran impulso en la ciudad en los últimos tiempos.

 

Imagen La maqueta del estadio -con su forma particular- y la zona que será parquizada.
La maqueta del estadio -con su forma particular- y la zona que será parquizada.
 

El arquitecto tiene su apellido

Ferreira hay muchos, pero Nolo, apenas uno. ¿Quién no recuerda o leyó alguna vez algo sobre "Los Profesores", aquel magnífico equipo de Estudiantes de comienzos de la década del '30, cuya línea delantera formaba con Lauri, Scopelli, Zozaya, Ferreira y Guaita? iCómo se hubiera emocionado el Nolo, aquel "piloto olímpico", hijo mimado y prodigio de la ciudad, si supiera que su hijo Roberto -50 años, habitante de Barcelona desde 1978- es el arquitecto encargado de llevar adelante el proyecto del estadio único! "Yo quería volver al país, a mis raíces, pero todo se dio de una manera muy fea. Era diciembre del año pasado cuando falleció mi hermano Manuel, y al llegar acá me enteré del Concurso Nacional de Anteproyectos. Presenté el mío y regresé a Barcelona; a las 2 de la mañana del 27 de abril, un periodista amigo del diario "El Día" me avisó que el trabajo mío había ganado entre los 79 presentados... Tardé unos minutos en reaccionar, pensé que estaba soñando", recuerda Roberto.

EL ESTADIO EN NÚMEROS

34.000 espectadores distribuidos en dos plateas laterales, una techada con 7.000 asientos con apoyabrazos, otra de 7.000 con graderías numeradas y en dos cabeceras con capacidad de 10.000 cada una.

2.100 cocheras para el estacionamiento de autos, compuestas por 2.000 reservadas para el público asistente y 100 para autoridades y periodistas. 150 ubicaciones para la prensa, con el siguiente reparto: 40 cabinas de radio, 10 de televisión y 100 pupitres para medios escritos.

100 sectores para el estacionamiento de ómnibus.

80 palcos preferenciales con sanitarios y servicios de bar para cuatro u ocho personas.

30 hectáreas -algo así como 30 manzanas- destinadas al predio donde se construirá el estadio, que incluye los estacionamientos y la parquización del entorno.

25 cabinas telefónicas para la utilización de la prensa.

4 vestuarios con áreas para masajes, utilería, dependencias higiénicas y sanitarias.

2 gimnasios para calentamiento.

 

La obra tiene su espacio

Allá por donde alguna vez corría el límite de la ciudad -en las avenidas 32 y 25-, se levantará el nuevo estadio. En la actualidad, es un lugar donde muchos colegios practican sus deportes, y que se conservará en el futuro predio. Incluso el estadio provincial que allí se encuentra, se rodeará de canchas de fútbol para los chicos. Una decisión importante en la construcción, es que el esta-dio no se erigirá con gradas prefabricadas sobre una estructura soporte, sino que se apoyará en la misma tierra, a través de una modificación de la topografía. En forma subterránea se harán la zona de vestuarios y otras salas, y de esta manera, se aprovechará un espacio que por lo general es de difícil utilización. Habrá también varios sectores de salida, que permitirán una desconcentración rápida, sobre todo a través de los caminos internos del predio, donde la circulación de autos estará prohibida.

 

Imagen El arquitecto Roberto Ferreira, Nolo como su padre, en la zona donde se levantará la soñada cancha.
El arquitecto Roberto Ferreira, Nolo como su padre, en la zona donde se levantará la soñada cancha.
 

La forma tiene su sentido. No es común ver un estadio en forma de "ocho". El arquitecto lo explica: "La historia de cada club es, de alguna manera, la de sus estadios, que los identifican, que resguardan la memoria de una tradición entrañable. Entonces surgen las preguntas, ¿cómo mantener la identidad de los clubes, la dialéctica entre ellos? ¿Cómo conseguir una identificación de cada uno con el Estadio? ¿Hay alguna manera de reflejar en la forma del Estadio, en su arquitectura, esa dualidad?... Sí, haciendo dos estadios en uno, con dos centros, que simbolizan la rivalidad, pero que conservan a la vez su independencia. De esta forma, los hinchas de Gimnasia y Estudiantes no compartirán butacas ni escalones cuando jueguen allí. No habrá una tribuna local y otra visitante, sino una de triperos y otra de pinchas". Pero no es éste el único elemento innovador. "Si uno observa el área de construcción del estadio -continúa Ferreira-, la zona plantea una gran analogía con el Paseo del Bosque, donde hoy se levantan las canchas de Gimnasia y Estudiantes, con dos diagonales, que se asemejan a las avenidas Iraola y Centenario, y otros detalles más. Es que cuando uno cambia de casa, de ciudad, de país, lleva consigo aquellos objetos que protegen la memoria, que permiten que relampaguee el recuerdo. Por eso, el ordenamiento lo pensé así". Para el arquitecto, allí están las dos claves que le permitieron adueñarse del proyecto.

El presupuesto tiene su banca. Alrededor de 15 millones de pesos es lo que se necesita para construir el estadio y ponerlo en funcionamiento. De esos, unos 5 millones los aportaría el gobierno de la provincia, que está muy interesado en concretar una obra en la capital de Buenos Aires. Además, podría ser declarada de interés provincial. El resto se autofinanciará con la venta anticipada de palcos y plateas a largo plazo: con 7.000 palcos a 2.000 pesos cada uno se llega a 14 millones. Claro que 2.000 pesos no es cosa de todos los días, por eso cada ubicación se pagará en cuotas anuales de bajo valor a distintos bancos, que serán los encargados de aportar el dinero inicial.

El proyecto tiene su cabeza. Una vez por semana se reúnen y discuten. "Tengo que cuidarme y mediar -sonríe Ferreira-, porque están las tazas de café rojas y blancas y las azules y blancas. A veces tomo en unas, a veces en otras..." Es sólo un chiste, porque según cuenta el arquitecto, el clima que reina en la Fundación Estadio Ciudad de La Plata -la encargada del proyecto- es de gran entusiasmo. La Fundación, integrada por cinco miembros de cada club, está encabezada por el presidente de Gimnasia, Héctor Delmar, y el año que viene pasará a manos del N° 1 de Estudiantes. Hoy se encuentran en etapa de conversaciones y análisis de costos, y en marzo de 1994 se llamará a licitación pública para la edificación de la obra, que se hará en dos períodos: 1) Estadio y área circundante y 2) Urbanización, parquización y forestación del entorno.

Todo parece encaminado: los pasos se dan con firmeza, los plazos se cumplen con exactitud, la continuidad política asegura el futuro y los sueños de muchos avizoran un final postergado por muchos años. Que los platenses tengan su estadio único.

DIEGO BORINSKY

Notas: HECTOR COLLIVADINO

Fotos: JORGE ALOY