Las Crónicas de El Gráfico

2000. Talleres le metió seis a Belgrano

Talleres, dirigido por Ricardo Gareca, no tuvo piedad contra su clásico rival de toda la vida, le ganó por 6 a 0. El partido fue suspendido a poco del final por hechos de violencia.

Por Redacción EG ·

12 de enero de 2020

En el estruendo de los petardos, del aliento incesante, podría decirse que empataron. Pero en el campo de juego quedó bien en claro el presente muy diferente de Talleres y Belgrano. Los de Gareca hilvanaron un 6 a 0 que todavía resuena como un cachetazo en cada rincón del Barrio Alberdi.

Entre los gritos hirientes de “¡Hijos nuestros!”, “¡Soy taiere, taiere yo soy!” y el aluvión de goles, la barra pirata juntó presión, descargó su ira con proyectiles de todo tipo y ya en el primer tiempo, cuando la cuenta llegaba a tres, obligó a Angel Sánchez a pensar seriamente en la suspensión del clásico. El juez, que mantuvo un prolongado diálogo con la policía y los bomberos, concretó su decisión a los 88 minutos, cuando todavía faltaban dos para el final.

El doble objetivo de los revoltosos era que Talleres no pudiera festejar en paz y que los dirigentes de Belgrano supieran que ellos se van cansando de la falta de reacción del equipo y de las abultadas derrotas que se suceden.

 

Hablando en fútbol

Más allá de lo pasional, está claro que Talleres, con o sin Julián Maidana en la defensa, apunta a repetir la muy buena campaña del Apertura potenciada por la conquista de la Copa Conmebol. Rodrigo Astudillo y Manuel Santos Aguilar (el hombre que a partir de su tercer ojo tatuado parece ver cada vez mejor la cancha) le dan autoridad al juego de la mitad de la cancha y a la llegada. Junto al despliegue de Darío Gigena y al oportunismo del Loco Marzo, apareció un pollo de Gareca, Marcelo Sarmiento, que hizo un golazo a la brasileña para certificar la goleada ante el eterno rival.

Belgrano está en las antípodas. Sin rumbo y sin fe. A la espera de algún refuerzo providencial que por las dificultades económicas no será fácil de concretar. Otro que está en tiempos de ajuste.

Imagen Maidana, Marzo y Astudillo, las caras de un Talleres que sigue de fiesta.
Maidana, Marzo y Astudillo, las caras de un Talleres que sigue de fiesta.

 

Sobre paternidades

Con la goleada del sábado, Talleres ratificó su paternidad en el clásico. El 6-0 fue el tercer triunfo consecutivo de la T, que había ganado por 3-1 el 3 de octubre en el último Apertura (goles de Pino, Gigena y Astudillo, señalando Montenegro para Belgrano) y por 2-1 el pasado 12 de enero por la Copa Ciudad de Córdoba, con sendos goles de Astudillo, y Amaya para Belgrano.

El último punto de Belgrano en el clásico fue el 0-0 de local en el Clausura ‘99, empate sumamente “cuestionado” y que permitió a ambos asegurarse su permanencia en Primera División.

La paternidad de Talleres se ratifica aún más si se considera que de los últimos 13 clásicos (entre partidos oficiales y amistosos), Belgrano sólo pudo ganar uno, el encuentro revancha por la final por el título del Torneo de la B Nacional ‘97/98, cuando se impuso por 2-1 en los 90 minutos, pero luego perdió el ascenso al caer en los penales (en el partido de ida Talleres había ganado por 1-0). Ese partido se disputó el 5 de julio de 1998. En los otros 12 hubo 8 triunfos de Talleres y 4 empates.

La anterior victoria de Belgrano se remite a la primera rueda del Torneo Clasificación del Nacional B ‘96/97, cuando el Celeste se impuso por 2-0 de local, con goles Gigena y García.

 

 

Por DANIEL POTENZA (2000).