Las Entrevistas de El Gráfico

Mariana De Almeida: "El VAR es una herramienta más; no viene a cambiar el fútbol"

Es una de las mujeres que hicieron y hacen historia en el fútbol local y mundial. Repasamos la carrera de la estudiante de periodismo deportivo que descubrió la pasión por el arbitraje.

Por Pablo Bomarito ·

21 de marzo de 2022

Pensar en la Argentina del año 2000 es hablar de otra vida, de otro país y hasta de otro fútbol. Racing todavía no había podido romper la sequía de 35 años sin campeonatos, el Boca de Carlos Bianchi iniciaba su ciclo triunfal, mientras que la Selección, con Marcelo Bielsa a la cabeza, desfilaba en las eliminatorias para Corea y Japón de 2002.

El periodismo deportivo estaba en ebullición por las nuevas tecnologías y las posibilidades laborales. En ese contexto Mariana de Almeida fue una de tantas chicas que se embarcaron en la ilusión de comunicar, de contar, de escribir, de hacer periodismo. Pero el destino le tenía reservado otro lugar.

-¿Por qué elegiste ser árbitra?

-La verdad es que el arbitraje lo descubrí a través del periodismo deportivo. Estaba haciendo la carrera y lo pensé como un complemento, conocer el reglamento a fondo me iba a dar las herramientas para poder dar una opinión más fundamentada. Comprender el reglamento no solo es la letra fría, sino también el espíritu.
Ernesto Binda (NdR: ex árbitro entre 1965 y 1980), que era el profesor de reglamento de fútbol, me decía que era la única que le prestaba atención toda la clase y la que más le preguntaba. Él me insistía para que me anotara en el curso de árbitro. En la época en la que estudié periodismo no había muchas mujeres, estaba convencida de que tenía que sumar conocimientos más técnicos y específicos para ser mejor cada día.

-Eso que buscaste como una herramienta para manejarte en el periodismo, ¿cuándo terminó de atraparte?

-En el segundo año de la carrera de arbitraje comenzamos con las prácticas, empecé a arbitrar y me gustó estar en el campo de juego, ver todo desde otro lado. Nunca había jugado al fútbol, lo único que había hecho era handball en la escuela; era bastante vaga para la parte física. Fue todo un desafío para mí desde ese aspecto. Empecé a dirigir lo que era la Liga intercountry, los sábados a la mañana con los más chiquitos. Después llegó el momento en el que me dijeron que el periodismo y el arbitraje no iban a ser compatibles y que tenía que decidirme por una de las dos. Allí prevaleció el arbitraje. El periodismo es una carrera que no tiene vencimiento y la puedo retomar el día de mañana cuando me retire.

-Arrancaste a dirigir en una época que no había muchas mujeres…

-Éramos pocas, es cierto. Estábamos Florencia Romano, Salomé Di Iorio, Sabrina Lois. Estela Álvarez, Eugenia Rocco y yo.

-¿Cuál fue tu primer partido como profesional?

-Arrancamos a dirigir infantiles, el primero fue Lamadrid y JJ Urquiza. Después vas subiendo de categoría, vas dirigiendo otras categorías juveniles. En octubre de 2006 debuté como asistente en reserva; ese fue el primer salto grande, dirigir un preliminar.

¿Qué partido fue?

La reserva de Racing y Colón. Éramos tres chicas: Salomé Di Iorio la árbitra y Eugenia Rocco y yo las asistentes. En el primer tiempo no había mucha gente, pero ya en el segundo había más concurrencia y estuvo muy bueno. Sentir la hinchada, la primera sensación de estar en un partido con público, es impagable.

HISTORIA VIVA


Mariana De Almeida y Daiana Milone se convirtieron en las dos primeras mujeres en formar parte de una designación arbitral para un partido de Copa Libertadores.
El partido fue Racing Club vs. Nacional de Montevideo,“Es cierto que se debió a casos de COVID, pero confiaron en nosotras pese a que hacía siete meses que no dirigíamos, y de lo que significa asignar jueces del país del equipo local. Pero esa designación se corroboró luego con otras, sin COVID de por medio”.
A Daiana Milone le tocó impartir justicia en Defensa y Justicia vs. Delfín de Ecuador.
  

-¿Escuchás lo que te grita la gente desde afuera?

-Hace un montón de años que me da lo mismo si hay gente o no. Lo único que me molesta es que a veces se dificulta el comunicarme con mis compañeras, pero no me afecta en mi desempeño. Tuve buenos formadores en la escuela que forjaron mi carácter para poder olvidarme del entorno y concentrarme en el campo de juego.

-¿Cómo te enteraste de tu designación al Mundial de Clubes de 2020?

-El día anterior había tenido un partido en primera (NdR.: Independiente 3 - Arsenal  4, el domingo 3 de enero de 2021 por la Copa Diego Maradona). Fue un partido intenso, con muchos goles y jugadas finas. Llegué a mi casa, mi marido estaba afuera dirigiendo Patronato y Lanús (NdR: Javier Uziga), y en ese contexto me dije voy a descansar y, la verdad, dormí un poco más de lo habitual. Cuando me desperté y revisé el teléfono me di cuenta de que tenía un montón de llamadas perdidas de mi marido; estaba volviendo a la ruta y la verdad es que me asusté, pensé cualquier cosa… Lo llamé y le pregunté: "¿Qué pasó? ¿Estás bien? ¿Te pasó algo?". Y me dijo: "¡Te vas al Mundial de Clubes!". No entendía nada. Cuando trascendió la noticia estaba durmiendo, ni me enteré…Al rato empezaron a caer los llamados, los mails de los medios oficiales, los llamados.

Imagen Mariana de Almeida junto a la árbitra brasileña Edina Alves Batista y la árbitra asistente brasileña Neuza Back en el Mundial de Clubes.Foto Karim JAAFAR / AFP
Mariana de Almeida junto a la árbitra brasileña Edina Alves Batista y la árbitra asistente brasileña Neuza Back en el Mundial de Clubes.Foto Karim JAAFAR / AFP

-¿Ya conocías Qatar?

-Era conocida para mí porque habíamos realizado tres seminarios de asistentes previo al Mundial de 2015, el primero que se hizo y otras dos veces previo al Mundial femenino de Francia 2019. En el Mundial de Clubes fue deslumbrante jugar en estadios que van a ser sedes del Mundial; ni siquiera son del primer mundo, son de otro planeta. La iluminación, las butacas refrigeradas, estadios cubiertos o semicubiertos, todo lo que te imagines. El trato para nosotros no fue nuevo; gracias a Dios tuve muchas competencias FIFA, entonces era una más, más allá de ser una terna femenina en un partido masculino. Nos trataron de igual a igual, sin diferencias ni excepciones, bajo las mismas condiciones y las mismas pautas que nos marcaron.

Imagen El saludo del defensor Nacional Corujo, durante su partido de fútbol de la fase de grupos de la Copa Libertadores, a puertas cerradas, en el Estadio Presidente Perón. Marcelo Endelli / PISCINA / AFP
El saludo del defensor Nacional Corujo, durante su partido de fútbol de la fase de grupos de la Copa Libertadores, a puertas cerradas, en el Estadio Presidente Perón. Marcelo Endelli / PISCINA / AFP
 -¿Siempre fue de esa manera?

-La verdad es que sí. Con mis compañeros nos entrenamos todos juntos, tenemos las mismas clases, todos estamos a la par. Compartimos pretemporadas, entrenamientos, clases, no es que a nosotras nos citan aparte, todo es igual para todos.

-¿Hubo algún partido que te haya marcado?

-Es difícil elegir uno, yo diría que fueron muchos los que lo hicieron. Cada salto de categoría o competencia fue un plus con el que iba sumando experiencia. Entré en AFA en 2006 y ya estamos en 2022, es un recorrido enorme y gracias a Dios estoy muy agradecida y feliz por el camino que estoy recorriendo. Las cosas que llegaron considero que lo hicieron en tiempo y forma en cuanto a mi maduración profesional también. Quizás si hubiese sido de otra manera por ahí no hubieran tenido el resultado de positivo que hubiese deseado, así que estoy muy conforme.

-¿Tenés algún partido que sueñes dirigir?

-La verdad es que vivo todos los partidos de esa manera, cada fin de semana soñamos tener un partido porque cada uno que dirigimos es uno menos en nuestra carrera. Si pensás en el partido que te gustaría tener no disfrutás el que te toca. Es mejor disfrutar cada uno; el día de mañana cuando no tengas la chance de armar el bolso y tengas que quedarte en casa mirándolo por la televisión lo vas a extrañar.

-¿Siempre elegiste ser asistente o te hubiera gustado dirigir?

-Cuando me anoté en el curso tuve como primera intención dirigir, pero cuando decidí que quería hacer carrera elegí ser asistente, más allá de que me propusieron ser árbitra principal. Por mi altura y mi condición física no habría tenido problemas, pero a pesar de eso elegí ser asistente.

 

Imagen En el VAR del mundial femenino de Francia 2019. Carlos del Cerro Grande, AVAR1 José María Sánchez Martínez, ambos de España y Mariana de Almeida AVAR2.
En el VAR del mundial femenino de Francia 2019. Carlos del Cerro Grande, AVAR1 José María Sánchez Martínez, ambos de España y Mariana de Almeida AVAR2.
 

-¿Cuál fue tu experiencia con el VAR?

-La primera experiencia fue en el año 2019, en el Mundial de fútbol femenino de Francia. Fue una maratón para capacitarnos, porque la decisión de implementarlo fue en diciembre de 2018 y el Mundial era en junio de 2019. Nuestro trabajo en el campo no difiere tanto; si bien hay que cumplir un protocolo que está escrito, no cambia la toma de decisiones. Debemos seguir arbitrando como siempre, solo en momentos hay que retrasar ciertas decisiones para cumplir con el protocolo VAR, pero la decisión final siempre va a ser del árbitro.

-¿El VAR viene a cambiarnos el fútbol o es una herramienta más?

-Es una herramienta, un complemento que se nos brinda. Hay muchas situaciones que son muy difíciles de apreciar en el campo de juego. Uno mirando desde la tele, con tantas cámaras y repeticiones, dice: "¿Por qué el árbitro no cobró tal cosa?”. Y la verdad es que a veces es muy difícil. Tenés 22 jugadores moviéndose todo el tiempo, el cansancio, la transpiración, el ritmo del partido… a veces son cosas muy finas, de milímetros, que para el ojo humano se hace imposible de ver. Entonces la herramienta está para eso, para esas situaciones que son difíciles de observar o que desde el VAR se ven de otra manera por la rapidez de la jugada. Te da una segunda oportunidad para que puedas corregirla.

-¿Qué le dirías a las chicas que quieren estudiar para ser árbitros?

-Que se animen. Obviamente que si les gusta que no tengan ni perjuicio ni temor de encarar esta tarea que es maravillosa. En lo personal me dio mucha felicidad y cosas positivas, que se arriesguen y que nadie les quite el sueño.