Las Entrevistas de El Gráfico

1987. Arthur Ashe: memorias de un grande del tenis

Empezó en las canchas públicas de Virginia y llegó a ganar Wimbledon, Forest Hills y Australia. Defendió los derechos de raza, fue capitán de Copa Davis de Estados Unidos.

Por Redacción EG ·

11 de marzo de 2020

Todos queríamos ser como Jackie Robinson...", está recordando un hombre de 44 años en la redacción de EL GRAFICO. Se remonta a 1955, cuando tenía 12 años, ya que había nacido el 10 de julio de 1943 como Arthur Robert Ashe jr., para diferenciarse de su padre, un policía de las tierras tabacaleras de Richmond, Virginia, al sur de los Estados Unidos. Esa región donde pesaba mucho más tener la piel negra, mucho más que en el norte. Por eso él debía jugar con un amigo suyo en los parques públicos, aprovechando las pelotas usadas que los blancos descartaban en los clubes privados. . .

 

Imagen Arthur Ashe
Arthur Ashe
 

"Jalde Robinson fue alguien muy popular en mi país después de la Segunda Guerra Mundial. ¡El primer negro que entró en la Liga Nacional de Béisbol! Eso significaba un gran impulso para nuestra gente. Todos queríamos ser como él, también yo: deseaba tener el número 42 en la espalda, jugar en su puesto, triunfar como él... Pero elegí el tenis. Aunque era mucho más difícil avanzar, porque prácticamente ningún negro jugaba, siempre íbamos con un vecinito mío, Biff Henderson —el de la foto que tenés vos— y peloteábamos en los parques públicos..."

Ese fue casi el final de una charla de dos horas. Habíamos comenzado con su presente: los viajes que, como éste, realiza por el mundo promocionando a Le Coq Sportif para brindar clínicas de enseñanza

—Pero lo que más me interesa actualmente es que soy uno de los presidentes del plan de la USTA (Asociación de Tenis de los Estados Unidos) para desarrollar el tenis americano.

— ¿Cuáles son las causas de esta decadencia del tenis americano?

—Hay varias razones. Una de ellas es que el resto del mundo está mejorando, y esto le hace bien al tenis. Otra es que tradicionalmente, los mejores atletas de Estados Unidos se dedican a otros deportes en lugar del nuestro. También está el hecho de que los tenistas son de dos sectores chicos de la sociedad, la clase media y los clubes privados, y esta cantidad de gente no es suficiente para sacar grandes jugadores. Otra causa es que los mejores entrenadores pertenecen a esos centros particulares y no están al alcance de todos. Y un factor muy importante también es que el tenis no ha puesto el debido énfasis en el college (nivel universitario), que es de donde se nutren la mayoría de los deportes...

 

Imagen Así empezó. Los comienzos en las canchas públicas de Virginia (derecha).
Así empezó. Los comienzos en las canchas públicas de Virginia (derecha).
 

— ¿Cuáles son los puntos fundamentales de ese plan de recuperación?

—El primer paso fue llegar a la conclusión de que teníamos que hacer algo. El plan consiste en organizar seis grandes centros regionales para desarrollar a los jugadores de mejor nivel. Además, habrá otros cien centros locales para que la gente pueda acercarse a la USTA y asesorarse sobre cómo y dónde es conveniente jugar al tenis. Esto costará, en 1988, 6 millones de dólares.

—Entonces han tomado el modelo de los centros de entrenamiento europeos, que tan buen resultado les dio a las escuelas sueca, alemana y checoslovaca, fundamentalmente.

—Sí, es verdad, desde hace varios meses estamos estudiando los sistemas de todo el mundo; algo raro en mi país porque por lo general todo el mundo nos estudia a nosotros. Pero no tenemos vergüenza en admitir que hemos aprendido mucho de otros países, principalmente de Suecia, Checoslovaquia, Francia e Israel...

— ¿Israel?

—Sí, actualmente es una pequeña potencia; siempre hubo un gran intercambio entre nosotros. Otro hecho que demuestra su avance es que ellos se mantienen en la Zona Campeonato de la Davis y nosotros descendimos a la Zona Americana.

A propósito. De ocurrir lo normal, algo no muy común en la Davis, nos tendrán que visitar para jugar la final por el ascenso. ¿Cuál sería su equipo?

—Bueno. . . ésa es una decisión del capitán, y Tom Gorman, pese a que se descendió, sigue siendolo.

—Simplemente una opinión...

—Mi equipo sería... Arias y McEnroe para los singles... Quizá también traería a Agassi; aunque él es de Las Vegas, donde no hay canchas de clay, tiene un juego adaptable a las superficies lentas. Pero le repito, la decisión es de Tom Gorman, él sigue siendo el capitán.

 

Imagen Así enseña. En La Horqueta, el club de José Luis Clerc, dando una clínica para los más chicos. Viajó invitado por Le Coq Sportif, marca que representa.
Así enseña. En La Horqueta, el club de José Luis Clerc, dando una clínica para los más chicos. Viajó invitado por Le Coq Sportif, marca que representa.
 

—Recién nombraba a André Agassi. Junto con Michael Chang, los norteamericanos de quienes más se habla últimamente. ¿Son las dos máximas esperanzas o tiene alguna otra para darnos?

—Sí, Agassi es muy bueno, pero se hizo profesional demasiado temprano; no es otro McEnroe, pero es muy buen jugador... Chang también es muy bueno, aunque recién tiene 15 años, no se puede hablar de su futuro todavía. Sin embargo, hay otro que me entusiasma: Pitt Sampras, tiene 16 años y es muy buen jugador. Recuerden este nombre.

—Sorprende que a esta altura le llame la atención un caso de precocidad como el de Agassi. ¿Es partidario de limitar el ingresó de los jóvenes en el Circuito?

—Legalmente en Estados Unidos no se puede hacer nada. Pero algo que estamos por instrumentar para evitar que los jóvenes tengan demasiada presión es anular los campeonatos para menores de 12 años válidos para el ranking. Y otra cosa que me había olvidado de comentar en el nuevo plan de desarrollo es que la empresa Volvo aportará un millón de dólares para la difusión del tenis en el "college", equivalente para nosotros al último nivel amateur.

Este tema de la presión en los chicos les preocupa, sobre todo teniendo en cuenta los antecedentes de Austin, Jaeger, Krickstein y Arias, ¿no?

—Sí, aunque Arias actualmente está volviendo. En un estudio reciente que hicieron nuestros psicólogos quedó demostrado que, aunque el chico tenga 12 años, si es el número uno, la presión en los Estados Unidos es tal que es como si fuera profesional. Los padres de esos chicos dicen: "¡Tenemos un nuevo McEnroe!" Y a partir de ahí no más otros deportes, que también son fundamentales en esa etapa formativa, no más diversión. Nada...

—Algo similar se ve en muchos clubes de acá, a partir de fenómenos como el de Sabatini. Muchas veces los padres presionan tanto que el chico pierde el concepto de jugar por divertirse...

—Exacto. Los psicólogos también han demostrado que ahora el período para que un deportista se gaste es de siete años. Es decir que si empiezan a los 12, pero con mucha intensidad, a los 18 o 19 el jugador ya está casi quemado. ¡Justo en la edad en la que tendría que comenzar a dar lo mejor! Para mí no sería una gran sorpresa si Gabriela... ¿cuántos años tiene ella?

—Diecisiete.

—Sería muy interesante ver si puede seguir jugando después de los 25... Para mí su cuerpo no está preparado para jugar con el estilo que tiene ella. Le va ir bien mientras tenga un muy buen estado físico y mucho entusiasmo. Luego...

 

Imagen Connors-Ashe, un enfrentamiento que perdura en el recuerdo.
Connors-Ashe, un enfrentamiento que perdura en el recuerdo.
 

—No me queda claro por qué su cuerpo no se encuentra preparado para su estilo...

—Bueno... ésta es una opinión muy personal, por supuesto: ella no aprovecha el impulso de su cuerpo cuando le pega a la pelota, sólo utiliza el brazo, toda su potencia surge del brazo. Su servicio también le puede ocasionar problemas físicos —el mismo caso del sueco Stefan Edberg— porque tira la pelota demasiado atrás…

—Justamente el servicio es una de las cosas que más ha trabajado Ángel Giménez, y ha mejorado mucho. De todas maneras, ¿estos defectos que marca son corregibles?

—Sí, es posible... Aunque no es mi asunto, el tema lo hablé alguna vez con Patricio Apey, cuando la dirigía. Le dije que para jugar como Vilas, desde la base y con mucho top-spin, se necesita mucha potencia y energía, y no todos la tienen...

—En contraposición, ¿qué puede decir de Graf? Es inevitable la comparación…

—Ella es tremenda. Tiene un muy buen movimiento de saque, es rapidísima y sobre todo muy inteligente dentro de la cancha. Además, posee el mejor drive que le vi a una mujer...

—¿Tomando en cuenta la historia del tenis femenino?

—Sí, sí... Por supuesto, de lo que yo vi. No se puede creer…

 

Imagen Ashe recorre Buenos Aires y analiza el tenis femenino: "Sabatini pega sólo con el brazo y eso la perjudicará con el tiempo. Graff es una gran atleta”.
Ashe recorre Buenos Aires y analiza el tenis femenino: "Sabatini pega sólo con el brazo y eso la perjudicará con el tiempo. Graff es una gran atleta”.
 

¿Es partidario de comparar épocas? La pregunta es porque a la hora de elegir al mejor de todos los tiempos, las diferencias entre la competitividad de la era amateur y la era profesional son grandes, y eso dificulta...

—Lo grave actualmente es que tal como está constituido el prize-money —sistema de ganancias—la pregunta que se hacen los profesionales que recién empiezan es: ¿ganar mucha plata o la gloria deportiva? Y lo peor es que casi siempre la respuesta opta por el dinero. Porque el sistema ha llevado a que los jugadores intermedios, que han levantado su nivel con respecto a la década anterior, puedan vivir muy bien perdiendo en tercera rueda. Por eso ahora la cuestión no es ser tan grande como Navratilova, porque si logran mantenerse entre los mejores 50, igual viven muy bien y encima tienen tiempo de ir a la playa. La moraleja es que uno nunca sabe hasta dónde puede llegar si no realiza el mayor esfuerzo.

—Volviendo un poco a la comparación de épocas, ¿quién es para usted el mejor de todos los tiempos?

—Yo siempre imagino que un partido fantástico sería Laver vs McEnroe o Laver vs Borg (alcanzaron a enfrentarse pero cuando uno se iba y el otro llegaba). Esta clase de jugador es la que siempre arriesga, cada uno a su manera, con su estilo. Y eso es lo que más le gusta a la gente porque así puede apostar... Para mí, el mejor de todos fue Laver.

—¿Por qué?

—Bueno... Ganó dos Grand Slam. Borg lo sigue ahí, muy cerquita. La diferencia es que si Borg hubiera comenzado a jugar cuando todavía el dinero no regía el circuito, su record hubiera sido tan bueno o mejor que el de Laver. Pero como alcanzó su Mejor nivel con tanto dinero, cuando un torneo no le rendía económicamente, ya no le interesaba jugarlo.

 

Imagen "Guillermo es un ejemplo de dedicación. Su partido con McEnroe en la Davis '83, fue maravilloso".
"Guillermo es un ejemplo de dedicación. Su partido con McEnroe en la Davis '83, fue maravilloso".
 

Sígamos con las comparaciones: ¿Una pregunta común del aficionado argentino es por qué, siendo Vilas y Connors de la misma generación, uno todavía conserva su vigencia y el otro comenzó a decaer en el '83?

—Es muy fácil: Connors juega al tenis de una manera muy clásica, no ortodoxa, pero golpeando a la pelota de plano, muy plano, y eso no requiere mucho esfuerzo. En cambio, el estilo de Vilas es muy bueno cuando uno tiene un excelente estado físico y es muy fuerte. pero todo el juego decae cuando se pierde ese estado. Es el mismo caso de Evert, al tener un estilo clásico y pegar plano, mientras tenga entusiasmo, podrá seguir jugando un par de temporadas más, pese a sus 32 años. Por eso apostaría diez mil dólares a que dentro de cinco años Sabatini..., ella tiene

17, ¿no?

—Sí.

—Dentro de cinco años tendrá algún problema en el brazo.

—A usted, como buen americano, también le gusta apostar. . .

—Sí, pero en dólares, no en australes.

En sus comienzos en Richmond, ¿cuáles fueron los principales problemas por ser negro?

—Tuve muchos problemas cuando era juvenil. Tanto que hasta esa edad sólo pude jugar un tomeo oficial. Lo que ocurre es que históricamente, en los Estados Unidos, los negros se dedican a los cinco deportes grandes: boxeo, fútbol americano, basquetbol, béisbol y atletismo. El tenis y el golf se jugaban sólo en clubes privados a los que no podían entrar ni los negros ni los judíos. Pero desde que cambiaron las leyes, hace 23 años, no tuve problemas... Problemas legales, quiero decir; siempre existen problemas cotidianos.

—A usted se le adjudica el descubrimiento de Yannick Noah, ¿cómo y cuándo ocurrió?

—Fue en 1971, fuimos a jugar a África un torneo con Tom Okker, Ken Rosewall y Marty Riessen. Lo vi en Camerún y me sorprendió. Así que llamé a mi amigo Philippe Chatrier —que en ese momento dirigía la Federación Francesa— y le dije en broma que allí tenía un muy buen colono, que en ese país no progresaría. Entonces lo llevaron a Francia...

— ¿Cómo estaría constituido su jugador ideal?

—Mi jugador ideal... —repite y piensa bastante—. El servicio de McEnroe o Neale Fraser; el drive de Pancho Segura, aquí no hay dudas; el revés de Ken Rosewall; la volea de drive de Dennis Ralston; tampoco hay dudas con la volea de revés: Tony Roche; el smash de Noah; las piernas de Borg; el drop de Pietrangeli o Manolo Santana; el globo de Rosewall; el estado físico de Vilas; la devolución de servicio de Connors, y la mentalidad de Bi-lije Jean King, que en eso nos superaba a todos.

—Y de hoy, ¿cuál de los top-ten es su preferido?

—Stefan Edberg, aunque no me gusta su saque, pero sí el resto de su juego. De los de hoy, es el que más se parece a mí.

—De nuestros dos mejores jugadores actuales —Jaite y Pérez Roldán—, ¿qué piensa?

—A Jaite lo vi por primera vez cuando jugamos la Davis en Atlanta. Me llamó la atención su velocidad y también que jugara con zapatillas de jogging sobre suprema court. No lo podía creer, es muy fácil lesionarse con ese calzado en cancha rápida. Pero es muy buen jugador.  

— ¿Y qué le pareció Pérez Roldán?

—¿Cuánto mide?

—Alrededor de un metro ochenta. . . ¿Por qué?

—Yo creo que actualmente, midiendo menos de 1,85 m es muy difícil llegar a ser uno de los primeros diez. La estatura promedio de los top-ten es de 1,87 o 1,88 m. Aunque en realidad al chico no lo vi demasiado.

—Esto quiere decir que la tipología del jugador ha cambiado. Fundamentalmente con la llegada de la generación de Lendl, Clero, Noah, ¿no?

—Exacto, ésa es la razón por la que creo que McEnroe no podrá volver a ser el número uno. Al margen de su motivación, no tiene la potencia para enfrentar a juga-dores altos, veloces y fuertes como Lendl, Edberg o Becker.

—Y Lendl, que a medida que pasan los Grand Slam se hace más sólido y también más aburrido, ¿podrá mantenerse como número uno?

—Creo que sólo se mantendrá allí arriba por un año más. Después Edberg puede sucederlo y quizás Becker, si es más paciente y mejora.

Cuando jugaba era un felino. Agazapado, cimbreante, agresivo, dispuesto a saltar sobre el rival apenas se le daba la oportunidad. Su velocidad en la red ya es legendaria, como su tenis ortodoxo, su prestancia y su soberbio comportamiento. Ganó todo en canchas rápidas hasta que en 1979 su corazón le falló. Un angustioso by-pass le devolvió la vida, pero los courts perdieron esa "pantera negra", como gustaba decirle lile Nastase, con quien jamás se llevó bien. Se iba uno de los jugadores más queridos de la era profesional, quedaba un hombre, un analista, un luchador. "Aparte de Jackie Robinson, otro gran impulso para mí y para todos los negros fue que Althea Gibson fuera la N° 1 en 1957 y 1958, después de ganar dos veces consecutivas (en esos años) el U.S. Open y Wimbledon. Fue la época en la que por primera vez un candidato a la presidencia se animó a decir que sus amigos también eran negros.

Estoy hablando de cuando John Fitzgerald Kennedy visitó al doctor Martin Luther King Jr. y le dijo que esperaba que las cosas cambiaran. Y claro que cambiaron... en el '63 asesinaron al ya presidente Kennedy, en el '68 al doctor King. Y ese mismo año se produjo una gran apertura en el deporte negro, cuando en los Juegos Olímpicos de México nuestro "hermano" Jim Hines ganó la prueba de 100 metros batiendo el record mundial y olímpico (9s9/100).

Accedió al podio y con la medalla dorada brillándole en el pecho levantó su brazo derecho con el puño cerrado: la señal del "black power". Al final, lo expulsaron de la Villa Olímpica, pero nuestra raza ya había logrado lo más importante: conquistar sus derechos... En los '60, el centro de la atención pública estaba en los problemas raciales; en los '70 se transfirió al sexo, y hoy, durante los '80, el tema es á homosexualidad...", está diciendo para terminar Arthur Robert Ashe Jr. Con la claridad conceptual que le corresponde a un doctor en Administración de Empresas recibido en la UCLA (Universidad de California, Los Ángeles). Sin rencor… El hombre que se casó con la fotógrafa morena Jeanne Moutoussamy, con quien tiene una hija recién nacida, Camera. El también, después de vencer en la final de Wimbledon el 5 de julio de 1975 a Jimmy Connors por 6-1, 6-1, 5-7 y 6-4, dejó su raqueta y levantó el brazo derecho con el puño cerrado, bien apretado. A los 32 años, quizás sin proponérselo, hacía tiempo que era como Jackie Robinson. Un estímulo para toda su raza.

CESAR LITVAK

Fotos: NORBERTO y OSCAR MOSTEIRIN y ARCHIVO “EL GRÁFICO"