Las Entrevistas de El Gráfico

1996. Juntos son goleada

Néstor Raúl Gorosito y Paulo Silas compartían plantel en San Lorenzo, Pipo había vuelto al club y el brasileño ya se había ganado en cariño de la hinchada. Juntos aseguraban que al Ciclón no le faltaría clase.

Por Redacción EG ·

04 de marzo de 2020

Domingo a puro fútbol, a la hora de estar juntos. Sobre el césped del Nuevo Gasómetro, en la 9a. fecha del Torneo Apertura 1996, se encontraron por primera vez Néstor Raúl Gorosito y Paulo Silas. A simple vista se notó que los donantes de talento en

Boedo tienen denominadores en común: jerarquía y armonía. Es tanto el feeling entre ambos que, recién llegado a la Argentina, Pipo lo único que hizo fue buscarlo a Paulo: "Che, Negro, no se pueden desperdiciar jugadores con nuestras condiciones", le comentó mientras explotaba en una carcajada.

Los hinchas, desde entonces, soñaron con verlos juntos adentro de una cancha. Como en estos 26 minutos frente a Colón de Santa Fe, que fueron los de la liberación y que encendieron la locura desatada entre los fanáticos azulgranas.

Imagen Paulo Silas enfrenta a Vélez en 1995. El brasillero llegó al Ciclón en 1994.
Paulo Silas enfrenta a Vélez en 1995. El brasillero llegó al Ciclón en 1994.

"iBraaasil / Braaasil!"... iOlé olé olé / Pipoooo / Pipooooo!" San Lorenzo de Almagro ganaba 2-1 con algunos sobresaltos. Y ellos, los dueños de la magia, le bajaron la persiana a una goleada que fue lo mejor que exhibió el equipo desde que el Cai Aimar está al frente del equipo: "Esperamos los momentos justos, nunca nos desordenamos, movimos la pelota y hasta podríamos haber convertido algún gol más...

Todavía falta, pero vamos encontrando el funcionamiento. ¿Si me gustó el encuentro de Silas y Gorosito? Estamos ensayando variantes para ver si Paulo juega más de punta y así pueden estar juntos", aseguró el técnico después del 4-1 final.

Pipo ya había tocado casi en la mitad de la cancha con la mirada puesta en su compadre brasileño. "i ¿Cómo no vamos a poder jugar juntos?! Además, tenemos muchísimas ganas, aunque el Cai va a decidir de acuerdo con lo que más le convenga al equipo. Eso sí, de algo estoy seguro: nunca existieron los celos. Al contrario, cuando hoy entró Paulo, tuvimos encuentros interesantes, y casi se nos da el gol. Estamos ansiosos por demostrar que podemos definir con contundencia y nos buscamos permanentemente porque tenemos la esperanza de arrancar jugando desde el comienzo. No queremos insistir con palabras, sino con fútbol, pero el técnico es quien tiene la última palabra..."

Imagen Pipo Gorosito en su tercer ciclo en San Lorenzo, el cual inició en 1996.
Pipo Gorosito en su tercer ciclo en San Lorenzo, el cual inició en 1996.

Ahora el que la recibe es Silas... "Me sentí muy bien. Demostramos que, cuando hay predisposición y ganas, todo se puede. Ambos tenemos amplias condiciones para jugar juntos. Yo no soy un jugador polémico, ni nunca lo seré, pero siempre fui titular por jugar, no por hablar o discutir. Lo digo con mucha modestia: estando en mi nivel físico, yo soy titular en cualquier lado, sólo por una cuestión de confianza. Hoy me sentí bárbaro: piqué, arranqué y hasta hice una bicicleta. Aimar dijo que existe la posibilidad de estar los dos en la cancha, confío en eso. Pero si no es así, voy a pedirle al presidente que me venda. Yo quiero jugar, no crearle polémicas al entrenador y mucho menos estar en el banco..."

Al brasileño, esta vez, le tocaba luchar desde adentro: "No me sentí tan raro, porque pude ser el otro animador de la fiesta sin estar invitado desde el principio".

 

Imagen Jugó en San Lorenzo entre 1994 y 1997, obtuvo el Clausura 95.
Jugó en San Lorenzo entre 1994 y 1997, obtuvo el Clausura 95.
 

A su lado, Pipo mantiene su euforia a cuesta por haber sido nuevamente la figura de la cancha: "No se nos puede cruzar otra cosa que salir campeón. Hay que pensar sólo en ganar, porque el sistema así lo exige. Esta clase de campeonatos son estrena .tes: los jugadores pasamos —de un día para el otro— de ser Dios a ser el Diablo. El fútbol no está ajeno a una sociedad extremadamente exitista..."

Los capítulos se suceden. Lo cierto, sin necesidad de escuchar nada y con la certeza que da la evidencia, es que está claro que Gorosito y Silas quieren participar en una fórmula explosiva.

"Quizá cueste entender que dos jugadores de nuestras condiciones pueden complementarse, porque acá, en la Argentina, se está mucho encima de la recuperación de la pelota. La mayoría de los jóvenes piensan más en correr, y esto es un juego donde hoy sacan provecho los que ponen la pausa. Y Paulo sabe mucho de eso, es diferente...", cuenta Pipo.

Imagen Estuvo en el club de Boedo hasta 1999, cuando se fue a la Universidad Católica, donde se retiró en 2001.
Estuvo en el club de Boedo hasta 1999, cuando se fue a la Universidad Católica, donde se retiró en 2001.

"La competencia es sanísima. Cuando se fue Goro —así lo llama Silas—, sus sombras andaban por el Gasómetro. Todo el mundo me tiró la responsabilidad de reemplazarlo y ahora espero aprovecharlo a él..."

Más allá de cualquier trascendido, los jugadores salieron del estadio mezclándose con la gente, cada uno por su lado. Todos murmuraban lo mismo, especialmente los hinchas, ya metidos en el paisaje de una nueva victoria para iniciar el sorpaso hacia la punta: "¡Estos dos son unos fenómenos!"

Imagen Producción especial para El Gráfico, elegantes dentro y fuera de la cancha.
Producción especial para El Gráfico, elegantes dentro y fuera de la cancha.

Domingo a puro futbol, a la hora de estar juntos. Paulo y su saco a cuadros de inconfundible corte italiano. Pipo y su perfecta combinación en la gama de los azules. Partieron dejando la estela de su calidad. Elegantes, finos, sutiles. Con el deseo de reencontrarse para soñar con otra goleada. A todo lujo.

 

 

Por DARIO BOMBINI (1996).

Foto de producción: ALEJANDRO DEL BOSCO.

Escenas: GERARDO PREGO y MARIO PAGANEIT.