Las Entrevistas de El Gráfico

1996. Tinelli pone la tapa

Hace 23 años El Gráfico entrevistaba a Marcelo Hugo Tinelli. Había llegado hasta la tercera de San Telmo. Fue periodista deportivo hasta que con Video Match se convirtió en el rey de la televisión.

Por Redacción EG ·

04 de diciembre de 2019

Seis monitores de televisión miran de reojo al dueño de la oficina, salpicando imágenes mudas que se pierden para no volver. El muchacho está allí, en ese mundo de seis por cuatro, aunque todo lo que lo rodea parece pertenecerlo.

Marcelo Hugo Tinelli es la cabeza —con todo respeto— de ese bunker llamado TM Producciones, un reciclado edificio de Palermo Viejo que uno tiene ganas de pedirle prestado por un día para hacer un asado con los amigos. Parrillita, un pequeño bar, sol en dos patios con sillitas y sombrillas. En fin, lo que el muchacho ha conquistado con el sudor de su frente, la misma frente que —hace más de diez años— estaba arqueada por un gran auricular, en tiempos de ¨¡Atento Marcelo en camarines!¨.

 Tinelli es, antes que nada, un hombre del mundillo futbolístico. Diez años en las inferiores de San Telmo: "Llegué hasta la tercera y dejé, sobre todo después de que Crocco —aquel de Ferro— y un tal Cuello, que jugaba en Los Andes, me pegaron un baile bárbaro. Allí dije ¡¡chau fútbol!..."

Pero el Cabezón no se despidió del todo: sólo cambió de posición en la cancha... "No sé si hoy volvería a ser periodismo deportivo. Me gustaría relatar, eso sí. Fijate que, cuando fuimos con el equipo de 'El show de Videomatch a Quito, agarré mi Movicom, salí al aire por Radio Uno y me embalé tanto que terminé transmitiendo el primer tiempo de Ecuador-Argentina... Eso me divierte muchísimo..."

 

Imagen Marcelo Tinelli en la producción fotográfica de El Gráfico.
Marcelo Tinelli en la producción fotográfica de El Gráfico.
 

—Marcelo, ¿alguna vez te quisieron pegar por romper tanto con San Lorenzo?

—Pegar una piña, no. Me insultan, sí. "Cuervo p..., los c...", sobre todo cuando arengo antes de un partido contra los clubes grandes. Pero lo hacen de onda, cagándose de risa. Me he ido a la cancha y más de una p... no ligué...

—¿A qué cancha le tenés miedo?

—¿Miedo? A ninguna. Nunca fui como hincha a la de Boca. No sé si iría a La Bombonera... Me ven mucho con la cara de San Lorenzo, y entre los dos hay pica. Pero me pasa algo con Boca, es como una relación amor-odio...

—¿Cómo es eso?

—Y... las hinchadas se tienen bronca, ¿no? Pero a ellos los veo bien popular, bien fanáticos. Vos te ponés a hablar de fútbol con un hincha de Boca y es genial: saben todo de todos los jugadores. El de River, no, es más frío.

—¿Cuál es el mayor placer del hincha de San Lorenzo?

—Ganarle a Boca.

—¿Más que a Huracán?

—A Huracán también.

—Alguna gente de San Lorenzo dice que tus arengas por televisión y las cargadas a los rivales le ponen mayor presión al equipo... Como que, en lugar de auydarlos, los perjudica...

—Mal no nos fue: San Lorenzo se llevó un campeonato. ¡Lo ganaron los jugadores, eh! Pero al fútbol lo entiendo así, nunca de una manera violenta. Me gusta cargar al otro, como acepto cuando me gastan. Al día siguiente de perder contra Vélez, en el Torneo Clausura que se llevó el Cuervo, llegaron dos coronas de flores a las puertas de TELEFE... La noche que River nos eliminó por la Copa Libertadores, mis amigos me llenaron de mensajes en el Movicom...

—Ese golpe fue duro, eh...

—Me mató. No soy de reaccionar cuando veo un partido, pero esa noche le metí unas cuantas trompadas a 1.4s paredes de casa, se me inflamaron los nudillos. Me quería morir, esos diez minutos finales de San Lorenzo, el cabezazo de Ruggeri al lado del palo, ¡no!... Por ahí, River fue más en el balance, pero lo que dejó San Lorenzo al final fue emocionante. Para mí, ahí se terminó todo. El domingo siguiente perdimos contra Boca, la gente me cargaba pero yo les decía: "Ya fue, San Lorenzo se quedó con River. Este partido no se puede contar…"

—Si Veira se fuera, ¿quién te gustaría como técnico?

—Primero, quiero que Veira se quede, y yo pienso igual que él: tiene que haber un recambio grande en el plantel. Ya no quedan motivaciones: estos jugadores dieron todo, buscaron la Copa y no se les dio. ¿Qué más pueden hacer? Tienen que venir jugadores con hambre.

—No me contestaste por el reemplazante del Bambino...

—El profesor Córdoba.

—¿Te enamoraste del personaje?

—No, lo vi laburar. Sacá que sea buen tipo y que tenga una relación cordial con él. Transmite algo, lo mismo que el Bambino: la motivación y la unión del grupo. Para cualquier emprendimiento, y esto lo comprobé en la televisión, hay que tener un grupo de amigos.

—¿Y a quiénes te gustaría ver con la camiseta de San Lorenzo?

—A Ameli, de Colón de Santa Fe; me encanta. Yo siempre escuchaba que formaba la dupla central con Sciacqua, pero nunca lo había visto. Hasta que -en el partido contra Boca, en el debut de Maradona- lo seguí por televisión. Hubo una pelota que le tiraron a Diego, Ameli saltó, se la ganó limpita, pero además lo tiró a la m... Maradona se dio vuelta, lo miró como diciendo "¿Y éste quién es?" Y el pibe, como si nada... Otros a quienes quiero son a los mellizos Barros Schelotto, al Beto Acosta, a Peralta, a Leo Rodríguez, a Pipo Gorosito... A Silvani... Todavía no sé por qué no vino. Yo digo que, en San Lorenzo, hace cincuenta goles por temporada.

—¿Y por quién pondrías guita para comprarlo?

—Por ninguno. Me han metido en varios pases. Lo que pasa es que Hugo Issa, con quien soy socio en algunas cosas, es también representante de jugadores. Entonces, pase en el que está Issa, me lo enchufan a mí... El único negocio que conozco son los de me-dios de comunicación.

—Pero vos colaboraste con San Lorenzo...

—Siempre colaboré, pero no voy a decir cómo ni de qué forma. Eso lo saben los dirigentes y los jugadores...

Imagen Comenzó su carrera como periodista deportivo, pero luego se volcó a la conducción de programas de entretenimiento.
Comenzó su carrera como periodista deportivo, pero luego se volcó a la conducción de programas de entretenimiento.

Marcelo Hugo Tinelli, el hombre—rating de la televisión argentina, aquél que uno sospecha que divide su agendia diaria en cuartos de minutos, dice muy tranquilo ante el periodista: "¿Cuánto tiempo tenemos? Dos horas..." Ni una llamada de teléfono por atender, apenas una interrupción a la charla para sentir el audio del adelanto de "El Show de VideoMatch". Antes y después, el deporte. Más que nada el fútbol, aunque el muchacho tiene a su ídolo viviendo en el desierto de Arizona: "A mí me vuelve loco Charles Barkley, que parece que ahora va a jugar a los Knicks, de Nueva York. Tengo todo lo que se pueda tener de él: la gorrita, la camiseta, la remera de Phoenix Suns. Me acuerdo de que un día, cuando estaba en Miami, permanecí media hora —con unos cincuenta chicos— esperando que me firmara un autógrafo después de un partido contra los Heat. En eso, uno de la tribuna me grita: "iTinelliiiii!". Era un argentino que me pedía un autógrafo a mí. Los cincuenta y Barkley me miraron, como diciendo: "¡Y éste quién es?"

—Marcelo, ¿tu sueño es ser presidente de San Lorenzo?

—Nunca me pasó ser dirigente de fútbol. En el '91 se me acercó José Francisco Sanfilippo para ponerme con un cargo en una lista. Ahora, hace unos seis meses, me ofrecieron ser presidente de San Telmo. Esa la pensé un poquito más. Estoy unido afectivamente al club, jugué diez años en las inferiores. Pero cuando pensé que tendría que ir a verlo los sábados, dije no. A Paula y a mis hijas les prometí que mis sábados son de ellas.

—¿Estás pensando en hacer una radio deportiva?

—Yo ya tengo adjudicada la frecuencia de Radio Municipal, en AM y FM, y nos están apurando para que la tomemos. Una radio totalmente deportiva, como es La Red, no creo que pueda hacerla. Lo que no concibo es una radio sin deportes. Mi radio va a tener, eso sí, una interesante participación deportiva.

—Vos estuviste en el medio, decís que escuchas y lees casi todo. ¿Cómo está el periodismo deportivo?

—No quiero ser despectivo, pero antes había otros códigos. Me acuerdo que —para salir al aire— tuve que esperar dos años. Hoy cualquiera hace periodismo deportivo. En los vestuarios hay como ¿sesenta micrófonos!... Con razón dan conferencias de prensa.

—La última: ¿tu amigo Maradona está para la Selección?

—En este momento, no. Si se pone bien físicamente, claro que está. No quiero criticar a Morales y Ortega, que me encantan, pero a Argentina le falta un conductor de peso.

—¿Passarella lo va a llamar?

—Por momentos siento que se van a amigar, en otros se cruzan declaraciones que hacen volver todo a cero...

Marcelo Hugo Tinelli, Cuervo de nacimiento, futbolista desde que empezó a caminar. Vive el deporte como cualquiera, más allá de la fama y los cuentos. Y tiene un sueño y una frustración: "Mi sueño es jugar de dos, al lado de Ruggeri, aunque sean cinco minutos". Y lo otro parece irremediable: "Paula, mi mujer, es hincha de Ferro. Yo le digo: 'No podés ser hincha de un equipo que juega los lunes. Te perdés 'Fútbol de Primera', EL GRÁFICO, las charlas de café, pero no hay caso. La chica nació en Caballito..." Y Marcelo nació con una pelota de fútbol.

 

 

Por HUGO SUERTE (1996).

Producción: DARIO BOMBINI

Fotos: HECTOR MAFFUCHE, ANDREW BERNSTEIN/NBA PHOTOS y FABIAN MAURI.