Las Entrevistas de El Gráfico

1927. Reportaje a Francisco Olazar

Una invaluable fuente de información es esta entrevista que le hizo Borocotó al centrehalf Francisco Olazar, quien a puro grito y decisión llevó a Racing a ser campeón de Liga entre 1913 y 1919 consecutivamente.

Por Redacción EG ·

08 de marzo de 2019

FRANCISCO OLAZAR, EL CENTRE HALF ARGENTINO QUE AÚN NO HA SIDO SUPERADO

 

EVOCANDO

Fuerte, bien afirmado sobro sus recias piernas, con toda la responsabilidad del puesto, con el entrecejo arrugado como en un gesto de dominio, semejando una muralla ante la cual se estrellaban los intentos adversarios, aún me parece verlo luciendo en las canchas los colores nacionales y los de Racing, que no tuvieron nunca mejor defensor. Ha provocado la admiración y la simpatía suficiente para que su recuerdo se agigante con los años.

Cuando su  nombre surge en la mente del aficionado, que no olvida las proezas de Olazar, vuelve a verlo en los fields demostrando clase. Y se acrecienta el recuerdo porque el tiempo no pudo revelarnos quien le superara. Es entonces, al establecer comparaciones, cuando su figura aparece más altiva, más grande, en actitud olímpica, y el aficionado se descubre religiosamente ante la evocación del mejor centre half argentino. Y habla de Olazar con el sentimiento del homenaje que le rinde.

 

FUÉ Y ES

En aquellos tiempos de orgullo para el football de estas orillas fué el ídolo de las multitudes que le siguieron en sus presentaciones, rodando de cancha en cancha. Y es aún favorito de esas muchedumbres. El tiempo sólo respeta las obras de verdadero valor, y las va cubriendo más amorosamente con la pátina del triunfo en cada nueva jornada.

Así, los años se van acumulando, en creciente avalancha, sin poder aplastar esa figura recia que no niega la ascendencia vasca y que; con gesto de desafío, detiene el olvido tal como detuvo millares de tiros con su "heading" certero.

Imagen Francisco Olazar empujaba a un Racing que maravillaba. Ganó 19 títulos amateurs.
Francisco Olazar empujaba a un Racing que maravillaba. Ganó 19 títulos amateurs.

 

LA CASUALIDAD

En el apogeo de Olazar, los uruguayos tenían su ídolo, tan brillante como el argentino. Piendibene provocaba la misma admiración y arrancaba los más frenéticos aplausos que su pueblo pudo brindar a un jugador de football. ¿Por qué extraordinaria casualidad la suerte quiso que se hallaran frente a frente los dos ídolos? Quizá para ver quien se superaba olvidando que ello constituía el choqué de dos potencias y que obligarla a los actores del duelo a declarar a los cronistas: "Para mí, Piendibene fué el mejor jugador de la América del Sur". "No tuvieron nunca los argentinos un centre half de la talla de Olazar".

 

TRASCENDENCIA DE UN APODO

Su nodriza le apodó "Tute", y el mote trascendió hasta las canchas de football, porque las muchedumbres necesitan llamar cariñosamente a sus ídolos. Pero la mayoría desconocía el origen del apodo y creyó que a Olazar se le mencionaba en esa forma porque estaba "intutte le partí". Quiere decir que cuando un forward contrario escapaba hacia el goal se encontraba con lo imprevisto: con Olazar, a quien contadas veces se podía burlar. Y hoy aún se le sigue llamando "Tute", con el mismo cariño que cuando en las canchas "dirigía la orquesta con la cabeza", según la expresión del negro Delgado, aquel centre hall' uruguayo que también tuvo sus honrosas palmas.

 

SATISFECHO

Si le fuera posible quitarse de encima el peso de algunos años y pudiera volver a actuar como en sus mejores tiempos, es posible que Olazar no jugara. No experimenta nostalgias de footballer. Se halla plenamente satisfecho de su obra, y tiene de sobra con sus gloriosos recuerdos, como para no intentar la realización de otras proezas. Prefiere su condición de espectador, y todos los domingos concurre al field que se verifica el mejor match. Como buen deportista no sigue a un solo team, sino que le interesa verlos a todos. No se lamenta de los años que se han ido porque los ha vivido intensamente, porque durante su transcurso consiguió los prestigios que adornan su figura. ¿Para qué más? ¡Cómo si no bastaran ara el o del espíritu todos los recuerdos que guarda en su corazón!

 

CINCO AÑOS DE GRANDES ÉXITOS

De 1913 a 1918 fueron sus mejores años de jugador. Durante todos ellos fué designado Para integrar el team internacional, sin que su designación motivara el más minino comentario desfavorable. Lo lamentable es que sólo le hayan visto los públicos del Río de la Plata. A Chile y a Brasil  no pudo concurrir por impedírselo cuestiones de trabajo. Tuvo la desgracia de actuar en una época en que no se hacían viajes a Europa. ¨En aquel entonces ni se soñaba con Olimpiadas¨, declara. Si fuera hoy el "Tute" que admiramos, ¿quién no le rogaría que concurriera a Amsterdam para quo allí afirmara su consagración?

Imagen Olazar: personalidad, quite, distribución, remate, cabezazo y gol.
Olazar: personalidad, quite, distribución, remate, cabezazo y gol.

 

MEJOR FOOTBALL

"En mis tiempos se jugaba mejor. Una prueba de ello es que los jugadores uruguayos que se destacan en la actualidad son de mi época. Aquí no han durado, no sé por qué razones; pero en Montevideo se hallan Héctor Searone, Vanzino y otros, cómo Romano, Somma, Pendibene, etcétera, que hasta hace poco eran insubstituibles, y que hace diez años se hallaban en pleno apogeo. El team que Racing tuvo en 1913 es muy superior a cualquier combinado que pudiera formaran en la actualidad. No es posible constituir un cuadro como aquel integrado por Muttoni, Ochoa y Reyes; Bethular, yo y Pepe; Viazzi, Ohaco, Marcovecchio, Hopital y Petinetti. Ese team ganó Invicto el campeonato, venció a los rosarinos y Se impuso a Nacional, de Montevideo, por tres tantos a dos, en un match memorable en que Marcovecchio convirtió el tanto de la victoria después de haberse alargado por segunda vez el encuentro. De los jugadores que veo actuar, me gustan: Ferreira, a quien considero el mejor centre forward de la actualidad; Perinetti, Orsi, Monti, Bidoglio, Recanatini y Evaristo. Pero no existe la misma técnica de aquellos tiempos, en que se combinaba bien y se realizaban partidos estupendos".

 

TRISTEZA Y SATISFACCIÓN

"Cuando fuimos a Montevideo para disputar el campeonato sudamericano, en el año 1917, tuvimos que hacerlo yendo en vaporcito hasta La Colonia, para tomar allí el tren que nos llevara hasta la capital vecina, pues había huelga marítima. En la final con los uruguayos dominamos nosotros, pero caímos vencidos por un tanto, que convirtió Héctor Scarone de un cabezazo. Fué ésta la mayor tristeza quo experimenté en mi vida deportiva. Cuando regresamos, una gran cantidad de público nos estaba esperando en el muelle para aplaudirnos, porque habíamos perdido mereciendo ganar. En este regreso a mi patria se me brindó la más grande satisfacción, corito una recompensa que pretendía hacer olvidar la injusta derrota".

 

OTRA PENA

La mayoría de los aficionados de Buenos Aires recuerdan aquella tarde en que fueron incendiadas las tribunas de la histórica cancha de Gimnasia y Esgrima. Olazar se vió precisado a escapar vestido de jugador en un auto propiedad de un amigo, en el preciso instante en que la muchedumbre lanzaba al arroyo las boleterías. A poca distancia del lugar del siniestro se detuvo "Tute" para contemplar el Incendio. Una inmensa pena le Invadió al ver esas negras columnas de humo que se alzaban al cielo. Allí, en ese campo rodeado de llamas, había realizado memorables performances, a cuyo recuerdo aún le parecía escuchar las salvas de aplausos. "¡Era muy triste ver aquel incendio!"

 

SUS GOALS

Muchos ha conseguido. Algunos de ellos logrados desde larga distancia. "Una vez, frente a Independiente, le marqué a Míguez un goal de media cancha. Y ganamos por ese tanto. En la cancha de Gimnasia y Esgrima, jugando contra Nacional de Montevideo, por el Campeonato del Río de la Plata, Zibecchi nos metió el primer goal y yo hice el del empate. Los dos centre half habíamos logrado realizar lo que los forwards no hablara hecho, hasta que Marcovecchio ¡cómo no había de ser él! — conquistó el de la victoria. Contra River Plate, en otra oportunidad, iniciamos el segundo tiempo con un cero a cero. A los pocos minutos le zampé un goal a Isola, desde treinta metros, y después Marcovecchio consiguió dos más". ¿Se puede pedir más a un eje de línea media?

 

Imagen Olazar integraba La cuarta "B" del Racing, en 1912: C. Mutoni, A. Reyes, J. García, V. Suárez, R. Pepe, F. Olazar, J. M. Busso, J. Etcheverry, L. Castagnola, M. Claviño, F. Manero y F. M. Etcheverry.
Olazar integraba La cuarta "B" del Racing, en 1912: C. Mutoni, A. Reyes, J. García, V. Suárez, R. Pepe, F. Olazar, J. M. Busso, J. Etcheverry, L. Castagnola, M. Claviño, F. Manero y F. M. Etcheverry.


LOS TERCETOS MAS BRAVOS

De los que le han tocado en suerte para competir contra ellos, recuerda el que poseía la línea delantera argentina compuesto por los hermanos Hayes y Layolo; pero pudo desenvolverse con buen éxito. "Mas no olvidaré la tarde en que Carlos Scarone, Piendibene y Gradín me dieron un gran paseo en Belvedere, en un match que ganamos a los uruguayos por uno a cero, después de habernos dominado. Faltaban pocos minutos para terminar cuando hola realizó una de sus grandes jugadas, atajándole un penal a Scarone".

 

CÓMO CONSIGUIO SU EMPLEO

Una tarde, el contador del banco El Hogar Argentino vió actuar a Olazar. Ante la acción de "Tute" no pudo reprimir una exclamación de asombro, y ella provocó una contestación en la que se le Informaba que el centre half se hallaba sin empleo. "Que venga a verme" dijo el señor Vidal. "Me presenté, di examen y me tomaron. Hace diez años que soy empleado bancario y me hallo muy feliz con serio".

 

AQUELLAS FARRAS

Cuando se es joven, siempre se tiene espíritu para ir de juerga. Olazar recuerda muchas farras corridas hace algún tiempo; pero de la que no se olvida es de la más grande. "Estábamos en Montevideo, y junto con los chilenos, brasileños y uruguayos, fuimos a una cabaña en la que se nos ofreció una fiesta. Los primeros en emborracharse fueron los chilenos, que comenzaron a bailar la "cueca". Yo servía el vino con un vaso que llevaba como tres litros y los chilenos me lo vaciaban en tres tragos. ¡Que curda nos chupamos! Todos éramos amigos. Calomino casi se cae al arroyo. En fin; aquélla fué una fiesta de verdadera confraternidad deportiva.

 

Borocotó (1927)

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