¡Habla memoria!

El día que Michael Jordan regresó a la NBA

El 19 de marzo de 1995 uno de los mejores deportistas de la historia confirmaba su retorno al básquet, a la NBA y al Chicago Bulls que había convertido en mito. “I´m back”, dijo en un fax enviado a la franquicia, y la magia tuvo una segunda vuelta.

Por Redacción EG ·

16 de febrero de 2023

“I´m back”. Vuelvo. Simplemente eso. Michael Jordan necesitó sólo seis letras para revivir el sueño y devolverle el alma al básquet, a la NBA y a Chicago Bulls. Luego de 17 meses fuera del parquet, el 19 de marzo de 1995 retornó a la cancha y anotó 19 puntos en la derrota contra Indiana Pacers. No fue su mejor versión, y el 45 que lucía en la espalda lo alejaba un poco de su propia leyenda, forjada con el dorsal 23, pero la etapa más gloriosa de su estadía en los Bulls aún estaba por escribirse.

MJ se había retirado en 1993, agobiado por la presión de la NBA, asqueado por los rumores que leía en los diarios y también destrozado por el asesinato de su padre. Ese cóctel de emociones confluyó con su sensación de deber cumplido. Cierto es que razones para creer eso no le faltaban: había ganado tres anillos consecutivos con los Bulls (1991, 1992 y 1993) y liderado el mejor equipo de básquet de la historia, el Dream Team de Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992.

“Sinceramente, después de que Michael anunció su retiro pensé que jamás volvería”, confesó Scottie Pippen, su mejor ladero, en su twitter. Es que Jordan, un poco por placer personal y otro mucho para cumplir con un antiguo anhelo de su padre, se había mudado al béisbol, para competir en las Grandes Ligas con Chicago White Sox, un equipo que también era propiedad de Jerry Reinsdorf, el dueño de los Bulls.

Su campaña en el diamante no fue buena, pero la verdadera razón de su regreso estuvo alojada en factores externos. El caso es que hubo una huelga patronal que frenó la actividad en las Series Mundiales, y eso lo obligó a bajar a las Ligas menores. Air Jordan no aguantó entrenar con el Birmingham Barons y lanzó su famoso “I´m back”. Las dos palabras más famosas del deporte, según Pippen.

MJ regresó con 32 años y diez días después de la caída ante los Pacers elevó la vara. Contra New York Knicks, en el legendario Madison Square Garden, anotó 55 puntos. Realmente estaba de vuelta, aunque aquella temporada se saldaría con el bicampeonato de Houston Rockets.

“Traté de estar lejos como pude. Mantenerme activo en otros deportes me hizo tener la cabeza lejos del baloncesto, pero cuando uno ama algo durante tanto tiempo es imposible dejarlo. Cuando lo abandoné fue porque lo necesitaba mentalmente, pero no hubo un solo día en el que no lo haya extrañado”, dijo Jordan, casi al borde de las lágrimas, luego de su regreso aquel 19 de marzo.

Lo que vino después fue una reedición de la gloria. La resurrección de Cristo aplicada al deporte, según el periodista especializado Sam Smith. Con él en el quinteto, los Bulls volvieron a ganar tres anillos consecutivos entre 1996 y 1998. La de esos años fue, quizás, la mejor versión de Jordan y la que lo catapultó al Olimpo en la incipiente era de la televisión digital y la explosión de la globalización. En 1999 anunciaría su segundo retiro y regresaría entre 2001 y 2003 pero ya no para jugar en Chicago, sino en los Washington Wizards.

Air Jordan decidió quebrar los moldes y también algunos paradigmas. Con el peso de sus mejores jugadas en la mochila, regresó y volvió a acariciar el cielo. Demostró que las segundas partes no siempre son malas, sino que a veces se convierten en legendarias.

Por Matías Rodríguez