El día del gol 1000 de Pelé

La época de oro del Santos había pasado: en 1968 había ganado el torneo brasileño y que no volvería a repetir sino hasta el 2002, pero previo a eso había ganado cinco años seguidos el campeonato entre 1961 y 1965. Y la figura destacada de todos esos años fue Pelé convirtiendo más de 30 goles por año desde que debutó en 1957. Pero ese año 1969 no sería uno de los más productivos para su equipo, porque no había ganado ningún torneo, a pesar de que seguía convirtiendo goles y más goles. Solamente un hecho podía marcar la diferencia de ese año con respecto al anterior: llegar al gol número 1000 en su trayectoria personal. 

El miércoles 19 de noviembre de 1969 jugaron en el Estadio Maracaná, ante más de 65 mil personas, el Santos contra Vasco da Gama en un partido perteneciente al torneo Roberto Gomes Pedroza, antecedente directo de lo que se conoce hoy como el Torneo Brasilerao. El partido iba desarrollandose con normalidad, pero una tensión creciente aparecía en la atmósfera del partido, porqueno se sabía cuando le tocaría el gol 1000 a Pelé. El público, los jugadores, el mismo Pelé, los periodistas estaban impacientes por el momento. 

 

 

El partido iba 1 a 1 hasta que a los 33 minutos del segundo tiempo el defensor de Vasco da Gama René comete una falta en el area grande al mismo Pelé. El árbitro Manuel Amaro cobra penal para Santos, y Pelé se encargaría de patearlo. Todo el mundo expectante esperaba la orden de ese tiro, sobre todo los fotógrafos quienes buscaron en decenas y decenas un plano acorde para un momento tan histórico. Delante de él estaba el arquero argentino Edgardo Andrada, ex arquero de Rosario Central durante una década que, justamente en ese año 1969 había pasado al Vasco da Gama. El árbitro pitó y con una carrera corta y pausada el delantero pateó. Andrada llegó a rozar la pelota pero el tiro fue más fuerte. El resultado era anecdótico (de hecho terminaría 2 a 1 para Santos), lo que verdaderamente importaba era que Pelé se convertía en el primer jugador en marcar 1000 goles en el fútbol. 

Tras el gol, el jugador fue subido en andas mientras él besaba la pelota con la que había marcado. Debajo de él, los flashes de los fotógrafos registraban el momento histórico que aún hoy se recuerda.