¡Habla memoria!

1949. Los últimos noventa minutos del Torino

En el accidente aéreo del 4 de mayo todos los jugadores del Torino perdieron la vida. La noticia conmocionó y entristeció a todos. El Gráfico homenajeó así a uno de los mejores equipos del mundo.

Por Redacción EG ·

04 de mayo de 2022

Terrible golpe. El "no puede ser" que se escape involuntariamente de nuestros labios, como si quisiésemos espantar la idea de la tragedia, se apaga en el suspiro que precede a la honda tristeza que nos invade. Se aflojan los nervios y el abandono es total, horrible, con una sensación de impotencia que nos provoca un estado de desoladora inquietud. Es como si "muriésemos" un poco con ellos. Lentamente, como si pretendiera grabarlos en la memoria por el resto de mi vida, van desfilando aquellos muchachos que pocas horas antes estrechare en amigable abrazo de despedida. Atletas valiosos, jóvenes, fuertes, padres la mayoría de ellos, no podían imaginar que iban camino de la muerte. Alegres, joviales y sanos, como verdaderos camaradas, compartieron con cuatro muchachos argentinos sus horas vividas en Estoril.

 

Imagen Este es el poderoso conjunto del Torino F. C., cuyos integrantes cayeron en la catástrofe aérea del miércoles 4. De izquierda a derecha, de pie: Castigliano, Mazzola, Grezar, Rigamonti, Ballarin, Marozzo y Menti. Agachados: Bacigalupo, Ossola, Gabetto y Loik.
Este es el poderoso conjunto del Torino F. C., cuyos integrantes cayeron en la catástrofe aérea del miércoles 4. De izquierda a derecha, de pie: Castigliano, Mazzola, Grezar, Rigamonti, Ballarin, Marozzo y Menti. Agachados: Bacigalupo, Ossola, Gabetto y Loik.

Pisa, Fandiño, Sbarra y el que escribe, gustaron de las inquietudes, anécdotas y recuerdos que amenizaban el café debajo de las arcadas del parque. Le insignia de internacional italiano que llevo en mi solapa, y por qué no decirlo, con arrogante orgullo, hacía comunicativos a dirigentes, jugadores y periodistas que acompañaban al equipo. "Me ne ricordo benissimo di leí", me decía Grezar, valioso internacional. "Io cera un bambino ma...". Y entonces brotaban los recuerdos. Los nombres de Orsi, Guaita, Libonatti, etc., acompañaban otras grandes hazañas recordadas por los periodistas. Se interesaban por conocer lo que actualmente hacía cada uno de ellos y yo por mi parte solicitaba idénticos informes de mis ex compañeros, sabiendo así que Meazza, el incomparable Pepino, ejercía las funciones de entrenador en Turquía. Entre la camaradería de esta muchachada mi espíritu se transportaba a las bellas horas vividas en Italia. Como en aquellos tiempos, el dirigente italiano está al tanto del fútbol argentino. No pierden pisada a la actuación de nuestros mejores hombres. Preguntaban sobre Di Stefano, Pontoni, Martino, Farro, etc., y las posibilidades de ser contratados en Italia. En un momento, muy reservadamente, en un ángulo de las arcadas, me silbaron al oído: "Mi dica... e vero che Loustau e superiore a Mumo?" Les dije quién era el brillante puntero izquierdo de River, por sí solo un espectáculo y sin duda superior a Orsi. Insistiendo, supe que había une oferta de 40 millones de liras para adquirirlo. Hasta aquí la noticia. El destino quiso dar a todo esto un vuelco profundo. De aquellos, mis amigos, ni uno solo queda...

Breve cambio de opiniones con Grezar

Giuseppe Grezar, de 31 años de edad, era de los jugadores del Torino el que contaba con mayor número de internacionales. Este año debía ser transferido, junto con Ballarín, por 60 millones de liras. Era lo que llaman en Italia un "fuori classe".

Imagen Romeo Menti era el puntero derecho del Torino F. C. y de la Selección Nacional Italiana. Lo vemos aquí en acción durante uno de los últimos partidos internacionales en que intervino. Vigoroso y entrador, era valioso complemento de la tarea conductora que cumplían los entrealas Bassetto y Mazzola, este último capitán.
Romeo Menti era el puntero derecho del Torino F. C. y de la Selección Nacional Italiana. Lo vemos aquí en acción durante uno de los últimos partidos internacionales en que intervino. Vigoroso y entrador, era valioso complemento de la tarea conductora que cumplían los entrealas Bassetto y Mazzola, este último capitán.

Una conversación con Grezar podía aclararme varias cosas y sin ánimo dé entrevista sondeé sus conocimientos. Es verdad, Scopelli, me explicó, el fútbol italiano lógicamente bajó algo por causa de la guerra y ello se advierte más claramente dentro de los equipos. En la época suya casi la totalidad de los elencos eran fuertes. Hoy en día, salvo cinco o seis clubs, los que generalmente terminan en los primeros puestos, todos son mediocres.

—Pero dígame, Grezar..., ¿todos adoptan la W M?

—No. Muchos han seguido con el sistema antiguo, pero la impresión general es que en la temporada próxima todos pasarán a aplicar la táctica de Chapman.

— ¿No será esa la causa del desnivel que usted señala?

—Ahora me hace pensar que esa puede ser una de las causas, porque quien no la aplica está en evidente desventaja, y por otro lado quien le aplica mal se inferioriza. A pesar de todas estas razones continúo pensando que en su tiempo los equipos eran más parejos.

— ¿Y el equipo nacional?

—En este campo se mantiene el poderío.

La "squadra azzurra" actual es tan poderosa como las anteriores.

— ¿Cree en la W M?

—Completamente. Es un gran sistema, como que se ataca en 7. Cuando el entendimiento de los medios de ataque y los interiores es perfecto el conjunto camina a voluntad.

—Y sobre el medio centro... ¿qué me dice?

— Cuando hice esta pregunta, con toda intención, Grezar se me quedó mirando.

El futbolista italiano es muy respetuoso y él sabía que yo era entrenador. Vaciló un poco y al final se animó:

—Francamente, no sé qué piensa usted sobre el medio centro. Las apreciaciones difieren y no deseo sentar cátedra; perdóneme, por lo tanto, Scopelli, si no pienso como usted. "Ormai... il centro sostegno e disparuto. Noi giocamo con tre terzini e due mediani di ataco".

Hasta aquí quería llegar. Era lo que me interesaba. Tres zagueros y dos medios de ataque.

Imagen El arquero Valerio Bacigalupo era famoso en toda Europa. El fútbol de Italia tenía resuelta, con él, la difícil cuestión de su guardavalla internacional. A Bacigalupo, crack del equipo campeón, se le designaba, más que sin discusión, sin titubeos. Este espléndido atleta ha muerto en la tragedia de Turín.
El arquero Valerio Bacigalupo era famoso en toda Europa. El fútbol de Italia tenía resuelta, con él, la difícil cuestión de su guardavalla internacional. A Bacigalupo, crack del equipo campeón, se le designaba, más que sin discusión, sin titubeos. Este espléndido atleta ha muerto en la tragedia de Turín.

EL TORINO ENFRENTA AL BENFICA

El estadio del Vale de Jamor, donde Fandiño después de pisar el césped dijo: "quien juega mal aquí es porque no sabe", presentaba un aspecto imponente. Este partido fue combinado como fiesta de homenaje a Francisco Ferreira, capitán del equipo nacional portugués y de Benfica. Aquí en Portugal, como no existe prácticamente el profesionalismo, los clubs organizan fiestas a total beneficio del homenajeado como compensación a sus largos años de actuación dentro del club. La fama del Torino era notoria. Sólo un atleta como Francisco Ferreira podía hacer desplazar un elenco de tal categoría. Baste saber que 7 de sus integrantes forman en el seleccionado italiano. El once se presentaba algo cansado, después de soportar un rudo torneo y de haber empatado con el Milán el domingo, punto que le aseguraba nuevamente el título máximo. El viaje en avión había sido muy malo, como presagio tal vez de lo que sucedería más tarde. Sus últimos 90 minutos marcaron una derrota del cuadro, pero sólo en números. El fútbol tiene cosas de estas, si no no apasionaría a las multitudes. En admiración, en elogios, en demostración de lo que debe ser un conjunto, el Torino salió en triunfos del estadio. La réplica, a base de entusiasmo, que le ofreció Benfica, sirvió para que gustásemos un plato excelente. Con un gol marcado en los primeros minutos el Torino ofrecía esquemas de juego y una prestancia de campeón que asombraba. Cuando Benfica pasó adelante en el marcador el Torino apuró entonces la marcha. No consiguió ni el empate ni el triunfo porque Mazzola, su gran capitán, actuaba afiebrado y sin moverse en el campo. Además, la lesión de Gabetto lo privó de un centro delantero como pocas veces he visto en mi vida. Comprendí por qué me había afirmado rotundamente Grezar "se ataca en 7".

Imagen Los jugadores de España y de Italia entrando en la cancha del estadio de Chamartin, en Madrid, para jugar el match que los italianos ganaron por 3 a 1. Encabezando a su equipo se ve al capitán, el insider izquierdo Valentin Mazzola, del Torino.
Los jugadores de España y de Italia entrando en la cancha del estadio de Chamartin, en Madrid, para jugar el match que los italianos ganaron por 3 a 1. Encabezando a su equipo se ve al capitán, el insider izquierdo Valentin Mazzola, del Torino.

El trabajo de los dos medios de ataque es soberbio. Ocupan la posición de cualquier delantero en el avance y una vez perdida le pelota vuelven a sus lugares con una velocidad pasmosa. No quiero extenderme con el relato del encuentro. Es preferible transcribir impresiones sobre el juego del equipo. Tanto Pisa como yo, leales defensores del fútbol italiano, esperábamos con ansiedad lo que dirían nuestros amigos Fandiño y Sbarra, sobre todo aquél, que los veía por primera vez. Volviéndome hacia ellos inquirí. "¿Y?..."

—Desde que veo fútbol — manifestó Fandiño con los ojos fijos en el césped, solitario ya — jamás he visto un equipo de poder físico tan formidable y un conjunto tan armónico como éste. Es el juego más semejante al argentino que he visto, y si nosotros los superamos en el valor individual ellos nos llevan ventaja en el conjunto atlético que exhiben. No se puede decir más en tan pocas palabras. Una cualidad había asombrado a Fandiño. El jugador italiano nunca da por perdida la pelota. Caído, mal colocado, o desequilibrado, siempre intenta la jugada. El segundo gol fue un ejemplo vivo. En el aire soltaron dos portugueses con el centro delantero italiano. Los tres cayeron al suelo, pero el del Torino se levantó con una agilidad pasmosa al tiempo que habilitaba al puntero y en la cerrera tomó posición justa pare recibir el balón y sin parar, desde un ángulo imposible, remató a un rincón. Casi podría afirmar que cuando él terminó la jugada recién se levantaban los adversarios caídos. Fue un movimiento de rapidez e inspiración que revelan una clase superior y un estado físico soberbio.

Raúl Sbarra, el crítico más riguroso que he encontrado en mi vida, también dio su fallo en favor del Torino, agregando que no debe haber en todo el continente un equipo de fuerza semejante. Observa únicamente que le falta al delantero esa gambeta corta dentro del área, tan característica en nosotros v que nos permite quedar solos delante del arquero. En esa zona, los del Torino intentaban aún el pase, difícil por las distancias cortas. En todo caso, un gran team con prestancia de campeón. Un gran team que, sin saberlo, nos había ofrecido su postrer exhibición.

Imagen Otro de los muchachos caídos en el impresionante accidente: Castigliano, defensor de acción elástica y recia. El fútbol italiano se queda, de pronto, privado de un plantel de cracks con el que aspiraba al campeonato del mundo.
Otro de los muchachos caídos en el impresionante accidente: Castigliano, defensor de acción elástica y recia. El fútbol italiano se queda, de pronto, privado de un plantel de cracks con el que aspiraba al campeonato del mundo.

El futbol mundial de duelo

Si ya de por sí sola la tragedia es inmensa en número de vidas, para nosotros, deportistas, la desgracia asume caracteres inconmensurables. Es un golpe del que difícilmente podrá reponerse Italia, deportivamente hablando. Siete de sus hombres formaban la base de la "squadre azzurra". Durante años fueren amasando temperamentos, técnica, virtuosismo, voluntades, para lograr lo que raramente se consigue en el plano local e internacional. En pocos segundos, el destino asesta un golpe irreparable que conmueve al mundo entero. A pocas horas de haberlos abrazado como transitoria despedida recibía la noticia del desastre. En el dolor que experimenté creo haber comprendido el de todos los demás. Porque fue de una brutalidad sin misericordia, de esas que hacen morder los labios y empañar los ojos. No tenía fuerzas para sentarme a la máquina a escribir estas líneas. Luego comprendí que en mi patria, tierra de deportistas, la tragedia del Torino habrá ensombrecido el corazón de los aficionados. Hagamos justicia a la memoria de quienes, en la sana virtud de entusiasmar a las masas, encontraron una muerte que enluta al deporte mundial.

Bacigalupo, Ballarin, Martelli, Marosso, Grezar, Rigamonti, Castigliani, Menti, Loik, Gabetto, Mazzola, Ossola, Fandini, Ravelli, Subert, Garoso, Medina, Dino Ballarin, Bosinti: ¡Presentes!

Por Alejandro Scopelli