¡Habla memoria!

1994. Café la ilusión

El Gráfico reunió a las dos grandes figuras de River y Boca de aquel momento. Enzo Francescoli y Alberto Márcico eran los encargados de hacer jugar a los dos más grandes del país, una charla a puro fútbol.

Por Redacción EG ·

18 de septiembre de 2019

-¿Y papi, le pudiste sacar la pelota al papá de Lucas? - Sí, Bruno, quedate tranquilo, alguna le saqué...

Fue la primera pregunta que escuchó Enzo Francescoli, de regreso a su departamento de Belgrano, el jueves a la noche tras el superclásico. Su hijo de siete años, Bruno, lo esperaba ansioso para conocer el resultado de otro partido: el que jugó su padre contra el de Lucas, uno de sus compañeros del primer grado del colegio Jean Memorz. Ahhh... el apellido de Lucas es Márcico.

Ya pasaron algunas horas, pero el clásico se mantiene vivo en los músculos de dos de sus protagonistas: el Beto Mágico y el Príncipe. Perdón, los señores Alberto José Márcico y Enzo Francescoli. Es viernes al mediodía, cuando los juntamos para hablar del River-Boca que pasó y, sobre todo, del que viene. Estamos en un café, el Plaza Dorrego de San Telmo, pedimos dos cortados y los dejamos solos...

Imagen El Gráfico los reunió, los talentoso de River y Boca se juntaron a tomar un café y charlar sobre fútbol.
El Gráfico los reunió, los talentoso de River y Boca se juntaron a tomar un café y charlar sobre fútbol.

- ¿Cómo estás, Flaco?

- Muerto, Beto. La cancha estaba pesada y encima yo vengo de una contractura. El domingo no juego, ¿vos tampoco, no?

- No, yo tampoco, tengo que recuperarme. Fue lindo el partido, ¿no?

- Sí, fue abierto, de ida y vuelta. Y creo que en definitiva el empate fue justo, porque cualquiera de los dos tuvimos posibilidades de ganar el partido. Te digo la verdad: cuando el Manteca quedó mano a mano con Burgos, creí que se terminaba todo, porque el que hacía el gol...

- Ganaba, es cierto. Estoy de acuerdo: el resultado fue justo, pero no sé si para nosotros fue negocio. En un Boca-River no se sabe... Para mí, la revancha va a ser muy parecida.

- Seguro, yo lo dije antes del partido, no cuenta tanto ser local o visitante. En equipos como Boca o River, estás acostumbrado a salir a ganar afuera. También es una responsabilidad para el local, a veces te desfavorece. Pero a mí me parece que va a ser similar...

- Y si es parecido, Enzo, ¿quién lo gana?

- El que la meta, así de simple.

- Claro, ésa va a ser la gran clave: meterla. Flaco, decime la verdad: ¿te sorprendió la actitud ofensiva de Boca?

- No, Beto, no me sorprendió, porque nosotros generalmente nos paramos en tres cuartos de cancha y le dejamos la pelota al rival. Esta vez ustedes la aprovecharon bien, sobre todo en los primeros minutos. Supieron manejarla. Es una cuestión táctica, por las características de algunos jugadores necesitamos espacios.

– Y en la cancha de Boca se va a dar así el partido, con ustedes esperando...

- No sé si los vamos a esperar... Aunque no creo que cambiemos mucho.

- Los dos necesitamos lo mismo: ganar para pasar a la otra ronda, ninguno va a querer ir a los penales. Acá perdés y chau. Pero vos sabés que la cancha de Boca es muy especial, la gente empuja, empuja, quiere que vayas...

- Eso a veces juega en contra, ¿no?

- Y, a veces sí.

Es tiempo de fotos, mientras llega la segunda vuelta de café. Aprovechamos para apartarlos un poco y preguntarles por el otro. Esto dice el Beto de Francescoli...

- A mí siempre me gustó mucho como jugador, aparte tengo el contacto con los uruguayos que están en Boca, que me cuentan. Lo admiro mucho como persona, y no es por tirar flores: yo creo que el comportamiento que tiene un jugador adentro de la cancha es el mismo que tiene afuera. El protesta, habla, pero todo con altura.

Y esto el Príncipe sobre Márcico...

- Aparte de lo que es como jugador, en el fútbol nos conocemos todos. Vos sabés quién es buen tipo y a veces no es necesario convivir con una persona para saber si es buena gente. Nuestra onda pasa un poco por eso, sin tener un contacto fluido, nos admiramos mutuamente.

Te acordás cuando nos encontramos en aquel partido de extranjeros en Mónaco, Enzo?

- Sí, lo que no estoy seguro si era sólo de sudamericanos.

- No, acordate que estaba el escocés, el nueve ese.

- Tenés razón, Beto. Pero también jugamos varias veces en contra...

- No me hables... Yo jugué siempre en el Toulouse, pero vos en el Matra y en el Marsella... Nada que ver.

- Sí, pero el Matra lo único que tenía era plata, porque equipo...

- ¿Te acordás de ese partido que jugamos en Marsella? El primer tiempo estábamos perdiendo 5-0. Después, en el vestuario, dijimos: "por favor, que no nos hagan ninguno más"... y a los dos minutos metés uno vos...

Imagen El Beto y toda su elegancia para jugar. En esta oportunidad frente a Newell´s en La Bombonera, de fondo está observando Diego Armando Maradona.
El Beto y toda su elegancia para jugar. En esta oportunidad frente a Newell´s en La Bombonera, de fondo está observando Diego Armando Maradona.

- Me acuerdo, ganamos 6-1, yo hice un gol solo.

- Y el del Toulouse lo hice yo, y el segundo tiempo terminamos 1-1. iCómo jugaba ese Waddle!

- Era increíble, cuando hacía el doble paso no sabías para adónde arrancaba.

- Noooo.

- Beto, yo tengo buena memoria, me acuerdo de vos desde antes de Francia. Sobre todo la final del Nacional '84: en la cancha de River nos dieron un baile bárbaro y en la de Ferro nos hicieron un gol a los cinco minutos. Cañete de cabeza, desde afuera del área. ¡Cómo me voy a olvidar!

- Yo también me acuerdo, Flaco, no estoy tan viejo... Debutaste en Argentina contra Ferro, hiciste el gol de penal. Eso no te lo voy a perdonar nunca...

Otro momento para interrumpir, aprovechando que se viene la tercera vuelta de café...

-¿Boca es más que River en algo, Beto?

- No, yo tengo mucha confianza en mi equipo, en los jugadores. Pero es muy parejo, ni River ni Boca se sacan ventajas, los dos llegamos en el mismo nivel.

- ¿River es más que Boca en algo, Enzo?

- No, creo que llegan los dos igual. Salvando algunas distancias, que uno defensivamente se para distinto al otro, las características de los equipos son las mismas. Nosotros dependemos mucho del quite de Astrada y de la colaboración de Cedrés en el mediocampo para recuperar, a Boca le pasa lo mismo con Mancuso y Acuña; arriba cualquiera de los dos equipos puede hacer un gol, y en defensa a veces se arriesga mucho por esas ganas de salir a atacar, por esta forma de pararse. En líneas generales los dos equipos tienen la misma idea: ninguno revienta la pelota ni juega a los centros porque no tienen grandes cabeceadores.

- ¿Qué significa la Supercopa para Boca?

- Nosotros queremos ganarla, como cualquier campeonato. Pero no pasa por superar a River... Ellos perdieron con nosotros en el Monumental y después salieron campeones... No pasa por ahí. Si perdés con River pero después ganás el campeonato, la gente va a festejar como loca.

- Pero si pierden con River, ¿se podrán recuperar y ganar el campeonato?

- Siii.

- ¿No va a ser un golpe muy fuerte?

- No, ya di el ejemplo de ellos. No puede condicionarnos un partido contra River. Si uno pierde va a estar triste, más triste que nunca, pero no se va a caer por eso.

-Y para River, Enzo, ¿qué significa la Supercopa?

- Es un campeonato importante, además, en River hay que jugar todo para ganar el campeonato, la Supercopa, la Copa Libertadores... No se puede especular y elegir un torneo: yo creo que hay que jugar los dos de la manera y si se puede, ganar los dos. No me parece que haya una predisposición del equipo para jugarse a la Supercopa o el campeonato: son importantes los dos. Queremos ganarlos, pero también hay que estar preparado para quedar afuera de uno y pelear el otro.

- Pero River le tiene unas ganas especiales a este torneo...

- Sí, porque le quedó el recuerdo de aquella final con Cruzeiro, pero no tiene más importancia que un campeonato local o una Copa Libertadores.

Imagen La figura de el Principe en un Superclásico. En 1994 fue la gran figura en el triunfo de River por 3 a 0.
La figura de el Principe en un Superclásico. En 1994 fue la gran figura en el triunfo de River por 3 a 0.

- ¿Y para vos? Tu caso es especial: te fuiste a lo grande, pero te perdiste la consagración internacional de ese River... ¿Le tenés ganas a algo así?

– Sí, sobre todo a la Copa Libertadores, y tengo la suerte de poder jugarla el año que viene. Pero no quiere decir que piense sólo en eso, ojalá pudiera ganar todo. Es una coincidencia y sería lindo...

-Che, Enzo, ¡cómo juega ese Cedrés!

- Sí, a mí me encanta y eso que no está jugando en la posición de él, pero de todas maneras hace un laburo increíble. Corre, va al área, quita... Le cuesta, pero para mí en estos momentos es el mejor jugador de River.

- Además es buen pibe, ¿no? Hablamos mucho durante el partido. En un momento la gente de River me gritaba "Gordo, hijo de p..."; entonces yo le dije a él: "No te pueden gritar eso..." Se c... de risa. Además, es un tanque...

- Sí, mete...

- Cuando terminó el partido, le pregunté "¿Cuánto pesás?". Me contestó: "89". Entonces le dije: "Nosotros estamos para boxear..." ¿Sabes qué fue lo que más me gustó de Boca, Enzo?

- No...

- Que enfrente estaba River y jugamos de la misma manera que lo hacemos contra cualquier otro equipo. Por eso creo que la revancha va a ser parecidísima.

- A mí de River me gustó lo mismo que veo desde que volví: que del primero al último minuto juega para ganar el partido. Así superamos a Nacional sobre la hora, a Ferro... River es un equipo que arriesga, como Boca. Lo más importante que se dio en este clásico, y que no pasaba en los que yo jugué años atrás, es que los dos fueron frontales, abiertos, y no hubo golpes. De esta forma, con un partido con seis o siete situaciones claras de gol, se puede esperar que el jueves se dé un gran partido.

- Para mí, Castrilli se equivocó en las expulsiones, se apresuró, sobre todo en las de Fabbri y Arruabarrena.

- Yo no lo conocía, lo tuve el otro día con Ferro. Ayer me pareció lo mismo que a vos, que se apresuró en todas las expulsiones: Díaz hizo dos entradas de atrás normales en un defensa, Fabbri hizo una mano, no era último hombre...

- Y a Rivarola no lo amonestó, aunque su mano fue en la puerta del área... - A vos te tuvo de hijo, te cobró todo...

- En el primer tiempo. Al final me cansé y le grité: "Castrilli, me tenés podrido". Pensé que me echaba a la m...

- Beto, hay algo que va a pasar el jueves y vos ni te imaginás: voy a debutar en la cancha de Boca...

- ¿Cómo?

- Y, sí. Hace unos años Boca tenía la cancha clausurada, jugaba en cualquier lado. Cuando la volvieron a abrir, yo me fui a Uruguay con la Selección, y River dio la vuelta olímpica en la Bombonera, con los dos goles del Beto Alonso. Así que, preparate...

- Ah, no, Enzo, eso sí que no... No me pidas que te desee suerte...

 

 

Por ADRIAN MALADESKY, BEFO TISINOVICH y MATIAS ALDAO (1994).

Fotos: GERARDO HOROVITZ .