¡Habla memoria!

LAS FRASES DE CHERRO

En un nuevo aniversario de su nacimiento, revivimos algunas respuestas jugosas que Cherro le hizo a El Gráfico en 1939, cuando se acercaba su retiro.

Por Redacción EG ·

22 de febrero de 2022

En el barrio, por su aspecto físico y sin conocer sus atributos, sería uno de los últimos elegidos. Excedido en kilos, cabezón y con pantalones extraños, Cherro (su verdadero apellido era Cerro) no tenía pinta de futbolista. Sin embargo, cuando comenzaba el partido, su imagen cambiaba súbitamente. O quedaba a un lado, por lo menos. Lo único que recibía este crack nacido en Barracas eran elogios.

Fuerte, inteligente con sus pases exactos, con envidiable gambeta y cabezazo demoledor: no en vano lo apodaron Cabecita de Oro. Hizo goles de todos los colores. Con la Selección integró dos planteles subcampeones: el de los Juegos Olímpicos de 1928 y el del primer Mundial, en 1930.

En ambas finales, la razón de la derrota se llamó Uruguay. Y Cherro, justo él, no las pudo disputar, quedándose con una molesta espina. Sin embargo se tomó una especie de revancha, inmortalizando una de sus grandes hazañas: en 1933 enfrentó a los uruguayos y les marcó cuatro goles en la victoria argentina por 4 a 1. Fue el máximo goleador de Boca (223 goles) hasta que Martín Palermo(236 goles) lo superó en 2010.

Repasamos un puñado de frases, cuando "Cabecita  de Oro" estaba en el final de su carrera.

“Se va haciendo tarde”
Por Borocotó
3 de marzo de 1939
 

Imagen REPORTAJE A FONDO. Se lo hizo Borocotó en 1939, aunque el género de la entrevista no era muy usado en El Gráfico.
REPORTAJE A FONDO. Se lo hizo Borocotó en 1939, aunque el género de la entrevista no era muy usado en El Gráfico.
“Boca se entrenaba en la cancha de Barracas Central. La pequeña y pobre tribunita estaba plena de hinchas. De allí partió, imprevistamente, un fuerte aplauso que premiaba una jugada clásica. Y alguien expresó: ‘Todavía es Cherro el mejor insider de Boca’. El Apilador nos había regalado una de aquellas jugadas de 1927. Hostigado por un half le dio la espalda. Hizo picar la pelota. La levantó tomándola de empeine y enviándola hacia atrás por sobre su cabeza en matemático pase al winger, que la recibió limpia de rivales. Igual que antes: como en aquellos tiempos en que construía a wingers, en que llevó a la cumbre jugadores que al salir de su lado se perdieron prontamente en el olvido”

“Mirá, viejo, todos tenemos algo de vanidad o de esa íntima satisfacción de haber sido algo dentro del ambiente en que nos tocó actuar. Algunas amarguras también se cosecharon, acaso, para resaltar las alegrías. Y ya ves: ahora que se va haciendo tarde en mi vida de jugador, cuando escucho al pasar un adiós amable o un tenue ‘ahí va Cherro’, experimento una alegría, una cosa que me llega muy adentro. Será vanidad; puede que lo sea, ero si lo es, entiendo que es muy humana”

Ante la pregunta de Borocotó sobre si volvería a jugar luego del paréntesis del verano del 38-39, respondió:

“No depende de mí. Entrenado estoy. Peso 74 kilos. Pero, si Boca no me renueva el contrato, pienso no jugar en otro club. Por lo menos, aquí en mi patria. Llevo trece años consecutivos en Boca. Ahora se cumpliría el catorce. ¿Adónde iría? Solamente podría actuar en un equipo grande donde la calidad defiende. Y tampoco creo en esa posibilidad. Podría jugar en un team mediocre, pero no tendría la voluntad que se posee a la edad en que uno aspira a subir y hasta es probable que enturbiara el buen recuerdo que puedo dejar. Una ya se debe al cariño de los demás, a esos mismos que me saludan al pasar. Ir a un team chico, obtener la pelota, pasarla y que se pierda; conseguir otra con esfuerzo, volverla a pasar y que torne a perderse; no, viejo, no; si los dirigentes actuales de mi club consideran que ya no son necesarios mis servicios dejaré el fútbol, por lo menos en mi patria. ¡Lástima el esfuerzo realizado! Muchas noches sin cenar, innumerables sacrificios contra la obesidad, inconveniente que tuve siempre y contra el cual peleo desde muchachito.”

“Si no me renuevan el contrato, no jugaré más. Tampoco iría a segunda. Nunca fui. Me llevaré esa gran satisfacción: la de no haber sido descendido en tan largo tiempo y la de haberme mantenido en un alto nivel a través de todos esos años. “

Imagen TAPA EN EL GRAFICO. Fue en septiembre de 1929. En total apareció en 8 portadas.
TAPA EN EL GRAFICO. Fue en septiembre de 1929. En total apareció en 8 portadas.
“He tenido mucha suerte. La de haber ido a Boca, la de no haberme lesionado seriamente como aconteció a otros que vieron su vida futbolística imprevistamente truncada, la de haber nacido con cierta habilidad para el fútbol, la de haber llegado a ser lo que soy. Mucha suerte, Borocotó, mucha suerte. Claro que yo quería jugar un año más, pero necesitaría hacerlo seguido. La inactividad es el mayor perjuicio para mí. Jugar un match cada tres o cuatro meses no es posible. Un hombre de mi edad (N. de la R.: 33 años) debe actuar seguido. Precisa ese fogueo, ese estímulo, esa chance de borrar una regular performance con una buena. A los veinte años puedo pararse. A los treinta hay que seguir corriendo.”

“Tengo un baúl repleto de recuerdos gratos, pero algo que he conquistado con el fútbol y que constituye una de mis grandes satisfacciones es el de haber subido un escalón, el no haberme quedado únicamente en un futboler. Los viajes instruyen. Fui a Europa siendo jovencito. No obstante, creo haber asimilado algo. Tengo amigos, doctores, etc. Con ellos converso y muchas veces de cosas ajenas al deporte. Sé que me quieren no porque yo sea el futboler. Eso me conmueve hondamente. Son muchas las satisfacciones cosechadas en tantos años. Mirá: cuando el equipo argentino iba a jugar el Campeonato Mundial disputado el año pasado en París Hirschl estaba designado entrenador. Es de River Plate. Sin embargo, pedía que yo fuera incluido. Y eso que decían que yo estaba en decadencia … Bueno, hace mucho que me dicen eso … No deja de ser una satisfacción que el entrenador del team tradicional adversario de Boca haya pensado en mí, pese a que yo estaba considerado como veterano.”


Producción: Néstor Saavedra.