Memoria emotiva

Queen's 2012, el torneo negro de David Nalbandian

Se cumplen diez años de la fatídica patada del cordobés a un juez de línea que le costó la descalificación en la final del ATP de Londres. Las presiones por seguir el partido, las críticas del argentino a la ATP y el público futbolizado.

Por Redacción EG ·

17 de junio de 2022

17 DE JUNIO 2012. Final del tradicional ATP 500 de Queen's, en el pintoresco Queen's Club de Londres, cuyas canchas de césped ofician como la antesala perfecta de Wimbledon, el tercer Grand Slam de la temporada. David Nalbandian marchaba 7-6, 3-3 y 15-40 con su saque contra el croata Marin Cilic.

Aquella final estaba encaminada hacia el lado argentino: el cordobés atravesaba los últimos torneos de su carrera y tenía la posibilidad de estirar su vida en el circuito. Finalista en Wimbledon 2002, siempre sorprendió por su adaptación al césped. El torneo de Queen's habría representado su primera corona en pasto y el primer título para el tenis argentino en esa superficie desde que Javier Frana ganara en Nottingham 1995.

En caso de haber ganado, además de levantar un trofeo por primera vez desde Washington 2010, el Rey habría llegado a Wimbledon y a los Juegos Olímpicos de Londres como preclasificado: en ese momento estaba 39º del mundo y necesitaba entrar entre los primeros 32 sin tener en cuenta eventuales bajas. Pero no sucedió: entró al bolillero y perdió ambas primeras rondas con el serbio Janko Tipsarevic, en ese entonces top 10.

¿Por qué no sucedió? Porque Nalbandian vivió uno de los días más oscuros de su carrera, nada menos que en el epílogo. Cuando marchaba con autoridad durante el partido ocurrió el desmadre: el cordobés erró ese tiro forzado, continuó la carrera hacia el costado de la cancha y soltó una patada contra el cartel de madera que protegía al juez de línea Andrew McDoughall. Ni lo pensó: tiró la patada y lastimó al árbitro.

McDoughall gritó del dolor, se levantó el pantalón y dejó ver la sangre que recorría por su pierna. En ese momento, ante el incidente, el juez de silla Fergus Murphy llamó a Tom Barnes, el supervisor de ATP, quien se sumó a la conversación con Nalbandian y el juez de línea.

Después de los instantes de deliberación McDoughall fue al vestuario para limpiarse la herida y umpire Murphy confirmó por altoparlante, ante las seis mil personas presentes, que Nalbandian estaba descalificado por conducta antideportiva.

Chris Kermode, por entonces director del torneo y presidente de la ATP durante el período 2014-2019, conversó con Nalbandian mientras la gente abucheaba y esperaba la entrega de premios, ante un Cilic atónito que había esperado en su silla sin saber qué hacer.

Kermode contó, años después en Daily Mail, que hubo presiones de sponsors por continuar el partido, además de la caldera que se había generado con la gente en pleno reclamo: “Yo estaba viendo el partido muy relajado en mi oficina. Cuando vi eso puse mi cabeza entre mis manos y pensé: 'No puedo creer que esto esté pasando'. Traté de persuadir a Tom (Barnes) de que no lo descalificara porque sentía que era mi responsabilidad proteger al torneo. Pero sabía que no tenía chances. Fue la primera vez que vi a Queen’s transformarse en algo parecido al público de un partido de fútbol, era intimidante”.

Nalbandian, lejos de estar tranquilo, habló ante los micrófonos y lanzó duras críticas contra la ATP: “A veces te frustrás y cometés errores. A veces sentís la presión de la ATP de tener que jugar muchos torneos. Hay muchas reglas y a veces no sirven para nada. La ATP comete muchos errores con los jugadores y no pasa nada con eso”. El cordobés recibiría una doble sanción: la pérdida de los 150 puntos correspondientes al finalista de Queen's y una multa de 8 mil libras, equivalentes a 10 mil euros.

El ex número tres del mundo se retiraría en abril de 2013, tras la serie que Argentina le ganó a Francia por los cuartos de final de la Copa Davis en el Parque Roca, pero se encontraría años más tarde con Barnes, el supervisor que lo descalificó de Queen's: se cruzaron en febrero de 2020, en el Córdoba Open, donde se los vio en plena conversación.

Imagen Nalbandian y Barnes, ocho años después del incidente, en el Córdoba Open. Imagen: Marcos Zugasti.
Nalbandian y Barnes, ocho años después del incidente, en el Córdoba Open. Imagen: Marcos Zugasti.