Memoria emotiva

Roland Garros 1990: la historia de la peluca que le costó la final a Andre Agassi

El 10 de junio de 1990 el Kid de Las Vegas buscaba su primer Grand Slam ante Andrés Gómez pero, según admitiría años más tarde, perdió por haber pensado en que no se le cayera el pelo más que en el propio partido.

Por Pablo Amalfitano ·

10 de junio de 2022

ANDRE AGASSI, uno de los jugadores más transgresores que haya visto el tenis, es dueño de un status que pocos pueden ostentar en la historia del circuito masculino. El Kid de Las Vegas, ganador de 60 títulos a lo largo de su carrera, es uno de los ocho hombres capaces de haber conquistado los cuatro torneos de Grand Slam: acumula ocho coronas, de las cuales cuatro fueron en Australia, dos en el Abierto de Estados Unidos, una en Wimbledon y otra en Roland Garros.

La concreción del Grand Slam calendario tuvo lugar para Agassi justamente en París, en la edición de 1999, cuando derrotó al ucraniano Andrei Medvedev después de haber tenido una desventaja de dos sets a cero. Nueve años antes, cuando apenas insinuaba la leyenda en la que se convertiría, había jugado su primera definición en un Major, también en Roland Garros.

En Roland Garros 1990 el estadounidense tenía apenas 20 años pero llegaba como el número cinco del mundo, ya era una figura "rebelde" del circuito por su forma de vestirse en un deporte tan tradicionalista y buscaba su primera corona de Grand Slam. Como jugador sensación del momento se hizo camino rumbo a la final después de eliminar, de manera sucesiva, al canadiense Martin Wostenholme (122º), al australiano Todd Woodbridge (136º), al francés Arnaud Boetsch (236º), a Jim Courier (17º), al campeón defensor Michael Chang (14º) y al sueco Jonas Svensson (24º).

En el partido definitorio llegaba como el gran favorito ante el ecuatoriano Andrés Gómez, diez años mayor y por entonces 7º del ranking, a quien había derrotado semanas atrás en Miami por 6-7, 6-2 y 6-3. No había dudas: el primer título de Grand Slam para Agassi estaba al caer.

La historia de aquel partido, que tuvo lugar el 10 de junio en la Philippe Chatrier, resultó muy diferente de lo que casi todos imaginaban. El hombre de Las Vegas desperdició su primera chance de ganar un Major y Gómez se transformó en el único jugador ecuatoriano campeón de Grand Slam.

Agassi perdió el primer parcial por 6-3, ganó el segundo por 6-2 y, tras intentar la remontada, quedó en el camino y cedió los dos siguientes sets por 6-4 y 6-4. No fue un partido más ni resultó una derrota casual para la estrella estadounidense, pero el trasfondo de aquella historia conoció la luz nada menos que 19 años más tarde, en la autobiografía del Kid de Las Vegas llamada "Open".

La incipiente calvicie para Agassi ya era un problema sin solución aparente por aquellos años. En 2009, en su obra personal, contó los momentos previos al torneo: “Cada mañana me levantaba y encontraba otro poco de mi identidad en la almohada, en el baño, en el desagüe. Entonces me pregunté: '¿Vas a ponerte un peluquín? ¿En la cancha de tenis? Y me respondí: '¿Qué otra cosa puedo hacer al respecto?”.

Por eso decidió jugar todo Roland Garros con una peluca pelilarga. Pero un Grand Slam dura dos semanas y la extensión del certamen le jugó una mala pasada: de tantos lavados la peluca empezó a deteriorarse y, la noche anterior a la final, quedó muy maltrecha. Andre y su hermano Phil intentaron solucionarlo: era muy necesario que la imagen de chico rebelde del circuito no se viera afectada por la falta de cabello y mucho menos en una definición de Grand Slam.

“En la entrada en calor me puse a rezar pero no por el deseo de ganar sino para que no perder la peluca en medio del partido. En todos los puntos imaginaba que mi cabello se caía al polvo de ladrillo y no quería que millones de personas en el mundo lo vieran por televisión y se sorprendieran por cómo se le había caído el pelo a Andre Agassi", contó, a flor de piel, en su polémico libro, la obra en la que también admitió haber consumido metanfetaminas en 1997, el año en que se derrumbó tanto en el tenis como en su vida.

Agassi perdió aquella final. Gómez quedó en la historia del tenis sudamericano. Agassi ganaría su primer Slam recién en Wimbledon 1992 y lloraría de emoción tras completar los cuatro Majors en París, nueve años después de la final protagonzada por la peluca, encubierta durante casi dos décadas.