El deporte vive en el corazón de Favaloro

El doctor Favaloro dice "fulbo" y dice "cuadro", y si es muy bueno será un "cuadrazo". Así lo aprendió en el barrio El Mondongo de La Plata, y ni los 69 años vividos, ni las prestigiosas universidades caminadas, ni nada de nada le hará cambiar esos términos. Porque mantiene inalterable su espíritu campechano y porque hay una pasión que forma parte, tanto como la medicina, de su esencia y de su origen: el deporte. Y sobre todo el "fulbo", como a Favaloro le gusta decir.

Yo siempre practiqué deportes, sacando el golf, los demás los hice a todos. Cuando fui a Estados Unidos, lo único que no había jugado antes era tenis, pero había practicado mucho pelota a paleta en el campo, ¿no? Entonces el día que entré por primera vez a una cancha de tenis dije ¡Ay Dios Santo!, este deporte es para mí. Ahora debo confesar que no hago ninguna clase de actividad, salvo caminar y subir y bajar escaleras. Pero en mi juventud, ¡uhhh!, fue terrible, lo que más jugué fue, sin duda, fútbol y básquet. El otro día, justamente, el diario "El Dia" de La Plata recordó algo que yo ya me había olvidado, un campeonato de básquet que organizó Estudiantes y nosotros —yo jugaba en Gimnasia— perdimos la final.

¿Llegó a ser profesional alguna vez?

Mire, el básquet en mi época era totalmente amateur. Con Gimnasia veníamos a jugar a Buenos Aires cada dos semanas; los partidos eran a la mañana. Llegué a entrenarme con los jugadores de primera, pero... hay una anécdota muy linda para recordar. El entrenador de Gimnasia era Aníbal Tassara...

¿En qué año estamos, doctor?

Y... 1940 o 41. Yo empecé a entrenarme con la primera. Estaban Pérez Cattáneo, Dómez, Garganta... jugadores muy buenos. Pero habla que entrenar tres veces por semana, las cosas se complicaban. Y yo pensaba: "Cómo hago para explicarle que no puedo seguir con esto, que tengo que estudiar...". El asunto es que, bueno, al final me atreví, en un momento en que estábamos los dos solos, le dije: "Mire, señor, tengo un problema. Yo vengo de una familia humilde, debo estudiar y trabajar, el tiempo no me sobra, así que voy a dejar de venir..". ¿Qué le parece que me contestó el entrenador? "Hace muy bien, si yo hubiera hecho lo mismo, hoy sería abogado." Siempre le agradecí en el alma esa respuesta a Aníbal Tassara.

¿También le gustaba ver básquetbol y fútbol?

Sí, nosotros veníamos a Buenos Aires a la mañana, quedábamos libres al mediodía y, como a mí el “fulbo" me enloquecía, elegía algún clásico y me iba para la cancha. Era la época de oro del fútbol argentino, le hablo del '37, del '38, del '40...

 ¿Tiene algún recuerdo preferido como deportista?

Una vez al básquet le ganamos a Independiente en Avellaneda y era un partido muy importante, porque podíamos ser primeros en la zona. Me acuerdo siempre de ese partido por cosas que no voy a contar, porque fue muy bravo, donde se fauleó de lo lindo. En el básquet —usted vio— son personas muy grandes, se ha hecho muy fuerte, se dan con todo. Muchas veces, cuando miro un partido, no sigo dónde está la pelota, prefiero observar abajo del aro y siempre se están dando con todo. En nuestra época también era fuerte, no hay que pensar que era un juego de niñas

Y como espectador, ¿qué cosas no puede olvidar?

Yo empecé a ir a la cancha en el año '33, a los diez años, en la época de 'El Expreso". Recuerdo un triunfo ante Tigre por 7-1 otra vez a River le hicimos cuatro en su cancha y a Racing también cuatro goles, es decir que era realmente un cuadrazo. El húngaro Emérico Hirschl, aquel famoso entrenador —no sé Si los jóvenes habrán escuchado hablar de él—,  fue entrenador de Gimnasia y luego de River. Ese hombre armó cuadros excepcionales. Siempre digo que no hay nada inventado que no hubiera inventado el húngaro Hirschl. Todo esto que se habla hoy de sistemas de juego, del estilo rioplatense. Son todas tonterías. El húngaro las sabía todas y no había ningún secreto. Por ejemplo, a usted le pueden decir que en aquel entonces la línea media la formaban sólo tres hombres, ¿no? En Gimnasia eran Montañez, Minella y Miguens. Y eran todas macanas, porque lo que hoy sería el ocho bajaba, y al final se hacía una línea de cuatro... Decimos el San Lorenzo de Farro, Pontoni, Martino, y Martino bajaba, ¿no?, y si hablamos de La Máquina de River, también, Moreno corría por toda la cancha... ¡Qué barbaridad!, ¿sabe? Yo creo que ha sido el más grande jugador que he visto en mi vida, y en esto coincide mucha gente.

—Eso es cierto. —Sí, hay muchos que opinan igual. Me ha tocado conocer a Adolfo Perdernera. .. Qué sé yo, otros jugadores de esa época y todos coinciden en que Moreno era un fuera de serie. Hoy se habla de Pelé y Maradona, con quien he gozado tremendamente, un jugadorazo sin ninguna duda, pero como Moreno nunca hubo otro igual.

Ahora se vende mejor el producto fútbol, ¿no doctor?

Sí, sí... Ahora el cuadro es de fulano, el cuadro es de Menotti, el cuadro es de Bilardo. No, mire, el cuadro es de los once que salen a la cancha y juegan.

Yo no digo que el entrenador no va a influir, pero en aquel entonces, con los jugadores que había... Si usted era de Independiente y decía Maril, De la Mata, Erico, Sastre y Zorrilla, ¿no?, los de River respondían con Muñoz, Moreno, Pedernera, Labruna y Loustau, y uno iba a ver a esos monstruos y no sabía con quién quedarse. Armar un Seleccionado era un lío grande como una casa. Yo me acuerdo que en una época lo que en aquel entonces era el centre-half, el cinco de hoy, en que los dos del Seleccionado eran de River, el titular y el suplente, Minella y... pucha, el otro era . Rodolfi, ahí está, Minella y Rodolfi, uno era titular y el otro suplente en River y los dos estaban en el Seleccionado. Pero vamos a hablar de centreforwards, nunca vi uno como Erico, el paraguayo de Independiente. Erico saltaba y le cabeceaba hacia abajo al arquero, que tiene la ventaja de utilizar los brazos y las manos. Un jugadorazo total, Dios Santo. Entraba por el medio, hacía la diagonal, cabeceaba, hoy valdría... yo ní sé los millones que valdría.

¿Y en qué nota progresos?

En lo que se ha avanzado es en la preparación física. Pero, ojo, que aquellos también corrían. Pero, ¡corrían la cancha y jugaban! Los partidos eran tremendos. Yo podría rememorar jugadas que han quedado grabadas en mi memoria. Estar Moreno parado en la mitad de la cancha y hacerle un pase de cuarenta metros a Loustau para que entrara por la izquierda, ¿y quién le parece que hacía el gol de cabeza? Moreno. Así que no me la cuenten... He visto una vez a La Máquina contra Estudiantes en La Plata, un domingo que había llovido a mares. Era todo barro. ¿Sabe cómo lo sacaron a Moreno? En camilla cuando faltaban diez minutos... Habla jugado de todo, de ocho, de nueve, de cinco, de catorce,.. Hasta le hizo un gol de chanfle a Ogando, como de treinta metros. Y lo sacaron exhausto porque había dejado todo.

¿Hoy no ve tanta calidad?

No, pero no estoy diciendo esto por querer ser crítico y nada más. Ahora hay jugadores que también juegan bien. Está Orteguita, el de River. Este pibe si desarrolla un poco más de físico, tiene sólo 19 años, puede ser algo grande. Siempre aparecen jugadores... Fíjese que la Argentina da jugadores a rolete, todos los años aparecen tres o cuatro, yo no voy a decir que no…

Hay quienes sostienen que el problema fue empezar a copiar los sistemas de juego de los europeos...

Yo no acepto eso. Le voy a poner un ejemplo. Bruno Conti, aquel jugador italiano, ¿era europeo o latinoamericano? Se hamacaba, gambeteaba, hacía todo. Holanda del '74, ¿qué era: un cuadro europeo o sudamericano? Entonces no me vengan con la histona del jugador europeo y del rioplatense. Yo lo que no puedo ver es eso de que el dos se la pase al seis, el seis se la pase al dos y el dos se la pase al cinco... No, viejo, cuando uno tiene la pelota, debe atacar y alguien tendrá que marcar y va a quedar un hueco donde ubicarse. Las reglas del fútbol no son tan complicadas.  Lo que un jugador debe hacer es cuidarse, debe entrenarse, no puede fumar, no puede tomar, debe comer correctamente.

En eso, en el profesionalismo de los protagonistas, se ha mejorado.

Sí, pero hay algunas cositas, ¿no? Yo cuando veo en la televisión estos entrenadores que... primero, no sé por qué van de saco y corbata a la cancha. ¿Por qué el entrenador tiene que ir con saco y corbata? Quién dijo, quién inventó que tiene que ir como si fuera a un baile. No, va a una cancha de fútbol, así que tendría que ir con el buzo... También debería estar terminantemente prohibido que esté fumando. El jugador de fútbol no puede fumar, el entrenador tampoco, por lo menos en cámara Sin embargo, se los ve todo el tiempo meta y ponga, déle fumar...

Es una profesión estresante...

¿Y usted cree que la mía no es estresante? No es justificativo para fumar. No sé, masque chicle... La televisión los enfoca y están déle fumar, y algunos dando indicaciones como locos, desesperado. s Las instrucciones ya las dio antes del partido, no digo que a los quince minutos no acomode algún detalle, pero lo otro es demasiado, ¿no? Hace poco, por ejemplo, cuando Racing perdió 5-1 con Estudiantes, el entrenador de Racing no se daba cuenta que las pelotas largas llegaban todas al uruguayo Adrián Paz y no había un tipo que lo marcara, entonces Paz parecía un genio.

Doctor, sorprende lo in-formado que se mantiene. ¿Cómo hace?

Leo los diarios y sobre todo veo televisión. No dejo un domingo de mirar "Fútbol de Primera" y también observo los partidos de Europa. No hay otra cosa para ver en la televisión, ¿no?

De todas maneras, no parece entusiasmado con los jugadores de hoy...

No, hay jugadores. Le dije Orteguita y, por supuesto, ni qué decir de Maradona. Pero hay otros, los holandeses Van Basten y Gullit, por ejemplo, son fuera de serie . Hay más: el Buitre Butragueño ¿Y cómo se llamaba el francés que brilló hace unos años?... Platini, Dios Santo. Hay jugadores, acá mismo en la Argentina han surgido chicos: el pibe Redondo, un fenómeno, es una pena que se haya lesionado; Simeone también es un jugadorazo; Batistuta, el día que está bien; y lástima lo de Caniggia, una gran lástima.

¿Qué deportista elegiría si tuviera que nombrar un ejemplo?

Habría varios, varios, pero tengo un gran respeto por Roberto De Vicenzo. Lo seguí en su época de oro en Estados Unidos, cuando perdió el Masters por un golpe, por un error al firmar su tarjeta. Un gran ejemplo. También Juan Manuel Fangio, quién lo va a discutir, ¿no? Son dos modelos tremendos para los jóvenes. Figuras de valor mundial, pero que siguen viviendo con humildad, ofrecen esa imagen de sencillez, de honradez. Cuando uno se destaca, en la actividad que sea, tiene que cuidar su conducta. Ellos dos siempre vivieron con mucho cuidado.

¿Es hincha de Sabatini?

Soy un hincha bárbaro. La sufro como loco, yo quisiera que tuviera… no sé, un cachito de Vilas. Le falta esa cosa no sé, debe ser buena piba nunca he hablado con ella. pero a veces la veo en el court, cuando hace una doble falta, y digo ¡Ay Dios Santo! Le falta eso que le sobra a la galleguita, ¿cómo se llama?

Arantxa Sánchez Vicario.

¡Ah! Es una cosa bárbara. Una transfusión de Aranxta le vendría bien a Gabriela. En serio, es una lástima porque tiene unas condiciones excelentes. Y el tenis es mental, ¿no? Tiene eso de la concentración.

Doctor, nos queda un último tema, el Mundial de fútbol en Estados Unidos. Usted que vivió tanto allí, ¿cree que puede enganchar a la gente"

No creo, va a tardar un tiempo más todavía. Llama la atención que un juego que empezó tarde en Rusia, por caso, sin embargo sea tan popular. Pero en los Estados Unidos va a pasar un tiempo antes de que lo adopten. Yo lo jugue allí, inclusive me hice el desgarro más importante de mi vida, todo el músculo recto anterior. Había operado como diez horas y fui a jugar porque era un partido muy importante de un campeonato entre comunidades. En ellas el Mundial puede resultar atractivo, en las comunidades latinas, la italiana, la eslovena... Yo pienso que ira gente en Los Ángeles y en Miami, donde hay latinos y europeos, pero el americano no creo. No lo juegan los chicos. No lo disfrutan, por ahora no va a funcionar. Hay un motivo de pasión y ellos se apasionan por el fútbol americano. el béisbol y el básquet de la NBA...

Parece mentira, doctor, todavía no habló sobre su pasión por Gimnasia y Esgrima La Plata...

Bueno, usted sabe... Gimnasia está en el único lugar posible dentro de mí: el corazón.

GONZALO ABASCAL (1993)