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AGÜERO Y LA INCREÍBLE HISTORIA DE LA EXIGENCIA DE SU PADRE

"Jamás me dijo que jugué bien un partido, siempre buscaba lo malo", confesó el Kun.

Por Redacción EG ·

21 de febrero de 2022

 

Además de contar detalles de su encuentro con Chiqui Tapia y de confirmar que irá a Qatar 2022, Sergio Agüero abrió su corazón para contar detalles de su relación con su padre, Leonel Del Castillo. 

El Kun tuvo una carrera repleta de éxitos, logró récords, ganó títulos, hizo historia y debió retirarse antes de tiempo por un problema de salud a los 33 años. Sin embargo, según contó, convivió con la permanente crítica y exigencia de su padre. 

"Con él tenemos un trato muy fuerte sobre el fútbol. De chico no discutíamos, pero sí lo escuchaba mucho y así también sufría. Yo lo que quería era jugar al fútbol y él fue mi guía. Yo quería jugar al fútbol nada más y él me cagaba a pedos en muchas cosas. Era bastante estricto, si jugaba bien o hacía goles buscaba algo para que yo me sienta mal", dijo en diálogo con TyC Sports

"Yo sabía que habían partidos en los que jugaba bien, pero por más que hagas goles hay momentos en los que estás un poco vago o estabas por hacer un gol o dar un pase y no lo hiciste por cancherear. Él veía todo eso, buscaba lo malo y cuando terminaba me lo decía. Así, hasta que fui aprendiendo. De grande hacía goles y me decía que había tenido suerte", agregó.

Más allá de las exigencias, el Kun confesó lo que Leonel le expresó al momento de retirarse:"Mi viejo cuando jugaba me decía que era un desastre. Era exigente. Nunca me dijo que jugaba bien. Cuando me retiré, el 15 de diciembre, ahí me mandó un mensaje y me dijo que fui el mejor jugador que vio. Esperó que me retire para decírmelo. Y agregó "Yo después le pregunté por qué hacía eso y me dijo que era porque sabía que podía dar más de lo que estaba dando".

Para cerrar, Agüero hizo un balance positivo de la forma en la que fue criado: "Me sirvió mucho, aprendí mucho y al día de hoy no tengo ningún odio por la forma en la que me trató mi viejo. Gracias a él aprendí a valorar el fútbol y a concentrarme 100% en lo que quería. Cuando estaba en la Primera de Independiente no me dejaba ni ir a bailar".