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EL RENOVADO DELBONIS: CAMBIO DE AIRE Y NUEVO ENTRENADOR, LOS MOTIVOS DE SU FABULOSO PRESENTE

Recargado, con otro coach y sin presiones, el zurdo de 30 años brilla en el Masters 1000 de Roma y alimenta la ilusión de volver a su mejor versión.

Por Pablo Amalfitano ·

13 de mayo de 2021

FEDERICO DELBONIS atraviesa su decimoquinta temporada como tenista profesional. Como todo trotamundos del circuito tuvo, producto del rodaje acumulado, algunos puntos altos y otros no tanto que le hicieron evolucionar como jugador y construir objetivos. Protagonista histórico en la inédita conquista de la Argentina en la Copa Davis 2016, con aquel recordado quinto punto ante el croata Ivo Karlovic en Zagreb, el azuleño de 30 halló la madurez propia de la edad que lo llevó a vivir un presente inmediato que bien podría ponerlo cerca de su mejor versión.

El zurdo comenzó la temporada 2021 como el 77° del mundo, con dudas, con una baja en el Abierto de Australia por una lesión en la espalda y, con el correr de los días, con la imposibilidad de equilibrar su tenis para conseguir grandes resultados, más allá de la semifinal que alcanzó en el torneo de Santiago, en el cierre de la etapa sudamericana de polvo de ladrillo. Semanas más tarde, sin embargo, disfruta de una enorme gira europea de canchas lentas.

Desde que arrancó en Marbella sumó 15 victorias y apenas cuatro caídas, con golpes que no dejan de sorprender. Superó las clasificaciones de los tres Masters 1000 y de ahí edificó un fabuloso rendimiento: allegó a la segunda ronda en Montecarlo, con caída ante Rafael Nadal; a los octavos de final en Madrid; y los cuartos de final en Roma, en la que será su primera aparición en una instancia tan avanzada en torneos de ese calibre -este viernes se medirá con el gigante estadounidense Reilly Opelka (41°)-.

El cúmulo de bombas que supo detonar durante estas últimas cinco semanas tienen un premio: desde el próximo lunes Delbonis aparecerá en el top 50 por primera vez en más de cuatro temporadas. La última vez había sido el 6 de marzo de 2017 (49°). La razón por la que vuela en la cancha y por la que parece haber recobrado el camino rumbo a su imagen más destacada -en mayo de 2016 llegó a ser el 33° del ranking- podría tener sustento en el cambio de entrenador, un avance que, según sus propias palabras, le aportó un cambio de aire: a fines de marzo cortó un vínculo de toda la vida con Gustavo Tavernini, el coach que lo formó y lo acompañó durante su carrera, para sumar a su equipo a Mariano Hood, ex 20° del mundo en dobles y ex subcapitán campeón de la Copa Davis en 2016.

“Es un conjunto de cosas; no cambié en nada en relación al entrenamiento, sentía que mi juego fluía, pero hoy veo que el cambio de aire me dio otra perspectiva. Por ahí también influyó viajar solo por primera vez a un par de torneos. Tengo otro aire. El 'Niño' me aportó mucha energía, cosa que a cierta edad escasea en eso. Estoy muy contento con este momento. No creo que haya alguna fórmula mágica, lo que paga es el trabajo día a día y es lo mejor que tiene el deportista de elite”, detalló Delbonis este jueves, desde Roma, instantes después de superar 7-6 (3) y 6-1 al canadiense Felix Auger Aliassime, el número 20 del mundo entrenado por Toni Nadal.

Tavernini fue como un padre del tenis para Delbonis, quien cosechó a su lado los logros más valiosos de su trayectoria: el título mundial en la Copa Davis en 2016, los dos trofeos de nivel ATP -San Pablo 2014 y Marrakech 2016, su escalada al top 35 del ranking y los resonantes triunfos ante el suizo Roger Federer (5°; Hamburgo 2013), el británico Andy Murray (2°; Indian Wells 2016) y el suizo Stanislas Wawrinka (9°; Ginebra 2015), por caso.

"Gustavo fue, es y será el coach más influyente que tuve en mi carrera. Yo tomé una decisión y Gustavo la recibió con mucho respeto, con mucha altura. Y es la respuesta que yo esperaba por el cariño que nos tenemos. Me abrió la puerta sin ningún problema. Fue una decisión muy difícil para mí. Tener esa charla me incomodaba, lo venía sintiendo pero era duro tomar la decisión. Estaba en un momento en el que quería probar otra cosa y se lo planteé. Pero fue sencillo: me dio todo su apoyo y estoy agradecido. Va a quedar en mi corazón por el resto de mi vida y seguiremos con una relación. Gustavo es un gran partícipe de estos resultados”, dijo un sincero Delbonis respecto del brusco cambio que encaró para su carrera.

Con 30 años el azuleño actuará por primera vez en los cuartos de final de un torneo Masters 1000 después de tres intentos fallidos: Antes se había quedado a las puertas en Indian Wells 2016 (perdió con el francés Gael Monfils), en Miami 2017 (cayó con Kei Nishikori) y, pocos días atrás, en Madrid 2021 (se despidió ante Matteo Berrettini). Por eso se trata de una gema más en su vida: “Cada cosa que pude lograr fue un logro para analizar de forma individual; si se quiere son los highlights de mi carrera. Sé que tengo una deuda pendiente conmigo mismo, quiero seguir en este nivel y avanzar. Y lo más importante: Federico debía jugar bien varias semanas al año y tener un nivel parejo, cosa que me sucede desde que arranqué esta gira en las últimas cinco semanas. No hay que bajar los brazos y es importante saber que cada semana podés ser un jugador peligroso".

En las semanas más recientes se cargó a jugadores de la talla de Dusan Lajovic (37°; e 23°), Pablo Carreño Busta (12°; ex 10°), Karen Khachanov (24°; ex 8°), David Goffin (13°; ex 7°) y Auger Aliassime. Que certifiquen ellos, entonces, si Delbonis se volvió un jugador regular y peligroso.