US OPEN: ANDY MURRAY SE DESPIDIÓ TRAS UNA BATALLA ÉPICA ANTE TSITSIPAS
El escocés cayó 2-6, 7-6 (7), 3-6, 6-3 y 6-4 ante el griego, número tres del mundo, después de un partido que se extendió por casi cinco horas en el Arthur Ashe.
Por Redacción EG ·
30 de agosto de 2021
UNA BATALLA MEMORABLE fue el partido que dispuitaron el escocés Andy Murray y el número tres del mundo Stefanos Tsitsipas en la primera ronda del US Open. El griego se impuso después de casi cinco horas de lucha por 2-6, 7-6 (7), 3-6, 6-3 y 6-4, aunque el ex número uno del mundo lo puso en aprietos y hasta pudo derrotarlo.
El británico se retiró fastidioso y acumuló enojo por dos actitudes de Tsitsipas: demoró más de la cuenta en su ida al baño durante el cambio de set, lo que generó el reclamo del escocés con el supervisor y con el umpire, además de un cambio de raqueta que efectuó el griego cuando servía 0-30 en medio de un game de saque, actitud que generó el silbido del público que colmó el Arthur Ashe.
"¡Él tarda 20 minutos cada vez que va al baño! El baño está justo al lado, ¿qué hace? Nunca me tomó tanto tiempo ir al baño", le había reclamado Murray al supervisor, aunque las reglas amparaban al griego. Después del inesperado cambio de raqueta el británico también se quejó: "Ustedes ni con esto hacen algo".
Murray no para de sorprender al mundo. Durante su infancia escapó de la muerte.Y, más allá de la derrota de este lunes ante Tsitsipas, se sabe que es es casi un milagro que todavía pueda lograr este tipo de intensidad, mantenerla y hasta dominar a los mejores del circuito. ¿La razón? Su lesión crónica en la cadera, una de las más dolorosas y complicadas para un tenista, un problema que lo llevó a pasar por el quirófano y a encarar el resto de su vida con una prótesis de titanio, un "injerto" que no le permitiría continuar su carrera en la elite. Si bien anunció su retiro en Australia 2019, durante una emotiva rueda de prensa, el escocés regresó y todavía juega por amor al tenis, con una cadera de metal.
Tsitsipas, el finalista de Roland Garros y actual número tres del mundo, pudo sostenerse en el partido a fuerza de poderío físico y grandes aperturas, sobre todo con su drive invertido, el mejor golpe de su repertorio.
En la segunda ronda el griego, uno de los candidatos a llegar lejos en el último Grand Slam de la temporada, se medirá con el francés Adrian Mannarino, actual 44º del mundo y verdugo de su compatriota Pierre Hugues Herbert en cinco parciales.
