El jeque que llevó a Lionel Messi a PSG jugó más de 70 partidos en Copa Davis

QATAR es un emirato que tiene, según el último censo realizado en 2017, alrededor de dos millones y medio de habitantes. Lo más llamativo es que, de todos ellos, sólo un número que oscila entre 200 y 300 mil corresponde a ciudadanos nativos del país. El resto, lógico, es un cúmulo de extranjeros. 

Qatar es un país joven. Independizado del protectorado del Reino Unido en 1971, en su territorio, décadas atrás, sólo practicaban deporte de alto rendimiento los miembros de la clase alta. En 1992 el equipo nacional de tenis debutó en la Copa Davis, conformado cien por cien por integrantes de la familia real.

En las formaciones de aquellos primeros años de los '90 apareció, por caso, Tamim bin Hamad Al Thani, el actual emir de Qatar, amigo personal del ex tenista argentino Gastón Gaudio, clave en la negociación que culminó en la llegada de Lionel Messi a Paris Saint Germain. Pero el miembro del equipo que más trascendencia tuvo fue nada menos que Nasser Ghanim Al Khelaifi, el actual presidente del PSG francés.

El mandamás del club francés, colocado en ese puesto en 2011 por su amigo Al Thani, por entonces príncipe qatarí, tiene una trayectoria de lujo en compromisos por la Copa Davis. Jugó por la ensaladera de plata nada menos que 71 partidos, con un registro general de 24 triunfos y 47 derrotas (12-31 en singles y 12-16 en dobles), entre 1992 y 2002.

Su mejor ranking fue el puesto 995 del mundo y tiene en su historial dos partidos en torneos de nivel ATP: en Sankt Pölten 1995 cayó con el campeón de Roland Garros austríaco Thomas Muster y en Doha 2001 perdió en sets corridos ante el uzbeco Oleg Ogorodov. El logro más trascendente de su carrera, sin embargo, es haber formado parte del equipo que concretó uno de los éxitos deportivos más relevantes de la historia de Qatar: la victoria en el Grupo III de la Zona Asia/Oceanía en la Copa Davis de 1994.

Aquella conquista que valió el ascenso al Grupo II del certamen centenario por equipos llegó un año después del fracaso nacional de 1993, cuando Qatar fue local en el Grupo III de la Copa Davis y finalizó en la última posición con derrotas en todas las series. El giro total llegó después de Wimbledon.

 
Para sumar valor y conocimiento del extranjero la Federación de Tenis de Qatar le ofreció el cargo de capitán al chileno naturalizado español Pancho Ocampo, un hombre cuyo aporte resultó bisagra para el crecimiento del deporte en ese país en base en un plan de trabajo desconocido por esas latitudes. Aquel entrenador de calibre internacional, que había trabajado por caso con jugadores como el australiano Pat Cash o el estadounidense Andre Agassi, colocó a Al Khelaifi como el líder del equipo con sólo 19 años de edad.

También se sumó otro jugador, por pedido especial de Campo: el filipino Cesarito Diong, radicado en Qatar como entrenador, el primer nacionalizado del conjunto qatarí. Con el jugador de 32 años y los jóvenes Al Khelaifi y Al Thani Qatar incursionó en 1994 y concretó la proeza: derrotó 2-1 a Bangladesh, 3-0 a Emiratos Árabes, 2-1 a Kuwait, 2-1 a Siria y 3-0 a Omán.

 

 

En 2005, a poco de dejar el tenis profesional, Al Khelaifi se sumó a Qatar Investment Authority (QIA), la compañía de negocios con la que el gobierno de Qatar recibe ganancias multimillonarias a través de las operaciones con gas natural licuado y petróleo. Con el empuje de la empresa fundó Qatar Sports Investments, la unidad de negocios deportivos con la que el emir Al Thani adquirió en 2011 las acciones de PSG.

Fue el propio Al Thani, por entonces príncipe del emirato, el encargado de colocar a Al Khelaifi al mando del club francés, que por primera vez tenía un presidente nacido fuera de Francia. Diez años después la influencia qatarí convirtió al PSG francés en una joya europea que compite en el primer nivel internacional y que ahora contará con Messi para pelear por la conquista más anhelada: la Champions League.