DJOKOVIC: "NUNCA PENSÉ QUE FUERA IMPOSIBLE ALCANZAR A FEDERER Y A NADAL"

NOVAK DJOKOVIC se consagró en Roland Garros en una final para la posteridad. Después de haber dado el batacazo mayor nada menos que ante Rafael Nadal, en su propia casa, el número uno del mundo se impuso en una final para la posteridad, con la épica que requieren las hazañas de este calibre: después de perder los dos primeros sets derrotó 6-7 (6), 2-6, 6-3, 6-2 y 6-4 a Stefanos Tsitsipas y levantó su segunda Copa de los Mosqueteros.

"Definitivamente el viaje de mi carreraes fantástico hasta ahora. Logré cosas que muchos creyeron que no eran posibles. Ahora tengo una buena posición para buscar el Golden Slam, pero en 2016 estaba en el mismo lugar y perdí en la tercera ronda de Wimbledon. Este año hay apenas dos semanas entre esta final y la primera ronda de Wimbledon, en superficies diferentes. No tengo ningún problema en decir que iré por el título a Wimbledon", avisó el serbio, quien alcanzó su 19º título de Grand Slam y quedó a sólo uno del récord absoluto que comparten Roger Federer y Rafael Nadal.

En ese sentido Djokovic tiene claro desde hace años cuál es el mayor objetivo de su carrera: "Nunca pensé que fuera imposible alcanzar a Federer y a Nadal. Todavía falta pero es uno menos. Los tres tenemos nuestras oportunidades en Wimbledon y en el resto de los Grand Slams; todos competimos por ese récord asombroso. Lo seguiré persiguiendo. Por el momento sigo mi camino y escribo mi propia historia".

En esa pelea por ser el mejor de todos los tiempos el número uno del mundo yua comenzó a dar pasos gigantezcos: este domingo, con su segunda conquista en Roland Garros, se convirtió en el primer hombre que gana al menos dos veces cada torneo de Grand Slam desde el inicio de la Era Abierta, en 1968 -tiene nueve en el Abierto de Australia; cinco en Wimbledon; y tres en el Abierto de Estados Unidos-.

Para lograr otra corona en París debió dar vuelta una historia totalmente adversa, con dos sets de desventaja. Así lo vivió: "Tsitsipas empezó muy bien en un primer set cerrado y cambiante; fue el mejor jugador en los puntos decisivos. En el segundo parcial bajé física y mentalmente; allí dominó él. Después de ir al vestuario pude salir con otra mentalidad, más fresco, y conseguí ese quiebre rápido que me ayudó. Desde entonces sentí mejor la pelota. Algo había cambiado y ya no hubo vuelta atrás".