Primera División

BOCA, ENTRE LOS CAMBIOS Y LA DESCONFIANZA

Volvió a jugar mal y salvó un punto frente a Sarmiento en La Bombonera. Russo, en el centro de las críticas. A dos semanas del superclásico, hay mucho para mejorar.

Por Redacción EG ·

01 de marzo de 2021

Desde hace varios meses que Boca no está bien aunque los resultados positivos ocultaron parte de esos errores y falencias. Ya no gana por decantación ante rivales inferiores ni sus principales figuras logran desequilibrar. Miguel Ángel Russo pasó de ser el hombre que trajo calma y paz a un vestuario acostumbrado a convivir entre problemas a estar en una evaluación constante.

Aunque nadie se lo diga, el Consejo de Fútbol no está conforme con lo que venía produciendo el equipo y la dolorosa eliminación en la Copa Libertadores derivó en algunas sugerencias en cuanto a la postura en la cancha y la elección de jugadores. 

Disputadas tres fechas de la Copa de la Liga el diagnóstico es similar. O peor. Porque Russo no está siendo Russo y Boca, con modificaciones tácticas y de nombres, continúa sin encontrar funcionamiento. Ayer, López evitó la derrota ante el humilde y recién ascendido Sarmiento, como hizo Cardona hace 15 días frente a Gimnasia. La Bombonera, sin público, no late y hace temblar a los propios. 

Después de 22 minutos favorables, donde el equipo lastimó por izquierda con la sociedad entre Fabra, Cardona y Villa, Russo desactivó lo que mejor estaba funcionando al cambiar la posición del ex Tolima (luego de la lesión de Salvio y el ingreso de Obando) y se le solucionaron los inconvenientes a Sciaqua. 

Russo elige jugar sin un 9 como referencia de ataque aunque el equipo esté preparado para buscar desequilibrar por las bandas. Zárate, que reclamó continuidad en un programa de tv, no logró destacarse en ninguno de los tres partidos del actual certamen ni se siente cómodo, participando poco y en desventaja física y numérica. Lo curioso es que luego hayan ingresado al mismo tiempo Soldano y Vázquez. 

A dos semanas del superclásico, Boca tiene más dudas que certezas. Espera novedades de Tevez y no quiere apurarse con Rojo y Wanchope. En el medio, un equipo que no arranca y vive enojado, al extremo de mostrar su descontento hasta en cada celebración de gol.

Antes de Vélez y River, dos exámenes complicados, se viene Claypole por la Copa Argentina. Un partido trampa, el cual hay que ganar (con claridad) en los papeles pero que una eventual eliminación puede generar una verdadera explosión en un club donde todos desconfían del otro y esperan la llegada de junio para tomar decisiones.