MUCHA ILUSIÓN, POCOS RESULTADOS

Incluso en tiempos difíciles, con un contexto de pandemia mundial y una economía cada vez más difícil, Boca siempre busca romper el mercado o, al menos, apostar fuerte. Pese a su marcada inactividad, Marcos Rojo le brindará experiencia y jerarquía al plantel que comanda Miguel Ángel Russo. Salvo un fallido paso a préstamo por Estudiantes, el defensor, que disputó los mundiales de 2014 y 2018, formó parte del poderoso Manchester United en las últimas 6 temporadas y media. 

En este repaso, detallaremos cómo le fue a aquellos jugadores que Boca fue a buscar a Europa en las últimas dos décadas, ya sea por nombre o inversión, sin tener en cuenta por ejemplo a Juan Román Riquelme, Martín Palermo, Carlos Tevez, Hugo Ibarra, Roberto Abbondanzieri o Sebastián Battaglia, íconos de la institución que luego regresaron a Argentina. 

Abel Balbo: Boca lo buscó en varias ocasiones para suceder a Martín Palermo, que se había ido al Villarreal, pero su llegada se produjo en 2002, con 36 años, para reforzar al equipo que dirigía Oscar Tabárez en la Copa Libertadores. De todos modos, el atacante, que formó parte de la Selección en los mundiales de 1990, 1994 y 1998 y brilló en la Roma, apenas jugó 4 partidos (2 vs. El Nacional y 2 vs. Olimpia). No convirtió goles. 

Roberto Sosa: Boca dio el golpe del mercado de pases de 2002 y fichó a préstamo, por un millón de dólares, al Pampa, que venía de destacarse en Udinese. Sin embargo, la apuesta fue un fracaso (9 PJ y ningún gol), al extremo de que el delantero tuvo que regresar a Gimnasia en el segundo semestre, debido a que no figuraba en los planes de Carlos Bianchi.

Santiago Silva: Tenía todo para ser ídolo, por características y pasado reciente en Banfield y Vélez, pero lo suyo fue de mayor a menor. Boca le abonó 3.200.000 dólares a la Fiorentina. En total, el delantero uruguayo registró 55 partidos y 19 goles. Relegado por Carlos Bianchi, se fue a Lanús. 

Diego Perotti: Llegó a préstamo desde Sevilla en el verano de 2014 para darse el gusto de seguir los pasos de su padre Hugo, multicampeón con Boca en la era Lorenzo y con Diego Maradona en el Metro 1981. Apenas jugó 2 partidos (vs. Estudiantes y Vélez) y no convirtió goles. Regresó a Europa y se destacó en Genoa y Roma. 

Gino Peruzzi: Llegó procedente del Catania en 2015. Boca pagó 2.500.000 dólares y la cesión del juvenil Gonzalo Escalante (hoy en la Lazio), aunque estuvo lejos de cumplir con las expectativas. Jugó 78 partidos y marcó 4 goles. Continuó su carrera en Nacional de Uruguay y San Lorenzo. 

Daniel Osvaldo: Tras discutir con Mauro Icardi en un Juventus – Inter, el delantero se fue de Italia y eligió ponerse la camiseta azul y oro. Llegó al país en el verano de 2015 con enorme expectativa (y una remera que hacía alusión al reciente 5-0 de Boca a River en Mendoza) pero un año y medio después se fue en silencio, separado del plantel por Guillermo Barros Schelotto tras un incidente en Uruguay. En total, disputó 21 partidos y convirtió 7 goles. 

Daniele De Rossi: El internacional italiano, campeón del mundo en Alemania 2006, llegó a Boca para cumplir un sueño personal a mediados de 2019 tras cerrar su exitosa y extensa etapa en la Roma. Sin embargo, apenas jugó 7 partidos. Debutó con un gol ante Almagro por la Copa Argentina pero las lesiones marcaron su paso por el conjunto xeneize. A comienzos de 2020, regresó a su país y anunció su retiro del fútbol profesional.

Eduardo Salvio: Regresó a Argentina luego de una década en Europa con las camisetas de Atlético de Madrid y Benfica. Perseguido por las lesiones, le costó rendir en su primer semestre. Luego, con continuidad, pasó de ser la figura en la Copa Libertadores a uno de los más cuestionados tras el 0-3 vs. Santos. Hace unos días, abrió la puerta para una eventual salida. Jugó 41 encuentros, convirtió 14 goles y obtuvo dos títulos.